La cinematograf¨ªa cubana se profesionaliza
La Semana comenz¨® con mal pie femenino. Se mire como se mire, la pel¨ªcula de Marcela Fern¨¢ndez. De todos modos Juan te llamar¨¢s, presta un flaco servicio al feminismo, y no porque en ella se viertan o insin¨²en tesis machistas, sino porque se trata de una pel¨ªcula desastrosa.La pel¨ªcula mexicana est¨¢ mal narrada, con un empe?o excesivo en querer contar amplios retazos de tiempo hist¨®rico en escasos minutos, Con un esquematismo excesivo a la hora de analizar a los enemigos: los yanquis, la Iglesia y la corrupci¨®n, quiz¨¢ el ¨²nico dato pintoresco sea el de encontrar los antecedentes hist¨®ricos, o algunos de ellos. de los Guerrilleros de Cristo Rey, que en aquellas latitudes, con esa envidiable capacidad de s¨ªntesis de la lengua popular, llamaban ?cristeros?.
El p¨²blico de Huelva llena con constancia el amplio local de las proyecciones y vota cotidianamente. puesto que existen dos tipos de premios: los que otorgar¨¢ en su d¨ªa el jurado y los que se?ale la voz del pueblo a trav¨¦s de las urnas. como dir¨ªa cualquier slogan al uso. Desconocemos lo que ocurrir¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 15 en el refer¨¦ndum pero lo que est¨¢ muy claro es que la mec¨¢nica del voto y la urna ya es sobradamente conocida por estos pagos.
Para mayor abundamiento, en una c¨¦ntrica calle de la ciudad existe la equivalencia a los decibaos de la Rep¨²blica Popular China, puesto que en una vitrina se exhiben diversas fotos de la actualidad ciudadana con los fumettis explicativos.
El peat¨®n, al contemplarlo, puede captar con rapidez los problemas m¨¢s acuciantes del entorno: el amarre de los barcos pesqueros, el posterior desamarre al arreglarse el problema con la intervenci¨®n gubernativa, la reanudaci¨®n de las clases al finalizar la huelga de los maestros y la necesidad vital de colocar unos sem¨¢foros en un paso de cebra que ya ha costado serios accidentes.
Sutileza
Con La ¨²ltima cena, del cubano Tom¨¢s Guti¨¦rrez Alea, la Semana alcanz¨® una cota dif¨ªcilmente mejorable. La cinematograf¨ªa cubana, en palabras del propio realizador, se encuentra en su fase de crecimiento, ?en la que hay que tener en cuenta que adem¨¢s de una actividad cultural es una actividad industrial. Estamos ahora haciendo ¨¦nfasis en ese segundo aspecto. Podr¨ªamos sintetizar esto con la palabra profesionalizaci¨®n. Antes cada pel¨ªcula era una crisis. O resultaba muy buena, o muy mala. Todo se inventaba. Por supuesto, este no es el objetivo que pretendemos alcanzar, pero esta etapa de reorganizaci¨®n, de profesionalizaci¨®n, es el punto de partida?.No obstante. La ¨²ltima cena es una de las pel¨ªculas m¨¢s sutiles y eficaces que hemos podido contemplar en mucho tiempo. Basada en un hecho real: un amotinamiento de los esclavos negros en un ingenio azucarero de la Cuba del siglo XVII, durante la Semana Santa, la amplia secuencia de la ¨²ltima cena del Viernes Santo celebrada por el conde espa?ol y los doce esclavos-disc¨ªpulos seleccionados es todo un ejemplo del buen narrar cinematogr¨¢fico.
No existe el menor ribete de panfleto, pero la cr¨ªtica resulta demoledora. El p¨²blico interrumpi¨® con sus aplausos en varias ocasiones la proyecci¨®n y la pel¨ªcula se coloca ya entre las favoritas para optar a uno de los premios.
Quiz¨¢ el filme de Guti¨¦rrez Alea debiera ser programado en el futuro en compa?¨ªa de Viridiana. En ambas la secuencia de La ¨²ltima cena no s¨®lo resulta clave, sino tambi¨¦n antol¨®gica.
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