Ahorro e inflaci¨®n
Las altas tasas de inflaci¨®n que contin¨²a registrando la econom¨ªa espa?ola vuelven a situar en primer plano un problema que tiene gran repercusi¨®n cuando se habla de sus efectos adversos sobre los sectores sociales m¨¢s desfavorecidos. Se trata de la protecci¨®n al peque?o ahorro y de las diferentes f¨®rmulas t¨¦cnicas que pueden articularse en defensa de los ahorradores modestos. Aparece as¨ª entre ellas un tema sobre el que ha discurrido una larga literatura en el extranjero, y no tan abundante en Espa?a: la indicaci¨®n de los activos financieros.Es evidente que una medida de este tipo, si no se define cuidadosamente, puede suponer una cierta perturbaci¨®n en los mercados financieros. Pero no cabe duda que la protecci¨®n del peque?o ahorrador frente a las p¨¦rdidas, netas que le est¨¢ ocasionando la inflaci¨®n sobre sus rendimientos, cumplir¨ªa dos objetivos: de una parte, el fin social de distribuir los costes de la inflaci¨®n; de otra, el fin puramente t¨¦cnico de proteger el ahorro en general y ciertas formas de ahorro en particular.
Existen diversas f¨®rmulas conocidas en los pa¨ªses europeos que pueden ser examinadas. El sistema ingl¨¦s ?saye? (save as you eran), que permite frente a un plan de ahorro-vivienda, la finan los reembolsos en funci¨®n del ¨ªndice del costo de vida, la experiencia finlandesa de indiciaci¨®n de dep¨®sitos, la indiciaci¨®n de los sistemas de ahorri-vivienda, la financiaci¨®n de reg¨ªmenes de jubilaci¨®n en Islandia y otros tantos ejemplos, significan casos en que el Estado ha demostrado su atenci¨®n a ciertos sectores sociales en momentos de aguda crisis inflacionaria.
Por supuesto que la indiciaci¨®n de activos financieros es una experiencia dificil y no exenta de riesgos. Uno de ellos, y no el menor, es el efecto de deslizamiento hacia otros ajustes menos justificados, que conducir¨ªa a una indiciaci¨®n general.
Sin embargo, el car¨¢cter ya cr¨®nico de una inflaci¨®n demasiado cercana al 20 % obligar¨¢ m¨¢s pronto o m¨¢s tarde a tomar conciencia, y no s¨®lo en este terreno, de un hecho fundamental: la lucha contra la inflaci¨®n es dolorosa y no va a ser corta. Entretanto tendremos que aprender una dif¨ªcil convivencia con ella, donde no se agraven sus costes sociales ni sus efectos sobre ciertos mecanismos b¨¢sicos del sistema econ¨®mico. El tema de la retribuci¨®n del ahorro lo tiene ya planteado la econom¨ªa espa?ola en toda su profundidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.