Cinco presidentes africanos proponen enmiendas al plan Kissinger

Los cinco presidentes africanos que se reunieron en Lusaka este fin de semana para estudiar las propuestas de Kissinger de llegar a un Gobierno de mayor¨ªa en Rodesia en el plazo de dos a?os, reclinaron ¨¦stas parcialmente y propusieron modificaciones.

Las principales cr¨ªticas al plan Kissinger conciernen al Gobierno de mayor¨ªa que habr¨¢ de crearse de inmediato para preparar el acceso al poder de la mayor¨ªa negra en el plazo indicado y elaborar la futura constituci¨®n del pa¨ªs. Estiman los jefes de Estado de Zambia, Tanzania, Mozambique, Botswana y Angola que el proyecto Kissinger deja demasiado poder -el ej¨¦rcito, la polic¨ªa, la justicia, el premierato y la paridad en el Parlamento- a los blancos durante este per¨ªodo provisional de dos a?os, y que adem¨¢s se les exigen importantes condiciones a los nacionalistas y Estados negros, tales como el cese inmediato de toda lucha guerrillera y el levantamiento de las sanciones econ¨®micas impuestas a Rodesia.Proponen los cinco jefes de Estado que Gran Breta?a convoque una conferencia internacional que discuta la estructura y funciones del Gobierno de transici¨®n, las modalidades para convocar la conferencia constitucional final, y que establezca las bases sobre las cuales han de restablecerse la paz y la normalidad en Rodesia. Seg¨²n el plan Kiss¨ªnger, los blancos, de acuerdo con los dirigentes nacionalistas favorables al plan norteamericano, discutir¨ªan en estos d¨ªas la formaci¨®n del citado Gobierno provisional, que ser¨ªa dirigido por los blancos.

Gran Breta?a se ha mostrado m¨¢s conciliadora y un subsecretario del Foreign Office, Ted Rowland, saldr¨¢ hoy hacia Botswana, para entrevistarse con representantes de los cinco Estados africanos que estuvieron reunidos el domingo en Lusaka.

La primera reacci¨®n oficial en Salisbury a la actitud de los africanos ha sido de sorpresa, aunque probablemente satisfacci¨®n, ya que deja al Africa negra la responsabilidad de una eventual ruptura del proceso negociador real, que a¨²n no ha empezado. Ian Ismith atribuy¨® esta posici¨®n de los africanos a ?un complot comunista?, mientras que en Estados Unidos el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, declaraba en una entrevista al semanario alem¨¢n Der Spiegel que la presencia de soldados extranjeros, particularmente cubanos, en Angola, es la que impide que los africanos encuentren soluciones para s¨ª solos a sus problemas.

Los dirigentes nacionalistas negros se han polarizado a favor y en contra de la proposici¨®n de Kissinger. El l¨ªder del Congreso Nacional Africano (ANC), Josua Nkomo, a quien se considera futuro primer ministro del Gobierno de mayor¨ªa de Rodesia, y los grupos guerrilleros de su propia organizaci¨®n, aceptan al parecer las propuestas de Kissinger.

El Ej¨¦rcito Popular de Zimbabwe (ZIPA), con base en Mozambique, por el contrario, las rechaza. Pretenden, seg¨²n explic¨® uno de sus portavoces, ?que se rinda inmediatamente el Gobierno de lan Smith, que se proclame una amnist¨ªa total para todos los presos pol¨ªticos, y que sean disueltas las fuerzas de seguridad y el ej¨¦rcito ?.

El reverendo Ndabaningi Sithole, jefe de otra de las ramas del exterior del ANC adopt¨® una posici¨®n parecida a la del ZIPA, con lo cual queda ratificada la divisi¨®n del movimiento nacionalista.

Se teme que la posici¨®n de los presidentes africanos de ?ni rechazo total, ni aprobaci¨®n total del plan de Kissinger, sea resultado de un compromiso entre moderados, Zambia y Tanzania, y radicales, Angola y Mozambique, al parecer divididos tambi¨¦n en cuanto a las alternativas, presentes, y deseosos de evitar una confrontaci¨®n de resultados imprevisibles.

Internacionalmente se le ha dado particular significado a la visita oficial que realizar¨¢ a Mosc¨² a principios de octubre el presidente de Angola, Agostinho Neto.