La constituci¨®n y los jubilados
Aqu¨ª seguimos a vueltas con el proceso institucional porque es el punto de partida obligado para construir un pa¨ªs m¨¢s justo y estable.Si los temas constitucionales son importantes lo son precisa mente porque hay que fabricar un marco de convivencia desde donde los problemas de todos los d¨ªas pueden ser resueltos. Ya se sabe que todas las constituciones por parad¨®jico que suene, toman partido es decir no son neutrales. Y aunque todas ellas tienen una letra y una m¨²sica parecida -libertad. igualdad. solidaridad. bienestar sus efectos en la vida diaria de los pueblos son muy distintos. Una cosa son las constituciones de las democracias liberales y otra las de las llamadas democracias populares. Pero no quisiera yo hoy enredarme en el tema constitucional del que deliberadamente pretendo huir en mis pr¨®ximos art¨ªculos. Y no porque est¨¦ resuelto -que estamos todav¨ªa muy lejos de esa meta sino porque pienso que ya va siendo hora de que empecemos a descender desde el olimpo constitucional a las preocupaciones m¨¢s intrascendentes y perentorias de los espa?oles todos.
Tenemos en este pa¨ªs, pendientes de soluci¨®n. infinidad de problemas. Esto mismo les ocurre a todos los dem¨¢s pueblos Y naciones del universo mundo en distintos grados e intensidad. Ni nosotros ni ellos los vamos a resolver todos nunca jam¨¢s. Pero unos y otros andamos aqu¨ª con el prop¨®sito de mejorar las condiciones de vida de la materia y del esp¨ªritu que para algo nos autocalificamos de seres racionales.
Y entre esos centenares de problemas unos son m¨¢s urgentes que otros. unos reclaman por muchas razones de toda ¨ªndole una atenci¨®n m¨¢s inmediata. El individuo. la sociedad y el Estado -por ese orden y no a la inversa- tienen en nuestro caso concreto una deuda pendiente con un sector de la poblaci¨®n espa?ola que porcentualmente representa m¨¢s del 10% del total de nuestros conciudadanos. Con esto quiero decir que me refiero a varios millones de habitantes.
Se trata de los espa?oles que han alcanzado la tercera edad. la edad de la jubilaci¨®n. La sociedad en todos los tiempos ha marginado siempre a sus mayores. pero hoy esa marginaci¨®n es quiz¨¢ m¨¢s hiriente porque la ciencia y la t¨¦cnica han prolongado la juventud de los m¨¢s viejos.
Sin embargo. el motivo que me trae hoy aqu¨ª no es el sociol¨®gico resultante de esa nueva condici¨®n de la vejez en sus m¨²ltiples aspectos. El problema en concreto es el de los jubilados espa?oles. el de fos que malviven de pensiones rid¨ªculas estabilizadas en una ¨¦poca de inflaci¨®n primaveral. Porque si bien este problema se plantea a escala universal, en nuestro caso es, como digo, m¨¢s grave y apremiante que alcance pronto una soluci¨®n.
La sociedad espa?ola se ha hecho consumista durante estos ¨²ltimos quince a?os y ha alcanzado unas cotas de progreso que nos acercan a los pa¨ªses m¨¢s adelant¨¢dos. El precio que se ha pagado por ese relativo bienestar general es de todos conocido. Horas interminables. sindicatos verticales. silencio por las Injusticias. fiscalidad regresiva. Y durante los a?os de posguerra. hoy olvidados por las generaciones m¨¢si¨®venes. paro. hambre yjornadas laborales de muchas horas extraordinarias.
Esa, generaci¨®n marginada en raz¨®n de su edad de las expectativas de futuro ha hecho posible un pa¨ªs industrializado. con mayores posibilidades de trabajo y bienestar para un n¨²mero mayor de sus conciudadanos por muchas que sean en este momento concreto las dificultades de nuestra econom¨ªa. Un pa¨ªs con m¨¢s escuelas y universidades. con mejores medios de comunicaci¨®n. mejor vestido Y alimentado y con m¨¢s horas libres para el descanso y el ocio.
Este pa¨ªs tan inmensamente injusto todav¨ªa ha creado durante estos ¨²ltimos a?os una infraestructura. una r¨ªqueza en hombres mejor preparados y medios m¨¢s eficaces que permite la esperanza de una sociedad m¨¢s justa en el futuro.
Pero ese ?milagro? espa?ol lo han hecho, mal que bien. esos espa?oles que andan hoy por la edad de la jubilaci¨®n. Ellos son los responsables de que sus hijos y nietos vivan una vida m¨¢s amable. menos dram¨¢tica, m¨¢s optimista que la que ellos vivieron.
Ahora que tanto hablamos de un nuevo modelo de sociedad socalista o liberal- para el futuro de los espa?oles no estar¨ªa de m¨¢s que empez¨¢semos por hacer la vida m¨¢s amable a quienes se dejaron la suya en ese esfuerzo tit¨¢nico de reconstruir el pa¨ªs. Quiz¨¢ haya que construir menos escuelas menos carreteras. Quiz¨¢ haya que consumir menos gasolina y gastar menos en lujos superfluos. Quiz¨¢ el precio consista en que vivamos todos un poco peor para que sus pensiones sean m¨¢s altas.
Este pa¨ªs que empieza a oler a dernocracia. que grita su libertad todos los d¨ªas aun cuando no pueda ejercerla todav¨ªa. tiene un deuda pendiente con sus mayores. Sin esta primera solidaridad con ellos es posible que construyamos un pa¨ªs m¨¢s rico en el futuro. Pero mucho m¨¢s injusto para quienes lo hicieron posible.
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