La novela de Marruecos
En 1921 el desastre de Annual golpe¨® con la fuerza del estupor y la tragedia la adormecida conciencia de los pol¨ªticos espa?oles. Sus consecuencias se eslabonaron en una sucesi¨®n de hechos que a¨²n hoy revelan, si la sabemos buscar, su dependencia de aquel aldabonazo: problema de las responsabilidades. Dictadura de Primo de Rivera, ca¨ªda de la Monarqu¨ªa. Rep¨²blica...
Literariamente, el alzamiento rife?o y los terribles acontecimientos, como el asedio y ca¨ªda de Monte Arruit, inspiraron m¨¢s de una pluma en relatos breves y largos -Los caballeros de Alc¨¢ntara en las tierras de odio y sangre, de Antonio de Lezama; Bajo el sol enemigo, de Antonio de Hoyos y Vinent; Lupo, sargento, de Carlos Mic¨®, etc¨¦tera en los que predomina el acercamiento al reportaje, cuando no una patrioter¨ªa desacorde con lo que los propios hechos proclamaban.
El Blocao
Biblioieca Cultural de RTVE. Organismos internacionales. 159 p¨¢ginas. Editorial Prensa Espa?ola. Editorial Magisterio Espa?ol.
Jos¨¦ D¨ªaz Fern¨¢ndez
I. La emigraci¨®n republicana II. Guerra v pol¨ªtica III. Revistas, pensamiento. Educaci¨®n.
Editorial Turner
Madrid, 1976.
A los grandes novelistas del momento no pareci¨® tentarles el tema. Son las gentes pr¨®ximas a los veinte a?os, testigos de alguna proximidad, los que recog¨ªan el impacto marroqu¨ª: entre ellos, Ram¨®n J. Sender con Im¨¢n, una de sus mejores novelas situable a la cabeza de las publicaciones de su tiempo y Barca, con una parte de su trilog¨ªa La forja de un rebelde.
(Cabr¨ªa recordar tambi¨¦n aunque de posterior redacci¨®n, La historia del cautivo, de Juan Antonio Gaya Nu?o, briosa y desconocida novela publicada en 1966 en M¨¦xico). Ha quedado fuera la que motiva estas l¨ªneas por su reciente reedici¨®n. El blocao, de Jos¨¦ D¨ªaz Fern¨¢ndez, tan atinada en la elecci¨®n de tema que vio agotada su edici¨®n con una rapidez inusitada en su momento.
Para un estudioso de la literatura, amigo de clasificaciones, Jos¨¦ D¨ªaz Fern¨¢ndez aparece como un escritor que, junto a otros, prefigura un grupo coet¨¢neo, y divergente en sus prop¨®sitos b¨¢sicos, de la resuelta vanguardista. (Junto a ¨¦l podr¨ªa ponerse a su amigo Arderius a Arconada, a la posterior incorporaci¨®n de Carranque de R¨ªos.)
Pep¨ªn D¨ªaz Fern¨¢ndez, como era llamado por amigos y conocidos, se aleta de la vanguardia por su creciente convicci¨®n de que al escritor le llaman los clarines de la pol¨ªtica entendida como amplio movimiento de las masas hacia un ideal progresivo: ?Hacer literatura vital e interesar en ella a la muchedumbre?. Acci¨®n militante del escritor que puede perseguirse en sus colaboraciones de El Sol y Crisol y en la revista que fundara en 1930 Con Arder¨ªus y Antonio Espina. La Nueva Espa?a. Frente a la literatura de vanguardia, una ?literatura avanzada?, seg¨²n su propia denominaci¨®n.
Sin embargo, su estilo es muy af¨ªn a las escuelas vanguardistas a las que volv¨ªa la espaIda en la utilizaci¨®n de un a prosa donde la gran preocupaci¨®n de la hora literaria, la captura de la imagen, es deber definitorio del escritor. (?La herida de piedra de las aspilleras?, ?la cabila era una vedija verde entre las calaveras mondadas de dos lomas?, ?el p¨¢rpado abierto de una aspillera?.)
Se observa, con todo, que la met¨¢fora ha pasado a un plano secundario: ayuda al estilo y a la elevaci¨®n art¨ªstica de la prosa, no es finalidad en s¨ª, lo que quiere darnos. As¨ª lo declara conscientemente en el pr¨®logo a la segunda edici¨®n que apenas se distancia tres meses de la primera.
Prosa r¨¢pida, directa, humanizada, atenta a problemas vivos,todav¨ªa no ha alcanzado los tonos sociales. combativos, de un Arconada, por ejemplo. (EI relato m¨¢s endeble del libro es Magdalena roja, folletinesco e inconvincente a pesar de la exactitud de los ambientes.)
Podr¨ªamos decir que D¨ªaz Fern¨¢ndez no quiso escribir un libro de cuentos sino un libro ?en cuentos?, una especie de nueva forma de novela sin la hilaci¨®n epis¨®dica cl¨¢sica pero con el mantenimiento de ambientes y personajes que dan unidad novelesca a los siete relatos de su libro. D¨ªaz Fern¨¢ndez conoc¨ªa bien los derroteros que llevaba una novela multitudinaria en su tiempo, ?el bodrio pornogr¨¢fico o la ?o?ez espolvoreada de az¨²car sentimental?. Tra¨ªa una prosa nerviosa y unas narraciones sin hojarasca que a cr¨ªticos y p¨²blico les recordaban el Barbusse de El fuego o los novelistas rusos recientemente conocidos. La vida del soldado en Marruecos en lo cotidiano o asaltada por lo extraordinario se concreta en an¨¦cdotas que tienen tras si un fondo antimilitarista y protestatario.
Victor Fuentes presenta esta edici¨®n con palabras bien documentadas, orientadoras, respecto a la personalidad humana y literaria de este innovador en su momento de la prosa narrativa.
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