La Asamblea Nacional portuguesa condena la detenci¨®n
La actualidad espa?ola parece despertar en la prensa portuguesa un inter¨¦s tan sostenido como repentino. Desde la visita de Adolfo Su¨¢rez a Lisboa, las noticias provenientes del vecino pa¨ªs han saltado a la primera plana de la prensa escrita, de la radio y televisi¨®n, ocupando espacios destacados que ning¨²n otro acontecimiento mundial parece capaz de arrebatarles.El acontecimiento que ha suscitado la m¨¢s viva emoci¨®n ha sido la detenci¨®n de Santiago Carrillo. No es casualidad si el mismo d¨ªa la Asamblea de la Rep¨²blica, un¨¢nime (caso cada vez m¨¢s raro en la cr¨®nica parlamentaria portuguesa), ha pronunciado su repudio por la detenci¨®n del l¨ªder del PCE.
El socialista A Luta titulaba, a todo lo ancho de su primera plana, ?detenci¨®n de Santiago Carrillo agrava la tensi¨®n en Espa?a?. Cada d¨ªa los peri¨®dicos se hacen eco de las protestas nacionales e internacionales. Las excelentes relaciones existentes entre el partido de Mario Soares y el PCE explican, en parte, esta sensibilidad. El propio Partido Comunista portugu¨¦s, por su parte, ha querido subrayar que las divergencias existentes entre ¨¦l y el partido hermano no obstan una clara toma de posici¨®n de solidaridad antifascista y de internacionalismo proletario.
Intervenci¨®n Socialista, grupo de opini¨®n que pasa por expresar puntos de vista pr¨®ximos de los militares Meloantunistas que orientan el Consejo de la Revoluci¨®n, ha divulgado a este respecto un extenso comunicado que critica el apresuramiento demostrado por algunos en dar cr¨¦dito a las declaraciones democratizantes y liberales del actual r¨¦gimen espa?ol. Seg¨²n Intervenci¨®n Socialista hechos como la detenci¨®n de los dirigentes del PCE muestran la distancia que separa el dicho del hecho.
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