Minidrama
Frank Perry es un realizador norteamericano conocido ¨²ltimamente por el p¨²blico espa?ol a trav¨¦s de la televisi¨®n. Hace meses volvi¨® a nuestras pantallas El nadador tras su ya lejano estreno en Espa?a, filme que, si no enteramente suyo, al menos supone su vuelta a los estudios tras su ¨¦xito inicial de David y Lisa y el posterior fracaso de su segunda pel¨ªcula.David y Lisa, a medias entre los filmes (le gran presupuesto y el cine underground, se present¨® en su ¨¦poca como ?cine de arte ? tal como se pretende entre nosotros hoy este Pasado verano. Pero en Am¨¦rica el cine bueno o malo se hace en Hollywood Y la obra de Perry, a pesar su ¨¦xito econ¨®mico, enga?¨® a pocos por su falta de sensibilidad y de imaginaci¨®n, servidumbres que tambi¨¦n se reconocen en este filme estrenado ahora. La carrera de su realizador como la de tantos otros que no llegaron a comprender que cada arte debe hablar su propio lenguaje, se orient¨® hacia argumentos literarios, en un principio de calidad, para acabar cediendo solo al reclamo del ¨¦xito.
Last Summer
Seg¨²n la novela de Evan Hunter. Gui¨®n de Eleanor Perril. M¨²sica de John Simon. Direcci¨®n: Frank Perry. Int¨¦rpretes: Brabara Hershey, Richard Thomas, Bruce Davison. Dram¨¢tica. EEUU. Color, 1969. Local de estreno: El Cid Campeador.
El nadador era un buen cuento de John Cheever, conocido especialistas del g¨¦nero, m¨¢s sus valores fundamentales de imaginaci¨®n o fantas¨ªa, su simbolismo elemental, resultaban de dif¨ªcil equivalencia en la pantalla. El resultado fue una vez m¨¢s, negativo.
Hace unos d¨ªas RTVE nos trajo, en cambio, la versi¨®n de un relato de Truman Capote, en donde por encima de lo breve de la historia, se evidenciaba una buena direcci¨®n de actores y un acierto indudable a la hora de recrear el ambiente rural en la celebraci¨®n de un ?D¨ªa de acci¨®n de gracias?. Ahora en la pantalla grande podemos seguir la carrera de Frank Perry en su filme siguiente Y
. ya lejano tambi¨¦n, pues su realizaci¨®n se remonta, nada menos, que al a?o 69. El gui¨®n est¨¢ basado en una novela de Evan Hunter y su tema poco tiene de nuevo: las relaciones de dos parejas de, adolescentes junto al mar, a lo largo de un verano que, como siempre, tambi¨¦n se nos sugiere ha de ser el ¨²ltimo.
La distancia entre la obra de Truman Capote, uno de los escritores americanos m¨¢s representativos de su generaci¨®n y ¨¦sta, cuya versi¨®n llega ahora, no es que sea muy grande, es que no existe, sencillamente porque entre una y otra no hay relaci¨®n posible. Lo que aqu¨ª se nos cuenta son los consabidos t¨®picos acerca del despertar de la adolescencia y alg¨²n que otro toque costumbrista y f¨¢cil con que centrar el lugar y la ¨¦poca. Lo que en El verano de 42, por ejemplo, era humor, drama o poes¨ªa, o en The Last Picture Show conocimiento del mundo sexual y no sexual de los j¨®venes, queda aqu¨ª en tediosas parrafadas frente a las olas, desd¨¦n t¨®pico por el mundo de los mayores di¨¢logos Y psicolog¨ªa de manual, con final de violaci¨®n gratuita e inevitable, que no se llega a explicar bien si viene a ser venganza, af¨¢n de hacer el mal por el mal, ultraje gratuito, consecuencia del calor o necesidad de concluir el filme -es decir, la novela con una escena que justifique tanta palabra sobre el sexo a lo largo de hora y media. De cualquier forma, como nada se insin¨²a ni se explica, all¨¢ quedan los protagonistas cara a un futuro que nunca llegaremos a ,conocer, salvo que intentemos adivinarlo a trav¨¦s del poso entre amargo y confuso que en ellos deposita el autor bastante gratuitamente, tal vez para dar a entender que, al cabo de los a?os, llegar¨¢n a ser tan torpes, necios y vac¨ªos como ese mundo que, a la orilla del mar, comentan y desde?an en este drama limitado, corto, fotografiado a ratos con calidad y a ratos con colorines de revista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.