Cuba mejora constantemente su ¨¦lite / 4
?La consigna de vencer en nuevos deportes s¨®lo podr¨¢ lograrse con m¨¢s aplicaci¨®n, m¨¢s an¨¢lisis, m¨¢s estudio, m¨¢s t¨¦cnica, m¨¢s tenacidad, m¨¢s constancia, m¨¢s firmeza, m¨¢s profundizaci¨®n, m¨¢s expansi¨®n en el deporte. Hay que estar muy consciente de estoy no dormirse en los laureles. Lo repetimos: Prepararse, estudiar cu¨¢les fueron los puntos d¨¦biles que tuvimos en algunos deportes, cu¨¢les fueron los fuertes, qu¨¦ tenemos que hacer para superar esos puntos d¨¦biles y qu¨¦ debemos hacer para lograr ser m¨¢s fuertes y seguir aprendiendo?. Estas fueron palabras de Fidel Castro al regreso triunfal de la expedici¨®n cubana de Cali, en 1971, donde obtuvo 105 medallas, 30 de oro, 50 de plata y 25 de bronce, la cifra m¨¢s alta jam¨¢s alcanzada por el pa¨ªs en unos Juegos Panamericanos. La comparaci¨®n de los ¨¦xitos obtenidos por Cuba en el pasado y en las m¨¢s altas competiciones ¨²ltimamente son una demostraci¨®n estad¨ªstica fehaciente de su progreso deportivo de ¨¦lite.
Para mejorars u deporte de ¨¦lite y la organizaci¨®n superior del de porte del pa¨ªs, Cuba ha recibido ayuda t¨¦cnica de los pa¨ªses socia listas y en especial de la URSS. Todav¨ªa hace pocos d¨ªas, a su paso por el aeropuerto de Barajas y de regreso a su pa¨ªs despu¨¦s de intervenir en vanas reuniones atl¨¦ticas en Francia, el doble campe¨®n ol¨ªmpico de Montreal, Juantorena, coment¨®: ? Me seguirr¨¦ preparando para participar en los pr¨®ximos Juegos Ol¨ªmpicos de Mosc¨², en 1980, en los 400, 800. y 4: X 400 metros. Esperamos hacer un buen trabajo en nuestro pa¨ªs para mejorar entonces lo conseguido en Montreal., El deporte en Cuba es masivo y l¨®gicamente su nivel va creciendo a escalaInternacional. Aunque en la actualidad recibimos todav¨ªa ayuda de los pa¨ªsesihermanos so cialistas y en especial de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, ya est¨¢n prepar¨¢ndose suficientes ?cuadros? de instructo res cubanos para que en el futuro reemplacen a los actuales?.En efecto, Cuba comienza a disponer de un equipo de entrenadores magnificamente estructurado, al igual que otro de directivos: 20.000 adem¨¢s de los 150.000 monitores distribuidos en el campo laboral. Desde hace dos a?os, por otra parte, d¨¦ la Escuela Superior de Educaci¨®n F¨ªsica Comandante Fajardo, han salido 800 profesores de Educaci¨®n F¨ªsica del m¨¢ximo grado.
De todas formas a¨²n ahora trabajan en Cuba unos 60 entrenadores extranjeros, de los cuales la mayor¨ªa son sovi¨¦ticos y b¨²lgaros, aunque tambi¨¦n los hay de otros pa¨ªses socialistas, como el preparador de Juantorena,que es polaco. Aparte de ellos, adem¨¢s, siguen llegando a Cuba entrenadores por contactos de tiempo muy limitados, simplemente para encauzar alguna actividad deportiva concreta. En balonmano, por ejemplo, result¨® muy provechosa para Cuba la presencia en el a?o 73 del rumano Florian Stonescu. Con menos de dos a?os de pr¨¢ctica balonman¨ªstica en el pa¨ªs, el equipo nacional se permiti¨® ¨¦l lujo de empatar un partido y perder por la m¨ªnima otro, ante el Lokomotiva de Praga, campe¨®n checoslovaco de Segunda Divisi¨®n. Aunque hace unos diez a?os dio el balonmano cubano sus primeros pasos tras el regreso de varios entrenadores de la RDA, la realidad fue que hasta 1972 Cuba no entr¨® en la Federaci¨®n Internacional y no se comenz¨® a partir de ese momento un trabajo serio y divulgativo del deporte.
Respecto al deporte de ¨¦lite Cuba tambi¨¦n trabaja en una sede concreta. Desde hace tiempo se estudian los planos de la construcci¨®n del Centro Unificado del Deporte de Alto Rendimiento. La idea es que en el pr¨®ximo quinquenio se aglutinen en ¨¦l los mejores atletas estudiantes o trabajadores. Para ello, los convenios del Inder con entidades m¨¢s o menos oficiales, no cesan. Ultimamente con el Minint (Ministerio del Interior), por ejemplo.
Antes y ahora
Si pasamos a los n¨²meros concretos el enorme progreso del deporte, cubano se puede comprobar claramente al hacer un balance comparativo de lo conseguido antes y despu¨¦s de la revoluci¨®n.
En los Juegos Panamericanos, por ejemplo, las cifras son elocuentes:
I edici¨®n, Buenos Aires, 1951: 58 medallas, 21 de oro, 17 de plata y 20 de bronce. 1
II, M¨¦xico, 1955: 18 (1, 11 y 6).
III, Chicago, 1959: 20 (2,11 y 17).
IV, Sao Paulo, 1963: 44 (21, 9 y 14) (comienza la subida).
V, Winnipeg, 1967: 48 (8,14, 26).
VI, Call, 1971: 105 (30, 50, 25).
VII, M¨¦xico, 1975: 103 (57, 45, 31).
Seg¨²n se ve, el aumento se ha notado especialmente en las medallas de oro, que en ocho a?os se han multiplicado por ocho.
Si nos referimos a los Juegos Centroamericanos y del Caribe la superioridad actual de Cuba es entonces aplastante. En la duod¨¦cima edici¨®n el balance fue de 321 medallas conseguidas, con victorias en siete deportes de equipo y 12 individuales. No es extra?o, por ello, que con tal cantidad de medallas obtenidas en determinados campeonatos o juegos, en 1974 Cuba consiguiera la impresionante cifra de 1.339 en el total de actuaciones internacionales.
En los Juegos Ol¨ªmpicos al m¨¢s alto nivel, la comparaci¨®n es quiz¨¢ m¨¢s clara a¨²n. Cuba ha intervenido en 12 ediciones y hasta el momento, despu¨¦s de Montreal', ha obtenido 14 medallas de oro, 13 de plata y 10 de bronce. Es decir, un total de 37. De ellas, las once primeras, cinco de oro, tres de plata y otras tres de bronce, fueron obtenidas en s¨®lo tres ediciones: en los Juegos de 1900, 1904 y 1948. En los de Par¨ªs, 1900, Ram¨®n Fonnst logr¨® la medalla de oro en esgrima, espada. Cuatro a?os despu¨¦s, en San Luis repet¨ªa su ¨¦xito y obten¨ªa dos medallas m¨¢s: en florete individual y por equipos. El copo cubano en esgrima en aquel tiempo fue un islote en la discrecci¨®n del deporte cubano de siempre. Post ganaba la plata en florete individual y en sable y bronce en espada. Tatham, plata en espada y bronce en florete. Salvo la tercera medalla de sable, Cuba gan¨® toda la esgrima en San Luis. Y ah¨ª se termin¨® la historia victoriosa ol¨ªmpica cubana. S¨®lo en 1948 Londres, son¨® la flauta otra vez con la medalla de plata del doctor De C¨¢rdenas y su hijo en vela, clase Star.
El ostracismo de Cuba empez¨® a declinar ya en 1964. Figuerola obtuvo la plata en la final de 100 metros que gan¨® el fabuloso Bob Hayes y abri¨® as¨ª las puertas a una progresi¨®n constante. En M¨¦xico, 1968, Cuba gan¨® cuatro medallas de plata. Dos en los relevos r¨¢pidos masculino y femenino de atletismo y comenz¨® su escalada en el boxeo: Regueiferos y Garbey lograron la segunda plaza en los pesos weIters junior y superwelters. Cuatro a?os m¨¢s tarde, en Munich, 1972, el n¨²mero de medallas cubanas justamente aument¨® al doble: volvi¨® el oro a las arcas caribe?as con los boxeadores Orlando Mart¨ªnez, gallo; Emilio Correa, weIter y Te¨®filo Stevenson, una de las grandes figuras del deporte cubano de los ¨²ltimos tiempos en los pesados. Gilberto Carrillo fue plata en los semipesados y Cuba se consagr¨® as¨ª como la gran dominadora del boxeo aficionado mundial antes de confirmarlo en los posteriores Mundiales de La Habana. Las cuatro medallas de bronce restantes las consiguieron en el baloncesto masculino -un verdadero boom de progresi¨®n a base de facultades f¨ªsicas jam¨¢s vistas- el boxeador mosca Rodr¨ªguez, y la velocista Chivas en 100 metros, as¨ª como el relevo corto femenino de 4 X 100.
En Montreal, finalmente, aunque no se han doblado las ocho medallas anteriores -s¨®lo fueron 13- s¨ª se dobl¨® el oro, con seis: las dos de Juantorena, el judoka, ligero Rodr¨ªguez y los boxeadores Hern¨¢ndez (minimosca),Herrera (pluma) y nuevamente Stevenson. Las cuatro de plata fueron para el vallista Casa?as y tambi¨¦n los boxeadores Duval¨®n (mosca), Aldama (superligero) y Soria (semipesado). Finalmente el bronce, para el equipo de voleibol masculino, gran revelaci¨®n como el baloncesto en Munich y los p¨²giles Garbeym (superwelter) y Mart¨ªnez (medio).
En resumen, pues, 26 medallas en los ¨²ltimos cuatro Juegos Ol¨ªmpicos. En los ocho anteriores, en cambio, s¨®lo 11 y por la inspiraci¨®n de la esgrima, caso aislado, en un momento determinado. Indudablemente, hechos cantan del fen¨®meno deportivo cubano. Y no s¨®lo a nivel de medallas. Quiz¨¢, como veremos, algunos puestos discretos en modalidades totalmente desconocidas hasta hace unos pocos a?os, sean m¨¢s elocuentes a¨²n.
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