Opciones pol¨ªticas para solucionar problemas econ¨®micos

Ayer finalizaron las jornadas del VI Coloquio ?Costa Brava?, celebradas en un hotel de Playa de Aro, con el tema gen¨¦rico ??Qu¨¦ hacer con la econom¨ªa espa?ola?? Mientras los primeros debates estuvieron marcados por la b¨²squeda de un posible pacto social entre empresarios y trabajadores, la ¨²ltima sesi¨®n se caracteriz¨® por el ofrecimiento de las diferentes opciones pol¨ªticas como v¨ªas de soluci¨®n de los problemas econ¨®micos.

En todas las sesiones se dieron como constante la ausencia de representantes de la Administraci¨®n P¨²blica (pese a haber sido invitados), la ausencia de empresarios y economistas de fuera de Catalu?a (tambi¨¦n invitados y asistentes habituales en los anteriores coloquios), el incremento de la catalanizaci¨®n de los enfoques (por primera vez fue utilizada casi exclusivamente la lengua catalana en los debates) y el predominio de las opciones claramente socialistas. Esto ¨²ltimo contrasta con el hecho de que los principales dirigentes del grupo organizador -C¨ªrculo de Econom¨ªa- sean empresarios.En las afirmaciones de car¨¢cter estrictamente econ¨®mico resalt¨® la formulada por el profesor Jos¨¦ Jane Sol¨¢, seg¨²n la cual en este a?o puede darse en la econom¨ªa espa?ola una tasa de inflaci¨®n del 25.

En el an¨¢lisis de las f¨®rmulas superadoras de la crisis, los partidarios de opciones socialistas daban prioridad al problema que representa la existencia de 800.000 trabajadores en paro, mientras que otros sectores -reconociendo la necesidad de resolver este tema- prefer¨ªan enfrentarse al mismo de forma indirecta a trav¨¦s de medidas destinadas prioritariamente a reducir las tasas de inflaci¨®n, controlar los precios, fornentar la exportaci¨®n y equilibrar la balanza de

Hubo casi acuerdo un¨¢nime en rechazar formalmente el "pacto social" y en potenciar hasta el l¨ªmite los posibles acuerdos entre empresarios y obreros a nivel sectorial y de empresa. Paralelamente se denunciaba la actitud del ?b¨²nker financiero madrile?o?, al que se vinculaban los sectores pol¨ªticos nost¨¢lgicos del franquismo.

Por parte de los representantes obreros y socialistas se puso especial relieve en que ?los futuros acuerdos (entre empresarios y trabajadores) no pueden ser meramente econ¨®micos, sino que han de tener contrapartidas pol¨ªticas?, mientras se afirmaba que ?las medidas estructurales son ya necesarias para resolver los problemas coyunturales?.

Entre las contrapartidas politicas se indicaron ?control de la Seguridad Social, control de las rentas especulativas y de las tasas laborales, incremento de los servicios sociales y presencia del sector p¨²blico para garantizar la tasa de inversi¨®n?.

Hubo coincidencias en criticar la pol¨ªtica econ¨®mica, y sindical del franquismo y unidad de criterios a la hora de desear ?la estabilizaci¨®n del sistema democr¨¢tico?.

Tanto las opciones presentadas por sectores empresariales como las procedentes del campo socialista, comunista y obrero, condenaban en¨¦rgicamente todo ?catastrofismo?, as¨ª como ?la perpetuaci¨®n de las ineficacias?. No hab¨ªa coincidencia, en cambio, en la necesidad de un nuevo Plan de Estabilizaci¨®n, propugnado por algunos empresarios y rechazado por la izquierda.