"La p¨ªldora anticonceptiva ha sido el mayor invento de este siglo"
El profesor Van Keep, director general de la Fundaci¨®n Internacional de la Salud, acaba de llegar a Espa?a. Es uno de los m¨¢s caracterizados investigadores de la condici¨®n femenina en el sentido fisico de la palabra. Figura de reconocimiento mundial en los estudios de la menopausia y de los medios contraceptivos y de las alteraciones que rodean los cincuenta a?os de la mujer. Van Keep, se ha especializado en todo lo que engloba la palabra envejecimiento femenino.
Dirige la Fundaci¨®n Internacional de la Salud, entidad de origen suizo dedicada a la investigaci¨®n de temas concretos relacionados, sobre todo, con la esterilidad, la mujer, el control de la natalidad, la p¨ªldora y sus efectos f¨ªsicos y sicol¨®gicos.-Desde luego -comienza el di¨¢logo- hoy no se concibe ya el mundo sin p¨ªldora. No podr¨ªa concebirse.
Luego hace c¨¢lculos. Tomando el consumo espa?ol, divide, multiplica y concluye que en Espa?a, hoy por hoy son 500.000 las mujeres que consumen la p¨ªldora cualquiera de sus modalidades.
-Es muy poco. Los pa¨ªses occidentales est¨¢n mucho m¨¢s altos en consumo. ?Problemas? Desde luego; pero siempre menores que los de cualquier embarazo. Hay ?ni?ialmente n¨¢useas y mareos, un ligero aumento del peso y algunas trombosis. Pero ¨¦stas son a nivel estad¨ªstico. son riesgos reales. pero m¨ªnimos en comparaci¨®n con los riesgos de? embarazo.
Los problemas sicol¨®gicos son muy dif¨ªciles de definir, por cuanto cada mujer es distinta. Pero creo que no son negativos, sino todo lo contrario. Son s¨ªntomas liberadores. Es m¨¢s, el ciclo de irritabilidad que toda mujer tiene, desaparece. Como mucho, puede apreciarse un temor a la excesiva libertad sexual, como si la mujer tuviera complejo de disponer libremente de su sexualidad. Y concluye pensando en voz alta: La p¨ªldora es el mayor invento del siglo XX.
La pregunta es, por l¨®gica, demasiado compleja: ?por qu¨¦ envejecemos? Se queda pensativo, tras sus gafas, moviendo sus Ojos claros.
-No lo s¨¦. No podemos saberlo, pienso. Debe estar la cuesti¨®n dentro de nuestro c¨®digo gen¨¦tico. De todas formas, ya sabe lo que se ha hecho norma de la gerontolog¨ªano se trata de dar a?os a la vida, sino de dar vida a los a?os.
?Viv,imos en una sociedad que discrimina claramente a la mujer. -Hay sociedades que estimulan y premian a la mujer cuando llega ala menopausia, como la india. Las sociedades occidentales, sin embargo, la desprecian. Mientras, en el hombre hay dos momentos estelares, podr¨ªamos decir. Hay el momento de la juventud, sus veint¨ªtantos a?os brillantes; y tiene tambi¨¦n ese otro momento de peso, de madurez, de sienes plateadas... La mujer, no. La mujer en cuanto llega a la menopausia ya no representa nada socialmente. Y es injusto. F¨ªjese usted en la televisi¨®n, por ejemplo. Una mujer menop¨¢usica no sale m¨¢s que para anunciar sopas y caldos. Como si ya no sirviera para otra cosa.?
La mujer debe estar preparada para la menopausia. En las encuestas realizadas, se comprueba c¨®mo un 80% de las mujeres sufren distintos trastornos, especialmente sicol¨®gicos.
-Las razones son claras: la mujer cuando llega a esa edad sufre un ataque sentimental o sicol¨®gico por tres frentes; en primer lugar, por s¨ª misma: ha perdido la menstruaci¨®n; en segundo lugar, porque alrededor de esa edad los hijos se van de la casa, hecho que suele coincidir con la muerte de los padres... Los problemas entonces son muchos y la mujer tiene que saber que s¨®lo hay dos personas capaces de prestarle ayuda: ella misma y el m¨¦dico. El marido, no. El marido tiene sus propios problemas y no suele, adem¨¢s, entender ¨¦ste. Por ello debe acudir al m¨¦dico, y no en busca de tranquilizantes, sino en busca de un tratamiento real. De ese 80% de mujeres que tienen trastornos, por lo menos un 25% toma tranquilizantes y s¨®lo un 5% sigue un tratarniento adecuado, a base de estr¨®genos.
Estr¨®genos y cancer han sido dos palabras que casi siempre se han pronunciado unidas.
-No, no, no. Yo soy partidario de administrar estr¨®genos, naturales en una dosis razonable, ya en la premenopausia, cuando los ciclos comienzan a hacerse irregulares. Es quiz¨¢ discutible la estrogenoterapia, sin embargo, en un reciente congreso sobre el tema, celebrado en Francia se concluy¨® de forma clara que aunque son necesarias mayores investigaciones prospectivas. no existe tina relaci¨®n directa estr¨®genos-c¨¢ncer.
-Profesor Van Keep: quiz¨¢ muchas mujeres quisieran preguntarle lo m¨¢s elemental. el primer consejo.
-Que s¨®lo puede confiar en dos personas: en ella misma y en el m¨¦dico. Y que s¨®lo hay tres formas de combatir la depresi¨®n menop¨¢usica: con informaci¨®n, sin miedos absurdos, con conocimiento del proceso que va a sufrir-, con preparaci¨®n, buscando la alternativa a su nueva condici¨®n. Buscando un trabajo, haciendo otras cosas. Y, por ¨²ltimo, con el contacto m¨¦dico.
Las estad¨ªsticas indican que la mujer que se dedica exclusivamente a ser madre, tiene m¨¢s problemas en la menopausia, la mujer que trabaja fuera supera mejor el trauma. Igualmente, la mujer que pertenece a estratos econ¨®micamente fuertes tiene una menopausia m¨¢s llevadera, tiene menos trastornos.
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