Los empresarios franceses desean una Europa unida
Ayer empez¨® en esta capital la reuni¨®n anual de CNPF (Centro Nacional del Patronato Franc¨¦s). M¨¢s de quinientos jefes de empresas grandes, medianas o peque?as, se sentar¨¢n alrededor del plato de resistencia de este c¨®nclave de los patronos franceses: la financiaci¨®n de las empresas y su consecuencia inmediata en la pr¨¢ctica: es decir, las inversiones. La insuficiencia de estas ¨²ltimas, constituye, seg¨²n an¨¢lisis un¨¢nime, un escollo tan serio como la inflaci¨®n y el alto nivel del paro obrero para la reactivaci¨®n de la econom¨ªa.
Las ¨²ltimas encuestas oficiales dec¨ªan que las inversiones, en 1976, aumentaron entre el tres y el 4% despu¨¦s de haber ca¨ªdo un 4% en 1975. Seg¨²n las intenciones expresadas por los jefes de empresa el descenso seria del 2% para el a?o en curso.
La preocupaci¨®n del CNPF por la capacidad financiera de laS empresas viene de lejos: desde que el petr¨®leo revel¨® la crisis econ¨®mica, de la que a¨²n padece el mundo occidental. El primer ministro. Raymond Barre, en su c¨¦lebre y discutido plan del 22 de septiembre de 1976 tuvo en cuenta este cap¨ªtulo, pero m¨ªnimamente respecto a los deseos de las empresas. A ¨¦stas les autoriz¨® a deducir, de los beneficios sujetos a impuestos, los dividendos repartidos entre las acciones emitidas a partir de enero del a?o en curso.
Ayer, el presidente del patronato Francois Ceyrac, en v¨ªsperas de la reuni¨®n anual, insisti¨® en que las inversiones necesarias, con vistas al aumento de la fr¨¢gil competitividad actual de la econom¨ªa, era un problema que en gran parte debiera resolverse con la ayuda del Estado. Pero ayer tambi¨¦n, Raymond Barre se preocup¨® de advertir a los patronos: ?En 1977 — dijo— no habr¨¢ balance global de la econom¨ªa, sino que se ayudar¨¢ a algunos sectores solamente.?
La intransigencia del primer ministro. a pesar de todas las criticas para defender su plan (yugular la inflaci¨®n, a costa incluso del empleo y del desarrollo), hace pensar que las sociedades francesas sobrevivir¨¢n como puedan los meses pr¨®ximos. Ayer, en sus declaraciones. Ceyrac ya admiti¨® que la ayuda global a la econom¨ªa quiz¨¢ ?no sea posible hasta que la inflaci¨®n no haya sido amaestrada?. Pero el problema del desarrollo, es decir, la cuesti¨®n m¨¢s concreta de las inversiones por parte de las diversas industrias, en Francia, en la coyuntura presente, no es s¨®lo t¨¦cnica, sino sicol¨®gica y pol¨ªtica. Los conflictos sociales (para los 25, 26 y 27 de este mes se han anunciado huelgas de veinticuatro horas en los diversos ramos del sector p¨²blico), los sondeos de opini¨®n desfavorables para el presidente, las divisiones en la mayor¨ªa gubernamental y, todo esto, en v¨ªsperas de elecciones en las que a la izquierda se le conceden posibilidades de ¨¦xito, son tambi¨¦n una raz¨®n explicativa del clima de de presi¨®n que impera en la econom¨ªa gala.
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