Nace una patronal de la construcci¨®n en Vizcaya

Se espera que esta semana quede legalizado y reconocido por la UTT y la Uni¨®n de Empresarios el acuerdo firmado entre constructores y trabajadores de la contrucci¨®n. despu¨¦s de 43 d¨ªas de huelga. Ambos organismos han elegido ya comisiones para estudiar el pacto que, a las dos semanas de haberse logrado espera a¨²n la aprobaci¨®n del sindicato vertical que con esta demora ha querido jugar su baza de protagonista en un conflicto en el que no ha tenido arte ni parte. Las amenazas de los trabajadores de una vuelta a la huelga si no se da luz verde al acuerdo y las disensiones en el seno de ACP (Agrupaci¨®n de Constructores y Promotores) -la delegaci¨®n sindicalista en Vizcaya de la Agrupaci¨®n de Constructores y Promotores- ha movido al sindicato oficial a poner fin a la congelaci¨®n a que someti¨® el acuerdo.Como consecuencia de las discrepancias entre los empresarios en la negociaci¨®n con los trabajadores est¨¢ en peligro de desaparecer ACP. Quince de sus miembros m¨¢s importantes -pr¨¢cticamente los que llevaron la negociaci¨®n con los trabajadores- constituyeron ayer en Bilbao la Sociedad de Constructores de Vizcaya que nace como una sociedad democr¨¢tica apol¨ªtica para la defensa de la pequena y mediana empresa. Su intenci¨®n en un futuro es federarse con las sociedades constructoras de Euzkadi e ir luego a una confedetaci¨®n a escala del Estado espa?ol. "No nacemos -afirma- como una defensa contra el trabajador. Buscaremos nuevos cauces de di¨¢logo con la parte social. afirmando desde ahora que reconoceremos a los verdaderos representantes de los obreros. ?

Se tiene la impresi¨®n de que a la llamada de los quince constructores dem¨®cratas que forman la junta promotora de la nueva sociedad acudir¨¢n la mayor parte de Ios integrantes de ACP con lo que que dar¨ªa en entredicho la existencia de una patronal del sindicato vertical.

Por lo que respecta a Navarra, tras trece d¨ªas de huelga. el conflicto sigue ah¨ª. estacionario, sin que v¨¢yan variado las posturas de ambas partes. Se tiene la impresi¨®n de que la huelga ha entrado en una verdadera v¨ªa muerta.