"Yo tardo tres a?os en producir una pel¨ªcula"

Robert Evans, productor cinematogr¨¢fico norteamericano. Imagen t¨ªpica y t¨®pica del triunfador USA. En su haber pel¨ªculas como Love story, Rosmary's baby, La conversaci¨®n, El gran Gatsby, El padrino, Chinatown y, ahora, Marathon Man, pel¨ªcula dirigida por John Schlesinger e interpretada por Dustin Hoffman y Laurence Olivier, cuya promoci¨®n explica la presencia de Evans en Madrid.

Lo t¨ªpico y lo t¨®pico comienza a lo once a?os: Evans, como todo americano que se precie, se ha hecho a s¨ª mismo. Comenz¨® a trabajar en la radio como actor infantil. Despu¨¦s actu¨® en el cine, fichado por Darril F. Zanuck -uno de los mitos de Hollywood- Cre¨® una empres de ropa femenina que fue absorbida por una empresa de mayor pujanza, RevIon. Retorn¨® al cine y comenz¨® su carrera de productor.?La principal y pr¨¢cticamente ¨²nica cualidad de un productor -declar¨® a EL PAIS- debe ser el instinto, el intuir lo que le va a gustar al p¨²blico.? Una frase breve, sin titubeos, que entronca con la tradici¨®n americana de lo instintivo, de lo vital.

?Yo hago pel¨ªculas para que la gente se entretenga durante do horas. Soy animador, no un profesor.? Los modos de concebir el mundo surgen ininterrumpidamente. Tumbado en un sof¨¢, con un gran puro en la boca, adquiere todas las apariencias de los proc¨®nsules imperiales.

Londres, Par¨ªs, Copenhague, Roma, Mil¨¢n, Zurich y Madrid. Siete ciudades en quince d¨ªas. M¨¢s de cien entrevistas en pos de una promoci¨®n que se llega a identificar con una campa?a pol¨ªtica. Lo cinematogr¨¢fico -en la escala norteamericana- no tiene ning¨²n parang¨®n posible con el resto del mundo. Todo es siempre m¨¢s. El curriculum vitae de Evans est¨¢ repleto de t¨¦rminos como ?el m¨¢s joven disc-jockey?, ?una de las principales estrellas?, ?el contrato m¨¢s importante?. Todo est¨¢ cuantificado sin embargo, a Evans le quedan reminiscencias dif¨ªcilmente clasificables.

?Efectivamente trabaj¨¦ como actor con Darril F. Zanuck, uno de los productores cl¨¢sicos de Hollywood. Mi intenci¨®n, tal y como concibo el trabajo de productor, es volver al modo cl¨¢sico. Los productores actuales s¨®lo piensan en dinero, en rentabilidad. Para ellos el cine es un negocio. Son capaces de producir cuatro o cinco pel¨ªculas al a?o. Yo tardo tres a?os en producir una sola pel¨ªcula, pero estoy dedicado completamente a ella desde antes de que se convierta en una historia escrita.?

En estos momentos Evans prepara dos nuevas pel¨ªculas: Perro blanco, basada en una novela de Romain Gary, y Los dos patanes, que viene a ser una continuaci¨®n de la historia de J. J. Gittes, protagonista desnarizado de Chinatown. Existe un tercer proyecto, Ventisca, en el que Evans lleva trabajando cerca de un a?o en colaboraci¨®n con Georges Stone, que escribe la novela al mismo tiempo. Una de las razones del ¨¦xito de Evans es, sin duda, su colaboraci¨®n con la literatura. Las novelas surgen constantemente vinculadas a sus pel¨ªculas. ?Lo que me interesa por encima de todo es que la historia a contar sea buena, independientemente de que sea una novela o no. Con frecuencia el proceso fue a la inversa. Love story, por ejemplo, fue antes guion que novela. El detective la compr¨¦ meses antes de que se convirtiera en un bet-seller.?

?Es evidente que el ser norteamericano es una gran ventaja. Reconozco que en Espa?a o en cualquier otro pa¨ªs de Europa se pueden producir pel¨ªculas tan buenas o mejores que las m¨ªas, pero su exhibici¨®n estar¨ªa y est¨¢ muy limitada. En este sentido cualquier pel¨ªcula de mi pa¨ªs, buena o mala, tiene m¨¢s posibilidades de comercializaci¨®n que una europea. Eso explica, el que los directores de este continente anhelen trabajar en Estados Unidos.?

Tras se?alar que para ¨¦l el gran error de un productor es intervenir en algo en lo que no cree, la conversaci¨®n gira en torno al ?fracaso", un concepto tan significativo en los Estados Unidos como el ?¨¦xito?, y de consecuencias inimaginables, por su crueldad, para mentalidades menos competitivas.

?Probablemente a estas alturas un fracaso en mi carrera no ser¨ªa excesivamente importante. Lo que es seguro es que cuatro o cinco fallos supondr¨ªan el final.?

Evans, en la actualidad, tiene firmado un contrato a largo plazo sin precedentes en la industria cinematogr¨¢fica, con la Paramount en su calidad de productor independiente.

"El caso de Dennis Hooper, que usted plantea, lo ¨²nico que demuestra es que el ¨¦xito no consiste s¨®lo en hacer una pel¨ªcula que funcione, en ese caso pudo haber sido suerte. Ahora bien, cuando se acierta en varias ocasiones ya no se puede hablar de azar.?