ETA reivindica el atentado contra el empleado de Magefesa

ETA ha reivindicado el atentado que sufri¨® ayer Gonzalo Santos Turrientes, empleado del departamento de seguridad e higiene de la empresa Magefesa, SA, al ser tiroteado, sobre las siete y media de la ma?ana, en la localidad vizca¨ªna de Las Arenas, muy cerca del puente colgante, cuando esperaba el autob¨²s que diariamente le trasladaba a la sede de la f¨¢brica, en Derio (Vizcaya).Al parecer, el se?or Santos fue miembro liberado de ETA desde finales de 1967 hasta 1969 con el sobrenombre de ?Box?. La organizaci¨®n separatista le ha acusado de haber denunciado varias acciones de la misma a la polic¨ªa espa?ola. Tras su salida de ETA, Gonzalo Santos Turrientes vivi¨® exiliado durante cierto tiempo en el sur de Francia y desapareci¨® cuando sus antiguos compa?eros comenzaron a desconfiar de ¨¦l.

El atentado se materializ¨® al descender de un Seat 600, que ocupaban dos personas, un desconocido, que efectu¨® a bocajarro cinco disparos de pistola alcanz¨¢ndole dos de ellos en el abdomen, otros dos en una pierna y el ¨²ltimo en una mano. Seg¨²n algunos testimonios, despu¨¦s del quinto disparo se encasquill¨® el arma, por lo que se dio a la fuga el desconocido en el mismo coche del que hab¨ªa bajado segundos antes. En el lugar del tiroteo fueron encontrados tres casquillos del nueve corto.

Trasladado urgentemente al Hospital Civil de Bilbao, fue intervenido quir¨²rgicamente por espacio de unas seis horas. Su estado fue calificado de extrema gravedad, debido principalmente a las lesiones internas producidas en h¨ªgado, est¨®mago e intestinos, por las dos balas que le alcanzaron en la regi¨®n abdominal.

Gonzalo Santos Turrientes, de 36 a?os, est¨¢ casado y tiene tres hijos de corta edad. Natural de Villafranca de Ordicia (Guip¨²zcoa), reside desde hace dos a?os en la poblaci¨®n vizca¨ªna de Algorta.

En su pueblo natal se le califica como hombre de extrema derecha. Incluso le han llegado a identificar en una foto publicada en la revista ?Mundo?, donde se le ve¨ªa junto a Gorka, un hombre infiltrado en ETA, cuya denuncia impidi¨® la primera fuga, proyectada en la c¨¢rcel de Segovia, e hicieron, posibles las redadas de Barcelona y Madrid, en as que fueron detenidos ?Wilson? y M¨²jica Arregui, entre otros.