El Congreso Laborista reforz¨® al Gobierno de Callaghan
Ayer termin¨® en Blackpool, Inglaterra, la asamblea anual de los laboristas. De cara al futuro del pa¨ªs y del propio partido que ahora est¨¢ en el poder, esta conferencia ha sido de una importancia decisiva porque ha servido para confirmar que por muchas diferencias que existan en el seno del laborismo hay una intenci¨®n com¨²n de todos los sectores de mantener en el Gobierno al gabinete actual.
Lo que tambi¨¦n ha demostrado esta conferencia es que el liderazgo de James Callaghan no era tan d¨¦bil como pareci¨® en un principio, cuando el jefe del Gobierno sucedi¨® a Harold Wilson. Con menos poder de maniobra que su antecesor, la fortaleza de Callaghan reside precisamente en la claridad de sus conceptos y en su enfrentamiento sin reservas a las posiciones de las dos alas de su partido. Al t¨¦rmino de la asambla laborista, Callaghan hizo unas declaraciones en las que reafirm¨® su ?centrismo?, ?la ¨²nica manera de gobernar en este pa¨ªs?.Por otro lado, como Harold Wilson, Callaghan se ha asegurado, el apoyo de los principales l¨ªderes sindicales, que de ser extremadamente cr¨ªticos frente a la administraci¨®n conservadora, a la que derrotaron en 1974, han pasado a ser los aliados inseperables del actual Gobierno ?de centro?. Las consecuencias pol¨ªticas del ?contrato social?, conseguido por los laboristas con los Trade Unions cuando el partido a¨²n no hab¨ªa ganado las elecciones de 1974, han sido muy importantes en el pasado, pero su relevancia se ha intensificado ahora, cuando la izquierda ha intentado llevar al Gobierno a posiciones extremas dentro del plano econ¨®mico. En esa situaci¨®n, la estrategia gubernamental ha conseguido el consenso incondicional de los sindicatos. Con los Trade Unions de su lado, cualquier intento de destronar a Callaghan ha sido llamado al fracaso.
El fantasma de las nacionalizaciones
Lo que ha mantenido tambi¨¦n unida a la asamblea de Blackpool ha sido la presi¨®n exterior, cuyos representantes financieros hicieron bailar incre¨ªblemente a la esterlina a lo largo de la semana de la conferencia. La situaci¨®n en la que lleg¨® a estar la libra resultaba sorprendente porque las medidas econ¨®micas que el Fondo Monetario Internacional y los poderes econ¨®micos extranjeros le hab¨ªan exigido a Callaghan ya hab¨ªan sido tomadas por el gabinete y ya hab¨ªan sido refrendadas por el Parlamento. Adem¨¢s, el ?contrato social? hab¨ªa sido renovado y la propia asamblea se hab¨ªa mostrado de acuerdo con la estrategia seguida por la administraci¨®n para detener el incremento del gasto p¨²blico.La reacci¨®n exterior, seg¨²n los laboristas y varios comentaristas independientes brit¨¢nicos, ha sido parte de una maniobra para atemorizar al pa¨ªs y para obligar a la asamblea laborista a tomar una. l¨ªnea blanda en un tema cuya discusi¨®n se ten¨ªa prevista para el pen¨²ltimo d¨ªa de la conferencia. La propuesta del comit¨¦ ejecutivo del partido, sobre la necesidad de un mayor control estatal de las entidades bancarias y aseguradoras no s¨®lo ha levantado pol¨¦micas en Gran Breta?a, sino que ha unido a los financieros internacionales en su lucha contra lo que se cree que va a ser la vuelta a las nacionalizaciones por parte del partido laborista brit¨¢nico.
La propuesta fue aprobada por la asamblea, a pesar de todo y a pesar, incluso, de la oposici¨®n de James Callaghan. Lo cierto es que podr¨¢ entrar en vigor hasta que no hay nuevas elecciones generales y el partido reciba otra vez el mandato popular para gobernar. Eso ha hecho a¨²n m¨¢s incoherente el temor internacional.
Las presiones cohesionaron al partido
De todos modos, los poderes econ¨®micos consideraron que la creaci¨®n de una situaci¨®n de p¨¢nico obligar¨ªa a los delegados a tomar en cuenta las posiciones contrariar a la nacionalizaci¨®n. Lo ¨²nico que lograron, sin embargo, ha sido levantar la ira de los tradeunionistas, como Jack Jones y Len Murray, quienes en Londres y en, Ginebra han condenado la acci¨®n de los especuladores y los han acusado de haber obligado a Gran Breta?a a contraer una deuda exterior de grandes dimensiones.El primer ministro y el ministro de Hacienda se han unido a esas condenas y ahora su contacto con el Fondo Monetario Inernacional. para lograr un cr¨¦dito de tres mil millones de d¨®lares no se basa en una situaci¨®n de p¨¢nico, sino en una actitud de desaf¨ªo. ?Gran Breta?a, dijo ante la asamblea Denis Healey, el titular de Hacienda, no discutir¨¢ ese pr¨¦stamo, partiendo de una nueva estrategia econ¨®mica, sino que lo solicitar¨¢ para afirmar su pol¨ªtica?.
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