Jugadores de reyerta

Las declaraciones de Heredia tras su expulsi¨®n, el domingo en Alicante, llegan ya al colmo de lo intolerable. El f¨²tbol con jugadores as¨ª se ha. convertido de siempre en un espect¨¢culo p¨²blico de reyertas en pos de un bal¨®n. La palabra deporte debe borrarse y las noticias resultantes incluidas en la secci¨®n de sociedad -mala educaci¨®n- y sucesos.El argentino del Barcelona -incluso aparte de que Quique fingiera o no el supuesto codazo- pertenece a un grupo de malos profesionales, cuyos modales no se reprimen casi nunca ante los encontronazos, con buena o mala intenci¨®n, pero l¨®gicos, que proporciona el f¨²tbol. Sin ir m¨¢s lejos, las c¨¢maras de televisi¨®n mostraron a toda Espa?a c¨®mo Heredia cruzaba todo el campo, en el reciente Barcelona-Atl¨¦tico de Madrid, para darle una bofetada contenida a Bermejo, delante mismo del ¨¢rbitro Sainz Elizondo, luego de una fuerte. entrada del rojiblanco. Aquello mereci¨®, por lo menos, una tarjeta, y la intenci¨®n hasta las dos. No se puede tolerar a un profesional del bal¨®n que tome el terreno de juego como un cuadril¨¢tero a la menor de cambio.

Ser¨ªa hora de que entre los clubs y la Federaci¨®n, nombres repetidamente implicados en acciones punibles, como los Fern¨¢ndez Amado, Zuvir¨ªa, Galleguillos o Heredia, entre otros, sintieran m¨¢s a¨²n el peso de unos reglamentos especiales. El problema es que los directivos en este pa¨ªs s¨®lo quieren, en su mayor¨ªa, figurar, y para eso son necesarios los triunfos, aunque sean a patadas y bofetadas. Tambi¨¦n ?consideran? imprescindible influir, a veces, m¨¢s de lo debido, y si no que se lo digan al entrenador del L¨¦rida, Carreras, que el domingo en Vinaroz defendi¨® a duras penas su criterio.

Mientras tanto, los dos candidatos a la presidencia de la Federaci¨®n Espa?ola de Gimnasia -?es un deporte b¨¢sico?-, F¨¦lix Fern¨¢ndez y Juan de la Llera, se preocupan de ?su? Real Madrid, el actual mandatario, y de recalcar su afiliaci¨®n al Espa?ol y al Barcelona, el aspirante. Las metas directivas no tienen l¨ªmites.