Debate en los Comunes sobre las deportaciones y la autonom¨ªa regional

El Gobierno laborista se enfrentar¨¢ el martes pr¨®ximo a dos debates cruciales para su futuro: uno sobre la ley de devoluci¨®n de poderes a Escocia y Gales, y otro, sobre las ¨®rdenes de deportaci¨®n contra dos escritores norteamericanos. En el m¨¢s crucial de los dos, los parlamentarios votar¨¢n una resoluci¨®n gubernamental sobre la aplicaci¨®n de la guillotina a la ley de devoluci¨®n.

Si el prop¨®sito de limitar el tiempo de debate de la ley no triunfa, es muy posible que Callaghan decida retirar el proyecto actual. Las posibilidades de derrota son m¨ªnimas pero ciertas, sobre todo desde que los nacionalistas de Escocia y Gales se han enfrentado a la Administraci¨®n al anunciar ¨¦sta que el refer¨¦ndum que iba a seguir a los debates parlamentarios s¨®lo iba a tener car¨¢cter consultivo. La necesidad que tiene el Gobierno de introducir cuanto antes esta ley no responde s¨®lo a su deseo de descentralizar la pol¨ªtica brit¨¢nica. Los laboristas tienen prisa sobre todo porque un fracaso en su estrategia autonomista disminuir¨ªa su fortaleza electoral, especialmente en Escocia.

El convencimiento conservador de que una derrota gubernamental en este caso pondr¨ªa m¨¢s claras sus perspectivas de triunfo en unas posibles elecciones generales hasido uno de los factores que han dilatado este debate devolucionista m¨¢s delo que el Gobierno cree preciso.

El otro tema que dividir¨¢ el martes a los diputados brit¨¢nicos es el de las deportaciones del ex agente de la CIA Philip Agee y del periodista norteamericano Mark Hosenball, acusados ambos ole atentar contra la seguridad del Reino Unido.

El debate de los Comunes sobre este caso no afectar¨¢ para nada la doble deportaci¨®n, que se llevar¨¢ a cabo a finales de este mes, cuando ambos norteamericanos decidan a qu¨¦ pa¨ªs desean trasladarse.

Los problemas parlamentarios de los laboristas est¨¢n agravados en estos momentos por la existenc¨ªa de acusaciones contra el ex l¨ªder Harold Wilson, hechas por antiguos ayudantes suyos. La ¨²ltima ha sido la que se refiere a la fundaci¨®n creada en 1971 para financiar los gastos del entonces l¨ªder de la oposici¨®n.

En la fundaci¨®n contribu¨ªan a partes desiguales empresarios y personalidades afectas al laborismo. Ayer, algunos de los implica dos han defendido su acci¨®n diciendo que ellos no trataban, de comprar los servicios del partido y, que a cambio de su ayuda, nunca pidieron nada. En efecto, su contribuci¨®n al partido laborista no fue secreta cuando se produjo, y se organiz¨® para compensar la pobreza de la pensi¨®n que suelen recibir los l¨ªderes de los dos principales partidos cuando est¨¢n en la oposici¨®n. Para todos sus gastos, Wilson recib¨ªa oficialmente, cuando se hallaba en esa situaci¨®n, unas 600.000 pesetas anuales. Hasta la izquierda laborista ha salido en defensa de Wilson.