Gan¨® un Rayo sin picard¨ªa
El Castell¨®n, un equipo que s¨®lo demostr¨® un buen saber estar sobre el campo, dificult¨® enormemente la victoria del Rayo Vallecano. Los madrile?os dominaron claramente en el primer tiempo y en el segundo aguantaron con firmeza los ataques de su rival en busca del empate.El domingo tampoco agrad¨® el juego del Rayo. No aguant¨® el mismo ritmo durante los noventa minutos y se limit¨® a buscar el gol, confiado en su dominio, pero sin picard¨ªa ni rapidez. El Castell¨®n, situado en los ¨²ltimos lugares de la tabla, se limit¨® a contener al Rayo en el centro del campo con una excelente disposici¨®n de sus peones. Detr¨¢s de esta primera l¨ªnea rompedora, la defensa, con un extraordinario Babiloni, se movi¨® con velocidad para taponar los huecos
El Rayo atac¨® con constancia cuando el marcador estaba a¨²n a cero, pero sin alegr¨ªa. Su ataque se enton¨® y adquiri¨® gracia cuando sali¨® al campo Alvarito, que protagoniz¨® brillantes e inteligentes jugadas. Gonz¨¢lez tambi¨¦n contribuy¨® a que el partido no fuera del todo anodino con escasas acciones, incomprendidas para sus compa?eros. Antes de llegar el gol, s¨®lo dos chispazos en el juego local llevaron el iUy! a los grader¨ªos. El primero, a los cinco minutos, al producirse una gran mel¨¦e ante la meta de Racic que dej¨® entrever fallos rid¨ªculos en los jugadores de ambos bandos; el momento de m¨¢ximo peligro para los castellonenses fue cuando en este ir y venir del bal¨®n se estrell¨® en el larguero tras un tiro de Felines. El segundo, a los 25, en un gran cabezazo de Guzm¨¢n en el que Racic dej¨® probada, y aprobada, su categor¨ªa.
Cuando tras el descanso la l¨ªnea media del Castell¨®n se dedic¨® a crear en vez de destruir, el Rayo se achant¨® y seg¨²n pasaba el tiempo cerr¨® sus l¨ªneas para defender sin agobios su escasa renta. En esta fase, Cioffi, m¨¢xima estrella goleadora de la Segunda Divisi¨®n en las temporadas pasadas, tampoco brill¨® y s¨®lo a falta de un minuto dej¨® muestra de su peligrosidad al lanzar un golpe franco que roz¨® el larguero.
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