Keith Jarrett

Sorprendente grabaci¨®n que comienza con el tema que da t¨ªtulo al ¨¢lbum y de entrada nos introduce en una atm¨®sfera cl¨¢sica, reposada, ligera... todo lo contrario de lo que uno pensar¨ªa de un pianista que como Keith Jarrett se ha revelado como imaginativo. innovador y avanzado. Son s¨®lo seis minutos quince segundos de desconcierto. despu¨¦s. sostenido por una r¨ªtmica coherente y eficaz, dura y sutil (Charlic Haden en el contrabajo y Paul Motian en la bater¨ªa), Jarrett y el saxofonista Dewey Redman empiezan a volar; cambia el sonido escuchamos otro fraseo, las ideas rompen el reposo anterior y nos encontramos ya con el habitual Keith Jarrett por quien pasa y no ser¨¦ yo el que se atreva a dudarlo. una parte muy importante del estilo pian¨ªstico del jazz del futuro. En Jarrett hay mesura, equilibrio, audacia e independencia: es un disco de la semana muy adecuado para todos aquellos que quieren ser modernos sin que, fisiol¨®gicamente puedan presumir de serio. Merece la pena, porque es una gran realizaci¨®n muy dentro de una corriente que digan lo que digan es aut¨¦ntico jazz sin paliativos.