El Valencia, un coloso con pies de barro
El Atl¨¦tico de Madrid hundi¨® en Mestalla a un coloso con cabeza -Rep, Diarte y Kempes- de oro, cuerpo -Juan Carlos, Saura y Tirapu- de bronce, y pies -Balaguer, Carrete, Cordero, Castellanos y Cerver¨®- de barro. Los rojiblancos, en tres arremetidas truncaron las apetencias de victoria del Valencia. El partido, vibrante, intenso y pr¨®digo en lances, ha de incorporarse con legitimidad al concepto de ?los que crean afici¨®n?.El Valencia comenz¨® el encuentro ebrio de bal¨®n. Luis hab¨ªa dispuesto f¨¦rreos marcajes al tr¨ªo ofensivo. 'Marcelino persegu¨ªa a Kempes, Cap¨®n a Rep y Eusebio a Diarte. Pereira, segundo de Eusebio en el marcaje de ?Lobo? Diarte, se multiplicaba en los aleda?os del ¨¢rea de Reina. Los rojiblancos necesitaron contar con un gol -tan meritorio para Leal como desgraciado para la zaga del Valencia- para asentarse en el campo. Hasta el minuto diecisiete, el Atl¨¦tico de Madrid s¨®lo hab¨ªa trabajado en defender su marco con unas l¨ªneas descompuestas por las avalanchas del juego rival.
El Valencia super¨® la crisis del gol en contra para doblar el empe?o en batir a Reina. Pero tropez¨® con dos circunstancias desfavorables. La l¨ªnea media rojiblanca, aun sin crear juego, se convert¨ªa en el primer filtro por el que deb¨ªa pasar el f¨²tbol local. Leal y Juan Carlos empalidec¨ªan en un marcaje severo, Rob¨ª luchaba hasta la extenuaci¨®n y Alberto -nervios templados e ideas claras- domaba el bal¨®n en sus pies para dirigirlo con precisi¨®n a alg¨²n compa?ero. El Valencia, sin embargo, erraba en el centro de balones al tr¨ªo de ataque. Juan Carlos serv¨ªa a Rep con irregularidad y Tirapu acced¨ªa con dificultad a las, peticiones de Kempes. Saura se erig¨ªa as¨ª en el jugador clave de esa zona.
La zaga del Valencia merece comentario al margen. Los pies de barro del coloso de Mestalla se deshicieron frente a una delantera que se acerc¨® con peligro al marco de Balaguer en cinco oportunidades, tres de las cuales resultaron fruct¨ªferas. Carrete comprendi¨® tarde que por su banda se abr¨ªa con frecuencia un pasillo que pod¨ªa recorrer sin oposici¨®n; Cordero prest¨® atenci¨®n distra¨ªda a su par; Cerver¨® luchaba con Aguilar con ignorancia supina -por ambas partes- del reglamento; y Castellanos fue el l¨ªbero desorientado atr¨¢s y lento cuando intent¨® el avance. La fortuna les acompa?¨®, no obstante. Los rojiblancos apenas si contaron con una l¨ªnea de ataque compacta en Mestalla.
Rep perdi¨® una oportunidad de gol en el minuto 35; el bal¨®n se, le escondi¨® entre las piernas. Y Carrete, en el 44;su remate, potente, acab¨® en alg¨²n lugar de las gradas.
En el minuto uno del segundo tiempo, Kempes consegu¨ªa un gol de antolog¨ªa. El coloso pod¨ªa aplastar al Atl¨¦tico. Pero Rub¨¦n Cano encontraba un nuevo somn¨ªfero. Eran dos goles en dos indecisiones de la zaga. Kempes, otra vez, en el minuto 76, volv¨ªa a acercar a su equipo al campo de la victoria. El juego rejuvenec¨ªa un ardor que en ning¨²n momento perdi¨®. En el minuto ochenta es Kempes quien reclama penalti por mano de Pereira dentro del ¨¢rea. Rep, en el minuto 85, compone un remate de cabeza que sale desviado, por escasos cent¨ªmetros. En ese momento el Valencia cierra su cuenta de oportunidades.
Fueron noventa minutos de f¨²tbol jugado en medio campo. El Valencia cont¨® con tres monstruos del ataque en los aleda?os del ¨¢rea de Reina. Estas armas las neutraliz¨® el Atl¨¦tico de Madrid con una defensa serena, eficaz y brillante. Fue un encuentro con dos protagonistas: una delantera poderosa y una zaga modelo.
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