"EI movimiento del 3 de marzo ha sido traicionado"
?El d¨ªa 3 de marzo del a?o pasado, marc¨® el cenit, un triste c¨¦nit, de la lucha laboral del movimiento obrero en Vitoria. Entonces se consigui¨® el nivel m¨¢s alto de uni¨®n, de conciencia de clase, de combatividad y protagonismo de la clase trabajadora, a trav¨¦s de asambleas y comisiones de representatividad -sus portavoces- Todo el movimiento aparec¨ªa sostenido por aquellos tres importantes pilares: uni¨®n, concienciaci¨®n y protagonismo. ?Fern¨¢ndez Naves es uno de los l¨ªderes m¨¢s populares de aquella primera fecha importante en la todav¨ªa corta historia industrial de Vitoria, una revoluci¨®n obrera que pag¨® el tributo de cinco muertos en circunstancias todav¨ªa no aclaradas al pa¨ªs.
?Aquellas comisiones representativas, que eran el portavoz de cada asamblea de las f¨¢bricas, est¨¢n muertas o no son representativas de asambleas, porque en muchos casos ¨¦stas no existen. Hoy hay un retroceso en el movimiento obrero a escala de Estado y Vitoria no escapa de ¨¦l. Aqu¨ª se ha sufrido mucho y la ciudad no se ha repuesto a¨²n ni sicol¨®gica ni econ¨®micamente de aquel duro golpe. Se ha vuelto al status anterior, perdi¨¦ndose entre la clase trabajadora de Vitoria el nivel de concienciaci¨®n, de unidad y protagonismo que exist¨ªa hace un a?o. Pero el desinfle obrero no es problema aqu¨ª sino de todo el pa¨ªs. ???Las causas? Se ha perdido la combatividad, la uni¨®n y el protagonismo de la clase trabajadora y la culpa es de los partidos y fuerzas sindicales que han pasado a protagonizar por su cuenta el movimiento obrero. Unos y otros capitalizaron lo conseguido hasta el 3 de marzo. Aquel movimiento fue tratado sectariamente por los grupos que intentan llevar -y lo consiguieron- a sus sindicatos a la mejor clientela. La unidad qued¨® rota y el protagonismo en manos de cuatro l¨ªderes sindicales. ?
Fern¨¢ndez Naves piensa que la poblaci¨®n laboral de Vitoria, y en general la espa?ola, est¨¢ demasiada politizada e inmersa en un gran confusionismo.
?A partir de ahora el Gobierno, los partidos y grupos sindicales dominar¨¢n m¨¢s y m¨¢s, decidiendo menos la clase trabajadora. Aunque hoy existan ¨¢sambleas de f¨¢brica, ya quedan pocas organizadas y aut¨®nomas y en muchos casos est¨¢n vac¨ªas de contenido. El poder que aqu¨¦llas ten¨ªan hace un a?o est¨¢ hoy en manos de las fuerzas pol¨ªticas; ellos deciden lo que necesitan los trabajadores. La clase obrera se ha dejado arrebatar conquistas. ?
En la trampa de la ley
Opina nuestro interlocutor que hoy toda la actividad laboral funciona a trav¨¦s de consignas, planfletos y m¨ªtin es por medio de los cuales son dirigidos los trabajadores.?Hoy han desaparecido muchas comisiones representativas y en su lugar dominan las c¨¦lulas de los partidos pol¨ªticos. A lo largo de toda la huelga, en los mo mentos fuertes de lucha domina ,ba la clase trabajadora; en lo momentos de distensi¨®n, cansancio o retroceso aparec¨ªan los partidos y se adue?aban de la situaci¨®n. Tras el 3 de marzo, el pro ceso se centuplic¨® y ante la total desmoralizaci¨®n, el golpe sufrido por los trabajadores, los partidos asumieron su protagonismo y capitalizaron todos los logros. Es duro decirlo, pero el movimiento del 3 de marzo ha sido traicionado.?
Con respecto a la jornada de celebraci¨®n del primer aniversario de aquel d¨ªa luctuoso, Fern¨¢ndez Naves parec¨ªa un poco optimista el d¨ªa en que fue entrevistado. En aquellos momentos todas las fuerzas pol¨ªticas y sindicales debat¨ªan si llevar un d¨ªa de luto o de lucha en recuerdo de los cinco muertos. El era partidario de realizar algo m¨¢s que un funeral y una huelga general.
?Debido al retroceso de que he hablado antes, en este momento el problema fundamental es que la clase trabajadora va a utilizar el d¨ªa 3 como un d¨ªa de luto -muy bien aconsejada por sus partidos- Pero aquellajornada deb¨ªa ser de lucha, para pensar, a poder ser en una asamblea multitud?naria, lo que hemos perdido y lo que a¨²n tenemos por conquistar.Tenemos, es cierto, los mismos problemas que ten¨ªamos el pasado a?o antes de estallar el conflicto. Pero el pueblo no saldr¨¢ a la calle, no asume, tiene miedo ... ?
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