La oposici¨®n y el refer¨¦ndum
El tema del refer¨¦ndum parece haber dividido a la oposici¨®n. Los sectores moderados no van a boicotearlo. La izquierda, de momento, parece inclinarse por la tesis de la abstenci¨®n.Hacer propaganda de la abstenci¨®n es leg¨ªtimo, pero peligroso. Se intent¨®, sin ¨¦xito, en 1966. Recuerdo los slogans que entonces utiliz¨® una oposici¨®n que era clandestina, jug¨¢ndose el f¨ªsico y con unos medios escasos y l¨®gicamente poco eficaces. Lo cierto es que entre la torpeza propagand¨ªstica, fascistoide, del Ministerio de la Gobernaci¨®n, y la de una oposici¨®n que b¨¢sicamente, en aquel momento, se reduc¨ªa a los comunistas, el refer¨¦ndum qued¨® transformado en lo mismo que hab¨ªa sido el de 1947. En una opci¨®n entre el ?Franco, s¨ª?, y el ?Franco, no?. Y l¨®gicamente entraron en juego todos los mecanismos del miedo y de la radicaci¨®n emocional.
Ser¨ªa poco adecuado, en las actuales circunstancias, que las aguas discurrieran por parecidas ramblas. El refer¨¦ndum tiene que ser cualquier cosa menos un plebiscito a la Monarqu¨ªa.
La oposici¨®n tiene tres opciones: a) Defender el ?s¨ª?. Aunque por raz¨®n de fondo del asunto pudiera encontrar deseable que la reforma quedara aprobada, no parece que ¨¦sta vaya a ser su t¨¢ctica, al no haber podido participar en una ' democratizac¨ª¨®n que considera simplemente otorgada y que a su modo de ver deriva de un sistema pol¨ªtico sin legitimidad. b) Defender la abstenci¨®n, con lo cual puede insistir en la t¨¢ctica de decirle a sus partidarios aquello que quieren o¨ªr, alej¨¢ndose de la reacci¨®n de las grandes masas, y convertir el refer¨¦ndum, incluso a costa de su hipot¨¦tico fracaso, en el c¨®mputo de los grandes n¨²meros, en un arma m¨¢s de *negociaci¨®n. c) Inhibirse por considerar que ¨¦sta es la ¨²ltima fase de un proceso legal fundado en el franquismo respecto del cual no tiene arte ni parte.
Advi¨¦rtase que en el diagn¨®stico de posibilidades no me he referido a la campa?a del ?no?. Pero es que esto es algo que no se me pasa por la cabeza. La campa?a del ?no? no le corresponde a la oposici¨®n hist¨®rica, sino al ?bunker?, a los partidarios del sistema org¨¢nico. Pero de esto preferir¨ªa hablar en otra ocasi¨®n.
Volviendo a las tres opciones, creo que cada una de ellas responde a tres fases hist¨®ricas y a tres objetivos muy diferenciados. La primera opci¨®n s¨®lo ser¨ªa posible despu¨¦s del pacto con el Gobierno y su objetivo ser¨ªa aislar a la extrema derecha desde un compromiso hist¨®rico de todas las fuerzas democ r¨¢ticas que, hoy por hoy, no existe. La segunda, responde a una situaci¨®n pasada, es un detritus del franquismo y en lugar de facilitar el pacto quiz¨¢ no har¨ªa sino complicar las cosas. La tercera responde al momento actual Y sus objetivos ser¨ªan b¨¢sicamente electorales al diluir la tensi¨®n r¨¦gimen-antir¨¦gimen y suponer una aproximaci¨®n a las capas medias del pa¨ªs.
En cualquier caso, todas estas estrategias posibles responden al inter¨¦s de los partidos. El puebloest¨¢ todav¨ªa en otras coordenadas. Su hip¨®tesis es el cambio posible e inmediato. Por eso yo entiendo que haga lo que haga la oposici¨®n, el pueblo participar¨¢ masivamente.
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