La vida como es, la vida como no es
Dentro de la l¨ªnea del ¨²ltimo cine de humor franc¨¦s conocido en Espa?a menos improvisado en apariencia que Lily ¨¢mame o El conejo caliente, llega a las pantallas del festival este Cousin, cousine, de Jean Charles Tachell¨¢, galardonado en Francia en el campo, del corto y del largometraje. El filme repite, una vez m¨¢s, ese amable retrato de cierta burgues¨ªa francesa, con sus ritos y ceremonias a la vez absurdas y solemnes aceptadas y a la vez mal digeridas, sobre todo, cuando los dem¨¢s son capaces de salvar sus barreras no acept¨¢ndolas. Entre gags de buena ley y un ritmo acertado que revela un eficaz conocimiento del oficio, el realizador viene a darnos, a trav¨¦s de sus dos protagonistas, el antit¨®pico de los amores ocultos, apasionados, mezcla de melodrama y sentimentalismo. Citas, d¨ªas de amor, despedidas y encuentros se nos ofrecen sin los rasgos acostumbrados, s¨®rdidos, pueriles o puritanos, con humor sincero, tal como los amantes a sus parejas respectivas, a la familia entera y al p¨²blico en suma, hasta un final l¨®gico, sin drama, con un margen para la comprensi¨®n y una escondida moraleja poco habitual en los filmes que rozan o plantean temas parecidos. A fin de destacar el car¨¢cter en, cierto modo ins¨®lito de la historia -ins¨®lito en su desarrollo, no en su planteamiento-, el autor ha ro deado a los protagonistas de los personajes habituales, tratados por lo general con bastante acierto. As los padres, los ni?os, las hermanas todo un clan familiar, un grupo social de peque?a burgues¨ªa, incapaz de creer, en un principio, en unas relaciones inocentes. Tal cuadro de costumbres no ser¨ªa eficaz, por supuesto, sin ur grupo de actores adecuados, y el realizador ha sabido reunirlos en torno a Marie Christine Barrault y V¨ªctor Lanoux, protagonistas antit¨®picos tambi¨¦n, sobrios y exactos.
Otra galaxia
Tras de Cousin, cousine, pasar a Sola, de Ra¨²l de la Torre, presentada a concurso por Argentina, viene a ser como viajar a otra galaxia, pisar otro planeta: el del m¨¢s absurdo melodrama. El m¨¢s absurdo porque as¨ª como existen melodramas sinceros, ¨¦ste en cambio, resulta pretencioso. Explicarnos en qu¨¦ consiste la libertad, la vida, la angustia, el teatro de Chejov, entre escenas de fotonovela, roza el terreno de la ciencia-ficci¨®n; tanto como comparar a su autor con Antonioni. Realizado con bastante torpeza, no se llega a saber bien si por falta de inspiraci¨®n, por escasez de medios o por ambas razones, bastar¨ªa para hacer desconfiar de sus actores si no los conoci¨¦ramos de otros filmes recientemente llegados a Espa?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.