Campa?a c¨ªvica para democratizar el Ayuntamiento de Barcelona
Seg¨²n manifest¨® a EL PAIS el presidente de la Federaci¨®n de asociaciones de Vecinos de Barcelona, Alberto Pons, el pr¨®ximo viernes d¨ªa 8 tendr¨¢ efecto una asamblea general de la mencionada entidad en cuyo transcurso se relanzar¨¢ la idea de una campa?a c¨ªvica, tendente a conseguir la dimisi¨®n de? alcalde de Barcelona, Joaqu¨ªn Viola. Alberto Pons precis¨® que se tratar¨ªa de una campa?a eminentemente pol¨ªtica, a?adiendo que, por ello, trataremos esta cuesti¨®n con el Consell de Forces Pol¨ªtiques de Catalunya y la Assemblea de Catalunya, as¨ª como con cualquier otro partido dispuesto a propiciar la constituci¨®n de ayuntamientos democr¨¢ticos.
La misma fuente concret¨® que la campa?a tendr¨ªa por lema salvemos Barcelona para la democracia y se basar¨ªa en cuatro puntos. El primero consistir¨ªa en exigir la dimisi¨®n de Viola, a continuaci¨®n se solicitar¨ªa la dimisi¨®n de los 28 consistorios que conforman el ¨¢rea metropolitana de Barcelona. A ello se a?adir¨ªa el rechazo masivo del plan comarcal, recientemente aprobado, y, finalmente, el cuarto punto consistir¨ªa en ?expresar la oposici¨®n c¨ªvica a la actual Carta Municipal de Barcelona, pensada en defensa de los intereses olig¨¢rquicos?.Esta informaci¨®n coincide con un detallado comentario editorial publicado ayer por Diario de Barcelona. Seg¨²n ¨¦l, la campa?a desarrollar¨ªa un denso programa de actos tales como m¨ªtines, manifestaciones, happening y cartas.
En diversas ocasiones, de fuentes muy pr¨®ximas a medios gubernamentales, existieron diversos intentos de sustituci¨®n del actual alcalde de Barcelona. Sin embargo, por el momento, no ha sido posible hallar la personalidad adecuada a la actual situaci¨®n pol¨ªtica.
Durante el mes de agosto domin¨® el criterio de que Viola ser¨ªa sustituido por el empresario liberal Pedro Dur¨¢n-Farell, quien, seg¨²n fuentes contrastadas, mantuvo repetidos y detallados contactos sobre este tema con el gobernador civil de Barcelona, Salvador S¨¢nchez-Ter¨¢n.
Seg¨²n estas informaciones directas, Dur¨¢n-Farell precis¨® varias condiciones previas. Unas ser¨ªan de car¨¢cter econ¨®mico y consistir¨ªan esencialmente en una fuerte contribuci¨®n estatal destinada a enjugar el d¨¦ficit de decenas de miles de millones que arrastra el municipio.
Otras condiciones fijadas por Dur¨¢n ser¨ªan de car¨¢cter pol¨ªtico y consistir¨ªan, esencialmente, en la obtenci¨®n, antes del nombramiento, de un consenso respecto a su, persona por parte de diversos sectores pol¨ªticos -incluida, naturalmente, por lo menos, parte de la oposici¨®n- y en la fijaci¨®n de un t¨¦rmino concreto para el fin de su mandato municipal.
Estos condicionantes crearon graves recelos respecto a Dur¨¢n en las altas instancias del Ministerio de la Gobernaci¨®n e hicieron que el tema entrara en un comp¨¢s de espera.
Paralelamente, exist¨ªa la importante candidatura de Jos¨¦ Mar¨ªa Soc¨ªas-Humbert, ex delegado de Sindicatos en Barcelona y ex secretario de la Organizaci¨®n Sindical, as¨ª como viejo amigo personal y colaborador directo del actual ministro de la Gobernaci¨®n, Rodolfo Mart¨ªn-Villa.
La candidatura de Soc¨ªas ser¨ªa, en cambio, vista con muy poco agrado en las m¨¢s altas instancias del Estado. De ah¨ªla imposibilidad, al menos por el momento, de su nombramiento. Se?alemos, al respecto, que el alcalde de Barcelona es nombrado por el jefe del Estado, a propuesta del ministro de la Gobernaci¨®n.
As¨ª, fuentes muy fidedignas se?alan que, por parte gubernamental, el tema de la sustituci¨®n de Viola se encuentra congelado. Las mismas fuentes indican que la reciente y muy breve visita del rey don Juan Carlos al Monasterio de Poblet podr¨ªa haber tenido como uno de los objetivos principales la potenciaci¨®n p¨²blica del nuevo alcalde de Barcelona, de ah¨ª que el cese de Viola hubiese sido objeto de amplias consultas semanas antes de aquella visita.
No obstante, no se produjo la sustituci¨®n y ello -a?aden los informantes- no deber¨ªa ser considerado como un afianzamiento de la posici¨®n del actual alcalde, sino, simplemente, como una prueba, una vez m¨¢s, de su buena suerte y de la dificultad existente en hallar un sustituto, que conjugue con el actual momento pol¨ªtico y, adem¨¢s, cuente con la estima de los altos poderes del Estado.
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