?Qu¨¦ hacer con el movimiento?
EL GOBIERNO debe saber que no puede presidir las pr¨®ximas elecciones sin desmontar previamente el aparato del Movimiento_Consecuentemente el Gobierno est¨¢ ultimando un decreto-ley sobre la reforma de Secretar¨ªa General (v¨¦ase p¨¢gina 11). Las elecciones est¨¢n muy pr¨®ximas y ya comienza a ser tarde para la ardua tarea de desguazar ese gigantesco monumento a la burocracia que es el Movimiento.Basta una ojeada a la gu¨ªa telef¨®nica de Madrid para advertir la vasta red que controla Secretar¨ªa General. No es suficiente convertir al ministro secretario general del Movimiento en un ministro sin cartera adjunto a la Presidencia, quitar el yugo y las flechas de Alcal¨¢ 44, y convertir las jefaturas provinciales y locales del Movimiento en delegaciones gubernativas. No, se desmonta el Movimiento modificando las siglas de su organigrama.
El pa¨ªs precisa la seguridad preelectoral de que el aparato del Movimiento no va a apoyar a los partidos neofranquistas. Y particularmente debe estudiarse con sumo cuidado el futuro de las cadenas de prensa, radio y editoriales de Secretar¨ªa General. Se nos escapa para qu¨¦ necesita el Estado espa?ol, la Monarqu¨ªa espa?ola, un par de editoras, dos cadenas de radio y la m¨¢s numerosa red europea de peri¨®dicos. Especialmente si no olvidamos que el Estado ya cuenta con la televisi¨®n y otras cadenas radiof¨®nicas.
As¨ª, podr¨¢ considerarse como test de las intenciones futuras del Gobierno el destino que d¨¦ al sistema de informaci¨®n y propaganda de Secretar¨ªa. Si el Gobierno no juega limpio en este tema, poca confianza cabe albergar en que lo haga en el m¨¢s dif¨ªcil de Radiotelevisi¨®n Espa?ola.
Lo mismo puede afirmarse de servicios de Secretar¨ªa objetivamente tan importantes como las delegaciones de la Secci¨®n Femenina, Juventud o Deportes, que pueden ser utilizadas electoralmente, aun cuando s¨®lo sea en la vertiente de su infraestructura administrativa. Y cabe Ieg¨ªtimamente preguntarse qu¨¦ destino piensa darse a la Guardia de Franco y a la Vieja Guardia, ahora insertadas en Secretar¨ªa General y que obviamente no pueden continuar ligadas a un aparato estatal.
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