Nunca especul¨® en terrenos

Queda suyo afect¨ªsimo,Presidente del consejo de administraci¨®n de la Compa?¨ªa Metropolitano de

El viernes, 4 de marzo, se publica en la p¨¢gina 19 de su diario un pretendido informe sobre la historia de esta Compa?¨ªa desde su fundaci¨®n, en 1917 hasta los momentos actuales. Este pretendido informe est¨¢ firmado por don Luis Rodr¨ªguez Sancho y don Carlos Aguirre, colaboradores del Centro de Investigaci¨®n y Documentaci¨®n Urbana y Rural (CIDUR) que, como se sabe, tiene una estrecha relaci¨®n con una serie de asociaciones de vecinos. En este pretendido informe, se vierten expresiones y afirmaciones, no s¨®lo inexactas e inciertas, sino claramente ofensivas, en nuestra opini¨®n. Por ello, nos reservamos todos los derechos legales que puedan correspondernos en cuanto a las posibles reclamaciones judiciales sobre esta publicaci¨®n. Pero, aparte de esto, la publicidad de este pretendido informe ha da?ado gravemente nuestra imagen y es por ello por lo que nos acogemos al derecho de r¨¦plica y le enviamos para su publicaci¨®n las siguientes rectificaciones:Incomodidad

La afirmaci¨®n de que el Metro madrile?o es inc¨®modo depende siempre del concepto que cada uno tenga de la comodidad. Es -a pesar de los problemas que produce la insuficiencia de la red, en cuanto al crecimiento de la ciudad- un medio de transporte r¨¢pido y seguro. S¨®lo en Metro se. puede saber a qu¨¦ hora se llega a u n sitio. El nivel de incomodidad -medio en la proporci¨®n de viajeros por kil¨®metro- disminuye constantemente desde hace varios a?os. A las horas punta es cierto que -como en todos los Metros del mundo-, se producen serias aglomeraciones. En todo caso, ¨¦stas no han llegado, en ning¨²n momento, a casos tan extremos como las de Tokio, donde la Compa?¨ªa tiene unos empleados ?empujadores? encargados de conseguir que entre todo el p¨²blico en los vagones para que se puedan cerrar las puertas.

Seguridad

El ¨ªndice de seguridad del " Metro madrile?o esperfectarnente comparable, con ventaja, con el de los dem¨¢s Metros del mundo, como podemos demostrar documentalmente en cuanto se nos solicite. En cuanto a la afirmaci¨®n sobre las ¨²ltimas y repetidas suspensiones de servicio ?que levantaron un sinn¨²mero de especulaciones sobre la curiosa coincidencia con el per¨ªodo previo a la nacionalizaci¨®n?, podemos decir que entran dentro de lo normal, en cuanto a suspensiones puras. Lo que s¨ª habr¨ªa que destacar es la aparici¨®n de un nuevo fen¨®meno que, quiz¨¢ los autores del informe, o su centro de documentaci¨®n, podr¨ªan ayudamos a definir en su exacta significaci¨®n, ya que parecen interesarse en todos los problemas ciudadanos. Es algo a lo que, de momento, hemos denominado simplemente ?vandalismo? sin suponerles hasta ahora ninguna motivaci¨®n o causa. remota. Se trata de la repetida y sistem¨¢tica invasi¨®n de las cabinas de conducci¨®n de los trenes por j¨®venes que desconectan elementos que afectan a la seguridad del servicio, mecanismos de frenos, interruptores de acoplamiento, compresores, aire comprimido del manejo de puertas, etc¨¦tera. Cuatro de las suspensiones de servicio del mes de enero, y otras cuatro del mes de febrero han sido producidas por esta causa. Durante el mes de marzo, la Polic¨ªa Armada ha colaborado con los agentes de la Compa?¨ªa en la detenci¨®n de las personas que viajaban en estas cabinas. Durant e el mes de marzo han sido puestas a disposici¨®n de la autoridad judicial con las correspondientes denuncias, 118 personas.

Afortunadamente, dados los sistemas de seguridad del Metro es muy dif¨ªcil que estas personas puedan provocar ning¨²n tipo de accidente. Pero s¨ª pueden perturbar estos sistemas obligando a detener un tren, suspender el servicio durante un espacio de tiempo y, por tanto, afectara toda una l¨ªnea.

Crecimiento

La Compa?¨ªa de Metro se cre¨® en 1917. La primera l¨ªnea fue inaugurada en 1919 y desde entonces la Compa?¨ªa ha intentado siempre llegar con el Metro a las principales barriadas de la entonc¨¦s periferia, donde resid¨ªan los trabajadores, principal p¨²blico de todos los Metros del mundo. Creemos que nadie puede afirmar que hasta el a?o 1936 la Compa?¨ªa no haya cumplido esta finalidad. A partir de 1939, despu¨¦s del par¨¦ntesis de la guerra, esta Compa?¨ªa vio congeladas sus tarifas por el Estado.

Esto supuso que se pod¨ªa explotar un servicio, pero era casi imposible invertir dinero en ampliar las instalaciones existentes.

A pesar de ello, la Compa?¨ªa realiz¨® algunas obras de ampliaci¨®n aunque insuficientes. Fueron las siguientes:

A partir de 1955 el Estado toma la decisi¨®n de construir los t¨²neles y estaciones de Metro, ¨®torgando estas instalaciones en concesi¨®n a la Compa?¨ªa,que se convierte as¨ª en simple explotadora de un servicio (al que tiene que aportar todas las obras de supraestructura: v¨ªas, se?alizaci¨®n, material m¨®vil, etc.). Desde entonces, toda la previsi¨®n de crecimiento -de nuevas l¨ªneas pas¨® al Ministerio de Obras P¨²blicas. Es decir, que todas las acusaciones que este pretendido informe realiza -muchas de las cuales creemos que son injustas- no afectan a esta Compa?¨ªa, sino a quien decide por d¨®nde debe crecer el Metro y por d¨®nde deben construirse sus l¨ªneas: el Ministerio de Obras P¨²blicas.

Negocio bajo tierra

Es claramente discutible la teor¨ªa de que teniendo un Metro concentrado en el centro se obtiene un mayor beneficio. El hecho de que el Metro no llegue hasta una serie de barriadas perif¨¦ricas, ha provocado que mucha gente deba comprarse coche no por libre deseo, sino por carecer de Metro, complicando los problemas de circulaci¨®n. Como ustedes saben, la Empresa Municipal de Transportes afirma que gran parte de su d¨¦ficit hay que carg¨¢rselo a un servicio excesivo provocado por la insuficiencia del Metro. ?Y el Metro? A pesar del crecimiento de la ciudad, el Metro lleva varios a?os decreciendo en cuanto al n¨²mero de viajeros. Y es que en Metro no se llega a todas partes. El Metro podr¨ªa ser ¨²til si realizase grandes trayectos llegando a todas las densamente pobladas barriadas madrile?as. Eso s¨ª, el Metro ser¨ªa m¨¢s caro, mucho m¨¢s caro. Hay que recordar aqu¨ª que en el mundo, el Metro es m¨¢s caro que el autob¨²s. El autob¨²s se utiliza para trayectos m¨¢s cortos y el Metro para largos recorridos. En Madrid la situaci¨®n funciona al rev¨¦s. Esto no es en absoluto achacable a la Compa?¨ªa, ya que la pol¨ªtica de crecimiento y la de tarifas son totalmente responsabilidad del Ministerio de Obras P¨²blicas. Esta Compa?¨ªa no es sino una v¨ªctima de esa pol¨ªtica que le ha llevado a unasituaci¨®n econ¨®mica insostenible. Al tiempo que Madrid no cuenta sino con un insuficiente servicio de Metro.

Negocio sobre tierra

Todas las afirmaciones sobre el pretendido ?negocio inmobiliario? provocado por el Metro en las Compa?¨ªas Urbanizadora Metropolitana e Inmobiliaria Metropolitana se caen por su base en cuanto se miran las fechas.

1.? Urbanizadora Metropolitana se cre¨® el 27 de marzo de 1918, cuando era p¨²blico el trazado de las l¨ªneas del Metro, su concesi¨®n data del 12 de enero de 1918. Cualquiera podr¨ªa haber comprado. terrenos en la zona de Cuatro Caminos. Pero nadie ten¨ªa fe en el Metro. S¨®lo un grupo de empresarios, que fueron tildados de locos, creyeron que pod¨ªa ser una buena inversi¨®n comprar terrenos en los lugares a donde iba a llegar el Metro y urbanizarlos, construyendo en los solares resultantes. De la poca fe que exist¨ªa en este tipo de operaciones en aquella ¨¦poca, da idea el hecho de que varias de las adquisiciones que se realizaron tiempo despu¨¦s de la constituci¨®n de la Compa?¨ªa se compraron por un precio inferior al de las primeras opciones. El 15 de noviembre de 19.19, a?o y medio despu¨¦s de la fundaci¨®n de la Compa?¨ªa, a¨²n quedaban acciones de la misma en cartera.

En cuanto a Inmobiliaria Metropolitana no pudo participar de los planes de implantaci¨®n del Metro, ya que se cre¨® en 1933.

Deber¨ªa ser innecesaria la aclaraci¨®n de que tanto Urbanizadora Metropolitana como Inmobiliaria Metropolitana son Compa?¨ªas completamente independientes de la del Metro -aunque coincidan en algunos de sus consejeros-, y que no tienen la menor relaci¨®n con el Ministerio de Obras P¨²blicas, que es, en todo caso, qui¨¦n planifica el crecimiento del Metro madrile?o

Por ¨²ltimo, esta Compa?¨ªa quiere hacer constar a los autores de este pretendido, inexacto e incierto ?informe? que las puertas de esta casa est¨¢n abiertas a todo el que desee informarse correctamente sobre la realidad de una empresa que s¨®lo ha intentado servir al pueblo de Madrid dot¨¢ndole de un transporte imprescindible que el Estado no supo acometer o no lo vio tan imprescindible.

Tras la ¨²ltima junta general de aoqcionistas de la Compa?¨ªa Metropolitano de Madrid, un redactor de EL PAIS pregunt¨® a Carlos Mendoza si ten¨ªa algo que decir. Contest¨® que no. Obviamente, el se?or Mendoza ha cambiado de opini¨®n.