El d¨ªa 24, decisi¨®n judicial sobre la descarga en el mercado de Legazpi
El d¨ªa 24 de septiembre se conocer¨¢ la decisi¨®n de la Audiencia de Madrid sobre el recurso de los descargadores del Mercado Central de Frutas y Verduras, presentado por incumplimiento de la sentencia dictada en la Sala Cuarta del Tribunal Supremo, el 17 de mayo de 1972.Actualmente es Desfrusa, una sociedad mercantil, la que efect¨²a y es responsable de la descarga. Esta sociedad se encuentra en la actualidad fuera de la ley por la antedicha sentencia del Tribunal Supremo.
Para esclarecer los hechos, EL PAIS se puso al habla con el presidente de la Cooperativa de Descargadores (Codes), que promovi¨® el litigio, y con su abogado, Marcelino Ortiz.
En 1975 los ingresos de la descarga ascendieron a 75 millones de pesetas, lo que convierte el caso de la adjudicaci¨®n en un problema de intereses. Estos ingresos proceden de la repercusi¨®n que los asentadores realizan, por bultos descargados, sobre los agricultores y remitentes, que son los que verdaderamente soportan los gastos de la descarga.
Miguel Puertas, presidente de Codes, nos sigue hablando de la organizaci¨®n de estos trabajadores: ?Antes de la guerra civil espa?ola trabajaban independientemente los descargadores en peque?os grupos. En 1939 se cambiaron las estructuras y un solo descargador se ven¨ªa haciendo cargo de toda la descarga, mediante una autorizaci¨®n administrativa. As¨ª se estuvo llevando pr¨¢cticamente, como negocio particular y explot¨¢ndolo en forma exclusiva.
Desde esta situaci¨®n aparece en escena un grupo de mayoristas que se hace cargo de la descarga y se crea la primera asociaci¨®n que no ten¨ªa car¨¢cter Iegal, llamada Afruma. Luego estos mismos mayoristas del mercado, montaron la sociedad mercantil Afrusa y con el benepl¨¢cito del Ayuntamiento de Madrid se subrogaron de los derechos y obligaciones de Afruma. Pero Afrusa desaparece y se transforma en Infrusa, Incorporando al negocio de la descarga la utilizaci¨®n de unas c¨¢maras frigor¨ªficas.
Por fin Infrusa se transform¨® en la ¨²ltima y actual, que es Desfrusa, cuyo objeto social era y sigue siendo atender exclusivamente las operaciones de descarga.
La Cooperativa de Descargadores (Codes) se fund¨® en 1968, y fue aprobada por el Ministerio de Trabajo el 15 de mayo de 1969.
Se compone de un grupo de unos 96 socios, que en caso de adjudicarles la descarga se aumentar¨ªa en m¨¢s del doble, seg¨²n su presidente.
Ha tenido desde su fundaci¨®n muchos inconvenientes del Sindicato Provincial de Frutas e informes negativos de la Obra Sindical de Cooperaci¨®n. Pero al final fue aprobada por el Ministerio de Trabajo.
Ya con personalidad jur¨ªdica, Codes inici¨® las gestiones en el Ayuntamiento de Madrid, para que se anulara la autorizaci¨®n a Desfrusa, y se le concediese la autorizaci¨®n para efectuar la descarga por su cuenta en r¨¦gimen ¨²nico, o en competencia con Desfrusa.
Pero el Ayuntamiento contest¨®, por decreto de su anterior delegado de Abastos la denegaci¨®n, sin base en ning¨²n precepto legal. Y estimaba que no hab¨ªa raz¨®n para anular la autorizaci¨®n otorgada a Desfrusa, ni para conceder a Codes la descarga.
Interpusieron, los descargadores el correspondiente recurso de reposici¨®n, previo a la v¨ªa contencioso-administrativa, que el Ayuntamiento madrile?o desestim¨® con el silencio administrativo. Ante esta postura, Codes inici¨® su acci¨®n en la jurisdicci¨®n Contencioso -Administrativa. Se vi¨® el recurso en la Audiencia Provincial de Madrid con sentencia desfavorable para Codes. Se apel¨® ante la Sala Cuarta del Tribunal Supremo, dictando otra nueva en la que se revocaba 14 de la Audiencia, anulaba la autorizaci¨®n que ten¨ªa otorgada Desfrusa y ordenaba al Ayuntamiento adjudicara nuevamente la descarga de conformidad con los reglamentos municipales. Sin embargo, la Comisi¨®n Municipal de Gobierno tom¨® un acuerdo municipal en el que en forma sutil descartaba a Codes nuevamente de la adjudicaci¨®n que hab¨ªa de realizarse. Codes volvi¨® a recurrir este acto lesivo ante la Audiencia de Madrid, que se ver¨¢ en la fecha antedicha.
En esta situaci¨®n, el nuevo delegado de Abastos del municipio madrile?o., ha acogido con m¨¢s compresnsi¨®n las aspiraciones de los descargadores.
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