Algunos criterios pol¨ªticos de estas normas electorales

Las normas electorales anunciadas ayer descartan la posibilidad de voto de las personas que tienen entre dieciocho y veinti¨²n a?os de edad, y que era objeto en la actualidad de una campa?a por parte de los partidos de izquierda. Con esta medida no podr¨¢n votar aproximadamente dos millones y medio de personas, que son las que tienen edades comprendidas entre los dieciocho y veinti¨²n a?os, y que tiene su importancia a la hora de enfocar las elecciones bajo la ¨®ptica de que se intenta ir a una asamblea constituyente.El hecho de que se haya optado por listas electorales completas, bloqueadas y cerradas, parece destinado a buscar la simplicidad del sistema. Un funcionamiento correcto de este m¨¦todo supondr¨ªa la existencia de, partidos fuertes, bien conocidos y con programas muy definidos, lo que no es todav¨ªa el caso de Espani?%. Con este m¨¦todo, el elector tiene que confiar, casi a,ciegas, en que el orden de los candidatos que le presenta su partido es el mejor que pod¨ªa haber, por ejemplo; asimismo, tiene que votar a la totalidad de la lista, sin posibilidad de cambiar ning¨²n nombre.

Lo cierto es que esta simplificaci¨®n ahorra complicaciones al elector no informado, al mismo tiempo que otorga, indirectamente, notables facultades a los dirigente-s de los partidos para establecer el orden de los candidatos en sus listas y por tanto para prefigurar de alg¨²n modo la composici¨®n del Congreso.

Por otra parte, la atribuci¨®n de las facultades gubernativas a lasjuntas electorales provinciales, durante la campa?a electoral, puede ser favorable para la neutralidad en las elecciones; sin embargo, en estas juntas`no estar¨¢n representados los partidos pol¨ªticos.