Malasa?a, una simple rectificaci¨®n de alineaciones
Desde el a?o 1949 hasta el 26 de enero pasado, el Plan Malasa?a ha sido una especie de constante en la vida madrile?a. Primero, la existencia, en la planificaci¨®n prevista, de una Gran V¨ªa Diagonal y, despu¨¦s, el tratamiento diferenciado para dos tipos de manzanas han venido provocando reacciones de todo tipo, tanto desde el punto de vista vecinal -hubo un tiempo en que se llegaron a crear asociaciones de afectados por la Gran V¨ªa Diagonal-, como desde el punto de vista corporativo, a nivel de colegios profesionales.El plan del 49 se qued¨® viejo por necesidad. La planificaci¨®n de una Gran V¨ªa que un¨ªa en su trazado la plaza de Santa B¨¢rbara y la de Espa?a, a trav¨¦s de todo el sector de Malasa?a, se hab¨ªa hecho en funci¨®n a unas previsiones de tr¨¢fico y a la creencia -seg¨²n la filosof¨ªa urban¨ªstica de aquel entonces- de que lo mejor era canalizar una gran afluencia de tr¨¢fico hacia el centro de las ciudades, a trav¨¦s de grandes corrientes de veh¨ªculos. Pero esa filosof¨ªa ya se ha visto cambiada y ahora a lo que tienden los grandes expertos en el equipamiento de zonas para el paso de veh¨ªculos, es a dificultar el acceso.
Esta raz¨®n fundamental y las b¨¢sicamente econ¨®micas de llevar adelante un plan que, a base de expropiaciones, supon¨ªa un desembolso para el erario p¨²blico que dific¨ªlmente se pod¨ªa soportar, fueron las que motivaron la supresi¨®n de la Gran V¨ªa Diagonal en la planificaci¨®n del sector Malasa?a.
Pero qued¨® -y alcanz¨® la aprobaci¨®n inicial del Ayuntamiento de Madrid- un plan que contemplaba un tratamiento diferenciado para las distintas manzanas que comprenden el sector. De las 46 manzanas previstas como definitivas, despu¨¦sde la rerinodelaci¨®n consiguiente, seis se consideraban como de edificaci¨®n abierta, esto es, con la reserva de una parte de los solares correspondientes como destinada a zonas verdes particulares o semip¨²blicas, con conexi¨®n directa con las v¨ªas peatonales.
A pesar de que, por lo menos en esas seis manzanas, y habida cuenta de la reducci¨®n de vol¨²menes de edificaci¨®n que trae consigo la edificaci¨®n abierta, la especulaci¨®n sobre el terreno quedaba ampliamente limitada, el establecimiento de un plazo de cinco a?os para la reconversi¨®n de estas manzanas a los supuestos que contemplaba el Plan, a partir de la aprobaci¨®n definitiva del mismo, hizo a los vecinos empezar a temer por la seguridad de su alojamiento. Se calculaba que, de llevarse a efecto el plan en estos t¨¦rminos, ser¨ªan unas 35.000 personas las que deber¨ªan abandonar la zona para dejar paso a la construcci¨®n de los nuevos tipos de viviendas que, seguramente, ser¨ªan habitadas en el futuro por personas distintas. Adem¨¢s, el n¨²mero de viviendas se reduc¨ªa en gran medida. De las 1.569 que existen actualmente, se pasar¨ªa a 1.267 -si cada vivienda era de sesenta metros cuadrados- o a 841 -si se constru¨ªan con una superficie por vivienda de noventa metros cuadrados- Supone esto una reducci¨®n del 19,25 %.
Las 932 alegaciones presentadas ante el Ayuntamiento de Madrid hicieron remodelar el Plan antes de su aprobaci¨®n provisional -el 26 de enero pasado- y dar un tratamiento unitario a las 46 manzanas totales del sector, tal como debe quedar una vez efectuada la rectificaci¨®n de alineaciones que supone. Ahora, el Plan Especial del Sector Malasa?a ha pasado a ser similar a otros muchos de los que existen en el t¨¦rmino municipal de Madrid: una simple rectificaci¨®n de alineaciones en el momento en que en un solar determinado, se construya una nueva casa. Y para ello, aplicando el art¨ªculo sesenta del texto refundido de la ley del Suelo, no se podr¨¢n alegar razones propias del plan, sino ¨²nicamente, las que se deriven de la vejez de las casas.
El nuevo plan
La aprobaci¨®n provisional de Plan, en el Pleno del Ayuntamiento madrile?o, se hizo con una serie de modificaciones sobre la memoria inicial. Las variaciones fundamentales sobre el Plan consisten en dar un tratamiento unitario a las 46 manzanas de viviendas, la desaparici¨®n de un plazo fijo para la ejecuci¨®n de Plan y la anulaci¨®n del proyecto de la Gran V¨ªa Diagonal Con estas variantes, el Plan apenas difiere del Plan General del Casco Antiguo de Madrid.
La edificaci¨®n de las 46 manzanas de viviendas ser¨¢ cerrada, es decir, que desaparecen los edificios con patios interiores ajardinados, las nuevas casas no superar¨¢n las seis alturas y se potenciar¨¢ al m¨¢ximo las zonas verdes, en la memoria aprobada se destinan 40.000 metros cuadrados a zonas verdes.
En cuanto al plazo de ejecuci¨®n para el Plan, no existe ninguna fecha determinada. Las informaciones de Gerencia Municipal de Urbanismo, respecto a este punto aseguran que el Plan no ser¨¢ en ning¨²n caso motivo ni para la demolici¨®n de las fincas ni para su inclusi¨®n en el Registro de Solares. Una finca se ver¨¢ afectada por el Plan, cuando est¨¦ en situaci¨®n ruinosa o cuando, por los motivos que fueran, el propietario del edificio decida demolerlo. Con ello, parece ser que se pretende atemperar la ejecuci¨®n del Plan a los normales desenvolvimientos urbanos, econ¨®micos y sociol¨®gicos de la zona, adem¨¢s de no erradicar a la poblaci¨®n que all¨ª existe actualmente.
Finalmente, hay que se?alar que a los propietarios de las fincas afectadas por viales se les aplicar¨¢ el sistema de cooperaci¨®n, mientras que en las zonas verdes se compensar¨¢ a los propietarios.
La lista de edificios a conservar por su inter¨¦s hist¨®rico-art¨ªstic¨® dentro del Plan son los siguientes: Paraninfo de la Universidad Central (mientras que los edificios de su entorno desaparecen, como son el Instituto Cardenal Cisneros y el Patronato de Igualdad de Oportunidades), el Palacio situado en el n¨²mero 42 de la cal le del Pez, Ministerio de Justicia, Tribunal de Cuentas, Iglesia de San lldefonso, Museo Municipal, Museo Rom¨¢ntico, los palacios de las calles Mej¨ªa Lequerica y San Mateo y una casa ubicada en el n¨²mero siete de la calle de la Florida.
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