Mosc¨² tiene la palabra

El Madrid ha conseguido su prop¨®sito de vencer al Maccabi por un margen superior a los nueve puntos. Trabajo les cost¨® a los blancos, pero al final, y tras una discusi¨®n largu¨ªsima porque -una vez m¨¢s (... y van) se estrope¨® el reloj que ya pide jubilaci¨®n, se logr¨® el margen suficiente para mantener las espadas en alto, en espera de lo que hoy suceda en. Mosc¨².El principio del encuentro fue igualado, pero hubo una jugada clave que proporcion¨® el distanciamento del Madrid en los primeros veinte minutos para luego vivir de las rentas. Sucedi¨® que la primera falta personal de Berkovitz la mesa se la asign¨® a Perry y por culpa de ella el moreno pivot de los israel¨ªes (hasta ese momento due?o y se?or de los rebotes) se vio obligado a sentarse con cuatro faltas a s¨®lo doce minutos del comienzo (37-27). Su ausencia se not¨® de tal forma que en el descanso la ventaja se hab¨ªa casi duplicado (64-45).

En la segunda mitad, de nuevo con Perry en la cancha, el Madrid sali¨® confiado en su ventaja y se encontr¨® con un Maccabi pele¨®n que a punto estuvo de complicarle las cosas en los instantes finales en que los blancos optaron por congelar el bal¨®n para asegurar el resultado final de 106-94. Tan poca confianza hay en llegar a Belgrado que S¨¢inz se despidi¨® de su colega israel¨ª con un significativo: ?Buen viaje a Yugoslavia. ?