Las reflexiones de un escritor
Si la publicaci¨®n en 1966 de la novela Se?as de identidad, de Juan Goytisolo, se?al¨® un dram¨¢tico giro sobre si rnismo de uno de los escritores espa?oles m¨¢s inte resantes de la postguerra, indicio, adem¨¢s, claro y contundente de la liquidaci¨®n final de un cierto modo de entender un realismo cr¨ªtico demasiado apegado a for mas parasitarias de expresi¨®n, la aparici¨®n en Par¨ªs -Ruedo Ib¨¦rico- de El furg¨®n de cola, signific¨® la toma de conciencia cr¨ªtica sobre la realidad y la cultura de la Espa?a contempor¨¢nea de un escritor cuya voluntad ensay¨ªstica hasta entonces, se hab¨ªa expresado muy d¨¦bilmente. Elfurg¨®n de cola, en cambio, era una reuni¨®n de ensayos excelentemente estructurados, fruto de una reflexi¨®n seria y profunda, cuya lectura quiz¨¢ nos hubiera venido bien a todos en aquellos confusos -m¨¢s que ahora, que ya es decir- tiempos. Ahora, en este momento en que a trancas y barrancas recuperamos una parte importante, al menos, de nuestra herencia maldita, nos llega esta primera edici¨®n en Espa?a del libro. Viene acompa?ando la edici¨®n espa?ola del mejor Goytisolo: el de Se?as de identidad, el de Reivindicaci¨®n del conde don Juli¨¢n, el de Juan sin tierra.En Espa?a no estamos acostumbrados a que los creadores literarios reflexionen por escrito sobre su arte y sobre la sociedad en la cual est¨¢ inscrito. Con unas cuantas excepciones -Antonio Machado, Luis Cernuda, a su modo, Unamuno- los escritores espa?oles son parcos a la hora de tratar de generar un sistema conceptual que ayude a explicar su obra o su comprensi¨®n de la obra ajena. Afortunadamente, Juan Goytisolo no pertenece a.su iradici¨®n. Los ensayos de El furg¨®n de cola, y los que aparecen en algunas revistas especializadas o de informaci¨®n general, nos lo muestran como un creador literario atento siempre a la indagaci¨®n de los c¨®mos y los porqu¨¦s de las cosas.
El furg¨®n de cola
de Juan GoytisoloEditorial Seix Barral Barcelona, 1976
Cuando habla de la Censura, de Larra de Cernuda, del Padre Las Casa;, Juan Goytisolo est¨¢ reflexionando sobre la m¨¢s honda realidad de la vida espa?ola. Juan Goytisolo es cualquier cosa menos un cr¨ªtico complaciente. Su exigencia viene motivada por la conciencia de la obsequiosa y est¨¦ril bonhom¨ªa human¨ªstica, por la tendencia al gui?o compadre que ha tenido -y tiene- una gran parte de nuestra cr¨ªtica cultural, a la derecha y a la izquierda. El furg¨®n de cola es, en ese sentido, un tremendo ajuste de cuentas- con el conformismo vagoroso que ha alimentado a tantos intelectuales espa?oles. Su dura revisi¨®n del 98, su despiadado poner los puntos sobre las ies, sobre nuestra literatura de postguerra, son esencialmente justos y certeros. La cr¨ªtica oficial -y no me refiero con ello solamente a la cr¨ªtica ?adicta?- no puede sentirse c¨®moda ante un libro que ayuda a destruir, de manera implacable, tantos ?clis¨¦s? bienpensantes de nuestra historia y de nuestra cultura. Juan Goy¨²solo aqu¨ª, como en sus novelas, demostrando as¨ª una espl¨¦ndida coherencia entre su teor¨ªa y su pr¨¢ctica literaria, se esfuerza por quitarnos de los ojos tantas telara?as que enturbian nuestra visi¨®n de la -sociedad espa?ola y sus manifestaciones. Tambi¨¦n ¨¦l es -y ese es uno de los timbres de honor de su personalidad literaria- un ?desenga?ador de las Espanas?.
Las ideas que Juan Goy¨²solo expresa en El furg¨®n de cola, deber¨ªan abrir un amplio debate entre los intelectuales en esta hora especialmente ambigua. Aunque sea con diez a?os de retraso. Pocas palabras de Juan Goytisolo en este libro han perdido. vigencia. Aunque tengamos la tentaci¨®n de creer que bastantes de sus afirmaciones est¨¢n superadas, una m¨¢s atenta lectura nos dir¨¢ que pueden ser discutibles, irritantes incluso, pero que no tienen nada de muertas. Son el fruto de una visi¨®n que se esfuerza por no ser f¨¢cilmente ¨¢cida por no caer en t¨®picos regeneracionistas, sino por abrir una discusi¨®n sin tab¨²es sobre nosatros mismos. A las culturas que vienen dentro del Estado espa?ol les urge una revisi¨®n de sus supuestos pol¨ªticos e ideol¨®gicos.
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