Primera exposici¨®n de Giacometti en Espa?a

Por primera vez en Espa?a, y desde el pr¨®ximo d¨ªa 20 de octubre, se expondr¨¢ en Madrid una muestra antol¨®gica de la Obra de Alberto Giacometti, el escultor y pintor suizo, al cumplirse los diez a?os de su muerte.La exposici¨®n, que se podr¨¢ ver en la sede de la Fundaci¨®n Juan March, recoge, en un total de noventa obras, toda, la trayectoria art¨ªstica de Giacometti, interesante por la constante b¨²squeda y los contactos constantes con los principales movimientos de las vanguardias europeas del segundo cuarto del siglo. Podremos ver 37 dibujos, 25 esculturas, 5 pinturas y 25 litograf¨ªas, en una selecci¨®n que recorre todas sus fases art¨ªsticas, desde los principios.

La muestra ha sido preparada por la Fundaci¨®n March en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n March, en cuyo fondo est¨¢ la mayor parte de la producci¨®n de Giacometti.

Alberto Giacometti naci¨® en Stampa, una peque?a ciudad de la Suiza italiana, el 10 de octubre de 1901, en el seno de una familia de artistas. Muy joven, se traslada a Par¨ªs, donde, por pocos a?os, har¨¢ su aprendizaje en el taller de Bourdelle, en la Academia de la Grande-Chaumi¨¦re. Para entonces, y tras frecuentes viajes a Italia, se siente informa-impresionado por la arquitectura barroca, la escultura egipcia, el mosaico bizantino, Cimabue, Bellini, Guiotto y Tintoretto. M¨¢s tarde, y ya en contacto con los surrealistas -con los que se encuentra aproximadamente en 1930- seguir¨¢ la fascinaci¨®n del grupo por los objetos y esculturas del arte primitivo africano y de Ocean¨ªa.

En 1930, el Grupo Surrealista, que contaba ya con numerosos pintores, ve sumarse a ¨¦l al primer escultor: Giacometti. El contacto con la creacci¨®n libertaria de los hombres de Bret¨®n, permite a Giacometti dejar escapar en las formas, en el espacio, sus fantasmas personales, sus obsesiones secretas. Cada vez m¨¢s lejos de la idea de modelo, de la escultura de natural, sus figuras se van alargando, estilizando, retorciendo, hasta ser un puro juego entre el espacio y el objet¨®. Esta ¨¦poca y en sus manos, va a ser la de la creaci¨®n de los objetos surrealistas, figuraciones y cosas que, fuera de sus contextos normales, adquieren significaciones insospechadas.

Contenidos torturados

Cinco a?os m¨¢s tarde, es expulsado del grupo surrealista. Y desde 1940 mantiene entra?able amistad con los Sartre. La segunda guerra mundial y la guerra de Espa?a, llenar¨¢n de contenidos torturados la escultura, y la reciente carrera pict¨®rica de Giacometti, que con todo, deja trasparentar, tras los terrenos de la muerte y el fascismo, todo un mundo tembloroso e ¨ªntimo. Su casa y su ciudad, su mujer (Annette Arm), su hermano y coIaborador, Diego, su madre..., van a ser personajes pretexto, recurrentes.En 1962 obtiene el gran premio de Escultura de la Bienal de Venecia. Al a?o siguiente, expone una retrospectiva en la Galer¨ªa Bayeler, de Basilea. Desde la inauguraci¨®n de la Fundaci¨®n Maegth, en Saint-Paul de Vence, en 1964, ocupa un lugar importante en ella, y ese mismo a?o, obtiene el gran premio internacional Guggenheim, de Par¨ªs, as¨ª como el nombramiento de doctor honoris causa de la Universidad de Berna. A consecuencia de un infarto, muere el 11 de enero de 1966, en el hospital de Coire. Su tumba est¨¢ en su ciudad natal.