Separarse gratis
El cardenal Taranc¨®n ha decidido que los tribunales eclesiasticos renuncien a sus honorarios por separar a la gente. Con raz¨®n escrib¨ª yo aqu¨ª el otro d¨ªa que a este se?or habr¨ªa que enviarle un nacimiento completo, porque, como es rojo, a lo mejor se le olvidaba que est¨¢bamos en navidades.El padre Aradillas, de paso que me confiesa, suele contarme eso de los tribunales eclesi¨¢sticos de separaci¨®n matrimonial, que dicen que son una cosa para ricos. Yo, que practico el materialismo hist¨®rico entre horas, no creo, sin embargo, que la Iglesia espa?ola hiciese eso por dinero.
-Las altas tarifas eclesi¨¢sticas puede que fuesen una ¨²ltima defensa del matrimonio- le digo.
Ya que la gente quiere separarse -se dir¨ªan los tribunales ¨¦sos-, pong¨¢moslo caro para que s¨®lo se separen los ricos, que como de antemano est¨¢n condenados, pues da lo mismo. En esto que entra Miret Magdalena y tambi¨¦n le pido confesi¨®n, pero me dice que ¨¦l es laico. Ahora con el su¨¦ter no se les distingue. Todos parecen Paco Garcia Salve.
-Vayamos al Evangelio- dice.
Eso, vayamos al Evangelio, como don Torcuato Fern¨¢ndez Miranda, que siempre que quiere saltarse un contrafuero, en las Cortes, acude a los Evangelios. Desenfunda del Evangelio la espada saducea, frente al paraguas ultra, como un Sandok¨¢n de la reforma, y ya est¨¢. Emilio Romero se lo reprochaba el otro d¨ªa en una carta, pero me parece que no es momento. Don Torcuato se est¨¢ ganando el prestigio pol¨ªtico e hist¨®rico a paraguazos.
En los Evangelios se dice que es tan dif¨ªcil que un rico vaya al cielo como que un camello pase por el ojo de una aguja. Efectivamente para ir al cielo de la libertad sexual y librarse de ese valle de l¨¢grimas que dicen es el matrimonio, los ricos espa?oles ten¨ªan que pasar por el ojo de la aguja de los tribunales eclesi¨¢sticos, como Camellos de oro y en ese ejercicio sol¨ªan dejarse la cartera.
Llamo a todos los curas y te¨®sofos que conozco. Mart¨ªn Descalzo, Pepe Lozano, Bernardino Mart¨ªnez Hernando, Aranguren. Resulta que todos est¨¢n muy ocupados colg¨¢ndose regalos al ¨¢rbol de Noel. Se han vuelto paganos. Y la culpa la tiene Taranc¨®n, que es el que les enreda.
Lo que m¨¢s me gusta del p¨¢rrafo evang¨¦lico es la equiparaci¨®n de un rico con un camello. Es un principio de demagogia cristiana que la Iglesia debiera haber desarrollado m¨¢s. Camellos o no, parece que bastantes ricos van al cielo.
-Intervi¨² y Cambio 16 publican esta semana con detalle ¨¦l Imperio financiero de los Oriol- me dice el quiosquero.
Como a las se?oras de los millonarios no suele gustarles demasiado estar casadas con un camello, que es una cosa impresentable en las embajadas, aunque sean ¨¢rabes, e inc¨®modo en la alcoba, pues solicitan de la Iglesia la separaci¨®n de cuerpos o de camellos. La otra noche me lo dijo Sarit¨ªsima:
-Lo que m¨¢s me desean mis fans es que se me arregle lo del divorcio.
-Pues ahora, adem¨¢s, se te va a arreglar gratis, Antonia.
Lo que pasa es que Taranc¨®n, con ese decreto que se ha sacado nos va a enviciar a la clase obrera. Los pobres no se separaban nunca de su pobre, o, como dir¨ªa Alvaro de Laiglesia, de su pobra, por falta de recursos entre otras cosas, que lo que tiene unidas a muchas familias modestas, m¨¢s que la fidelidad o el amor, es el cocidito madrile?o repicando en la buhardilla y cantado por Pepe Blanco, un camp que ahora se viste de sota de oros para salir en lo de I?igo.
Tanto en los pa¨ªses socialistas como en los capitalistas y en los s¨ªndicoverticales, alos pobres se les predica fidelidad matrimonial, porque si n un proletariado estable, la producci¨®n del acero est¨¢ siempre en peligro, y aqu¨ª lo que importa es la producci¨®n de acero, que USA y URSS van a reiniciaren este a?o de paz la escalada armamentista.
Yo creo que est¨¢bamos bien como est¨¢bamos. La separaci¨®n tiene que ser cara y para ricos. Que adem¨¢s los ricos son m¨¢s lujuriosos. Los pobres que sigan siendo pobres hasta que la muerte los separe.
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