Mitterrand hace balance de su victoria
ENVIADO ESPECIAL, Apenas horas despu¨¦s de haberse proclamado en todos los confines de Francia la irresistible ascensi¨®n de la izquierda, Francois Mitterrand prepara ya la nueva estrategia de su partido. Sutil y agresivo, el secretario general del Partido Socialista franc¨¦s hace en estos, momentos el balance del triunfo socialcomunista, con la decidida voluntad de fortificar en lo posible los rangos de su organizaci¨®n, hoy la m¨¢s poderosa del pa¨ªs.La excesiva euforia podr¨ªa ser para la izquierda francesa una trampa irremediable. Por primera vez en la historia de la democracia gala la izquierda unida ha superado un porcentaje fat¨ªdico: el 52 %. El Partido Socialista ha sido en esta batalla el gran ganador. Y eso lejos de facilitar las cosas, las complica. La prensa conservadora ha iniciado una intensa campa?a presidida por dos hip¨®tesis claves: en primer lugar que los socialistas, a pesar de su triunfo ?han perdido?, porque los comunistas no s¨®lo los han convertido en sus lacayos sino que, al final, consiguieron m¨¢s puestos de consejeros municipales que ellos. As¨ª, el partido de Mitterrand ser¨ªa algo as¨ª como un grupo de tontos ¨²tiles, manipulado por los ?hombres de Mosc¨²?. Incluso se ha sugerido que los socialistas del CERES (Centro de Estudios e Investigaciones de Educaci¨®n Socialista, extrema izquierda del partido) eran ?comunistas infiltrados?, submarinos colocados en el PS franc¨¦s para radicalizar a sus l¨ªderes hist¨®ricos o para suplantarlos.
La otra hip¨®tesis manejada a bombo y platillo por la derecha desde sus medios de comunicaci¨®n es la de la chilenizaci¨®n de Francia si la izquierda llegase al Gobierno e intentara, con apenas un 2 % de ventaja sobre la derecha, hacerse con el poder. Las noticias sobre los trasvases de dinero franc¨¦s a Suiza, el alza de precios, el paro amenazador, el descenso de la inversi¨®n extranjera, etc¨¦tera, se mezclan con cierta habilidad a modo de inocentes avisos. Si la izquierda sigue avanzando y mantiene sus posiciones en los sondeos durante los doce meses que se aproximan, las cosa! pueden ir peor. Es decir, que antes siquiera de triunfar en las elecciones legislativas la izquierda cargar¨ªa con la responsabilidad de empobrecer a Francia.
Tan surrealistas argumentaciones condenan, desde luego, a la mayor¨ªa que gobierna desde hace veinte a?os, porque nadie podr¨¢ culpar del paro, la inflaci¨®n y el descenso de la inversi¨®n a quienes llevan cuatro lustros en la oposici¨®n. Pero esa Francia ?profunda e imprevisible? ha sido trabajada desde hace muchos. anos por una propaganda muy fina que opone libre empresa e individualismo a ?colectivismo? y nacionalizaciones, de modo que tal vez los argumentos ahora repetidos consigan cierta eficacia.
Por mucho que se empe?en Giscard y sus amigos centristas, ni Mitterrand ni sus seguidores se muestran proclives a un entendimiento con el poder (a un ?compromiso hist¨®rico a la francesa?como escribi¨® ayer alguien), para formar una nueva mayor¨ªa. Mitterrand prefiere cargar con la responsabilidad de ?haber echado al presidente de la Rep¨²blica en brazos de la derecha? que romper un acuerdo (el programa com¨²n) tan trabajosamente conseguido. Los peligros que le acechan podr¨ªan venir del interior de su partido, heterog¨¦nea organizaci¨®n donde militan marxistas revolucionarios, francmasones humanistas, cat¨®licos progresistas y socialdem¨®cratas ?suecos?. Con este rico y antag¨®nico potencial deber¨¢ alcanzarla victoria dentro de un a?o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.