Silencio de la Casa Blanca ante las acusaciones contra Hussein

La Casa Blanca rehus¨® ayer confirmar o denegar la informaci¨®n aparecida en el diario The Washington Post de que el rey Hussein de Jordania estuvo durante los ¨²ltimos veinte a?os a sueldo de la Agencia Central de Espionaje norteamericana (CIA).La Casa Blanca inform¨® tambi¨¦n de que todas las actividades del espionaje estadounidense en el extranjero estaban bajo revisi¨®n. ?Esta reorganizaci¨®n, dijo Pow¨¦ll, est¨¢ a punto de ser completada y el presidente Carter, a la vista de los datos obtenidos tomar¨¢ decisiones b¨¢sicas para el futuro de estas actividades?. Ni la CIA, ni el Departamento de Estado comentaron el art¨ªculo del Post.

Dicho art¨ªculo, firmado por Bob Woodward, uno de los reporteros que revelaron en el mismo diario el esc¨¢ndalo Watergate, afirma que el rey Hussein de Jordania recibi¨® ?millones de d¨®lares? en los ¨²ltimos veinte a?os, procedentes de la CIA. S¨®lo en 1976, seg¨²n el Post, Hussein recibi¨® 750.000 d¨®lares (m¨¢s de cincuenta millones de pesetas).

Habitualmente, el dinero era entregado en met¨¢lico al monarca por el jefe de la estaci¨®n de la CIA en Amman. A cambio de estos pagos, siempre seg¨²n el art¨ªculo de Woodward, el espionaje norteamericano pudo actuar libremente en Jord¨¢nia durante los ¨²ltimos cuatro lustros, e incluso la CIA recibi¨® informaci¨®n del propio Hussein, quien al decir de las fuentes que revelaron la historia, consideraba este dinero simplemente como ?otra modalidad? de la ayuda norteamericana a Jordania.

Hussein ten¨ªa s¨®lo veinti¨²n a?os cuando comenz¨® a ser un beneficiario de la ayuda de la CIA, lo que tuvo lugar. en 1957, bajo la Administraci¨®n republicana de Eisenhower. Gran parte de los lujos a los que tan aficionado es el rey de Jordania (coches deportivos, aviones privados, etc.), y que le valieron su reputaci¨®n de playboy habr¨ªan sido financiados por estos pagos secretos de la agencia de espionaje norteamericana, que tambi¨¦n proporcion¨® compa?¨ªa femenina a Hussein en alguna ocasi¨®n. El Post afirma que el verano pasado, un comit¨¦ especial creado por Ford para investigar la agencia, descubri¨® al presidente esta con exi¨®n entre la CIA y el monarca jordano. Ford ley¨® el informe redactado por el comit¨¦, pero no orden¨® la suspensi¨®n de los pagos.

El secretario de Estado, Cyrus Vance, que se encontraba ayer precisamente en Amman, en el curso de su gira por seis pa¨ªses del Pr¨®ximo Oriente, rehus¨® comentar la informaci¨®n del diario de Washington y declar¨® que el presidente Carter no estaba al corriente de tales actividades de la CIA. Esta misma es la tesis que sostiene Bob Woodward en su art¨ªculo, donde dice que Carter no fue informado por sus antecesores, que supo de la existencia de estos pagos ilegales ¨²nicamente hace unos d¨ªas y que se apresur¨® a ordenar la suspensi¨®n de los mismos.

Por su parte, un portavoz del Gobierno jordano manifest¨® que el art¨ªculo del Post era un conjunto de ?distorsiones y fabulaciones? y que su ¨²nico objetivo era da?ar la imagen del monarca.

Las interpretaciones que circulaban ayer por Washington sobre el porqu¨¦, el qui¨¦n, el c¨®mo y el cu¨¢ndo de este explosivo art¨ªculo, son variadas y contradictorias, aunque nadie califica precisamente de casual el que la fecha de su publicaci¨®n haya coincidido con la tercera etapa del viaje de Vance.

No falta quien atribuye la filtraci¨®n a un intento de colocar a Hussein en una situaci¨®n comprometida, para que ¨¦ste acceda a crear un Estado palestino en la zona occidental del Jord¨¢n.

El tr¨¢gico septiembre negro, en el que la legi¨®n jordana aplast¨® a los guerrilleros palestinos establecidos en Jordania, la no intervenci¨®n de Hussein en la guerra ¨¢rabe-israel¨ª de 1973 y otros muchos acontecimientos protagonizados por Hussein en los ¨²ltimos a?os adquirir¨ªan, de confirmarse la revelaci¨®n del Post, un nuevo car¨¢cter. Y, de momento, ni la CIA ni la propia Casa Blanca han desmentido la historia.

Ni el ex presidente Ford, ni Henry Kissinger ni el antiguo director de la CIA, George Bush, salen muy bien parados del art¨ªculo de Bob Woodward, en el que se dice expresamente que ninguno de ellos inform¨® al nuevo presidente de la existencia de estos pagos secretos al rey Hussein.