Espa?a, en el umbral de 55 d¨ªas fren¨¦ticos
El 15 de junio van a celebrarse, de acuerdo con el anuncio del Gobierno, las primeras elecciones generales de este pa¨ªs en los ¨²ltimos cuarenta a?os. El proceso pol¨ªtico no es lo suficientemente transparente como para hacer predicciones similares a las de otros pa¨ªses con larga tradici¨®n electoral -en Francia, por ejemplo, hay generalizados comentarios sobre una pr¨®xima victoria de la izquierda-. Pero el an¨¢lisis de los mecanismos del sistema electoral, combinados con las previsiones de la ley de Reforma Pol¨ªtica en cuanto al funcionamiento conjunto de Congreso y Senado a la hora de las grandes discusiones -una reforma constitucional, por ejemplo-, permite aventurar una situaci¨®n pol¨ªtica exenta de dos de las dudas del momento presente.
Una de esas dudas es la proliferaci¨®n de partidos: es in¨²til pensar que habr¨¢ 125 partidos en las futuras Cortes, no hay ninguna posibilidad. La otra se refiere a la tendencia que en dichas C¨¢maras dominar¨¢: es pr¨¢cticamente imposible la victoria de la izquierda; es muy probable la elecci¨®n de unas Cortes conservadoras, sea a base de opciones derechistas -Alianza Popular-, sea por medio de opciones m¨¢s centristas.Aunque las elecciones son dentro de dos meses, y la campa?a electoral no comienza, oficialmente hasta el 24 de mayo, el proceso hacia las elecciones empieza dentro de breves d¨ªas. La entrada en vigor de la convocatoria electoral constituye el comienzo de un proceso que dura 55 d¨ªas, y en el que la m¨¢quina electoral tiene que cumplir -salvo ruptura del proceso electoral- los siguientes pasos:
Ocho d¨ªas despu¨¦s de la convocatoria: se constituyen provisionalmente las Juntas Electorales, y termina el plazo para presentar la dimisi¨®n por parte de todos los cargos de la Administraci¨®n, Sindicatos y Movimiento, a los que se declara inelegibles, en caso de que quieran presentarse como candidatos.
Entre los d¨ªas once y veinte despu¨¦s de la convocatoria, estar¨¢ abierto el plazo de presentaci¨®n de candidaturas. Para entonces, ha de encontrarse clarificada la situaci¨®n de los partidos pol¨ªticos, federaciones, coaliciones; es decir, ha de estar solucionado -en t¨¦rminos pr¨¢cticos- si hay o no pacto entre el Centro Democr¨¢tico y el Equipo Dem¨®crata Cristiano, si los socialistas van definitivamente unidos o separados, si la extrema izquierda va a estar legalizada o no, si Fuerza Nueva y Falange Espa?ola acuden juntos a los comicios y, en fin, si el presidente Su¨¢rez presenta su candidatura o no.
Treinta d¨ªas m¨¢s tarde de la convocatoria de elecciones -es decir, en la tercera semana de mayo- se realizar¨¢ la proclamaci¨®n de candidaturas, e inmediatamente despu¨¦s comienza la campa?a electoral de un modo oficial. Como la campa?a dura s¨®lo veinti¨²n d¨ªas, el electorado -unos veintitr¨¦s millones de personas- tiene que decidirse con rapidez y, paralelamente, los partidos y coaliciones han de entrar en erupci¨®n con una campa?a electoral casi fren¨¦tica, y sin tiempo apenas para rectificar errores de orientaci¨®n ni posibles desigualdades en la concesi¨®n de locales o espacios en la televisi¨®n. La misma extensi¨®n geogr¨¢fica de nuestro pa¨ªs -Espa?a es el tercer pa¨ªs en extensi¨®n de Europa plantea dificultades adicionales a la hora de organizar una campa?a electoral tan breve. El avi¨®n ser¨¢ un medio de transporte forzosamente muy utilizado.
Enorme desigualdad del voto
A la hora de elegir es sabido que cada ciudadano tiene dos votos, uno para el Congreso y otro para el Senado, y adem¨¢s ha de depositar precisamente los dos: nada de abstencionismos para el Senado, viene a decir la ley Electoral. Y una vez situados ante el hecho mismo de la elecci¨®n, se comprueba que el voto de los espa?oles no es en absoluto igual, no ya para el Senado, sino para el mismo Congreso. V¨¦ase, a t¨ªtulo de ejemplo, algunas de las desigualdades que contiene la siguiente tabla, que en ciertos casos llegan a ser del 400%:
La regla general, formulada por Douglas W. Rae en Leyes electorales y sistema de partidos pol¨ªticos, dice que cuanto mayor sea el n¨²mero de esca?os de una circunscripci¨®n, tanto m¨¢s exacta ser¨¢ la proporcionalidad que puede lograrse. En esas circunstancias, el an¨¢lisis del profesor Dieter Nohlen, catedr¨¢tico de Heidelberg -realizado en un reciente cursillo de CITEP en Madrid-, es que en las circunscripciones de tama?o peque?o (de tres a cinco diputados), s¨®lo hasta tres partidos o coaliciones de partidos tienen posibilidades de ganar un esca?o, mientras en las grandes son muchos los partidos que pueden lograr esca?o.
?Si una fuerza pol¨ªtica es muy fuerte en zonas donde prevalecen los distritos de peque?o y mediano tama?o, esa fuerza se ver¨¢ favorecida por el sistema electoral -contin¨²a Nohlen-. En el caso espa?ol, nos parece que las fuerzas conservadoras predominan en las zonas poco pobladas, mientras que las fuerzas m¨¢s progresistas tendr¨¢n mayor votaci¨®n en las zonas urbanas e industrializadas, donde est¨¢ concentrada la poblaci¨®n y donde existen los distritos de tama?o grande.? En estas mismas p¨¢ginas se publica una entrevista con el autor de la tesis.
Acumulando estos efectos, resulta que hay una fuerte desigualdad en la relaci¨®n poblaci¨®n/esca?os en favor de las provincias menos pobladas; all¨ª se sit¨²an la mayor parte de los distritos de tama?o peque?o y mediano; y en esas zonas predominan los grupos conservadores. De ah¨ª que pueda pronosticarse una ventaja de las fuerzas conservadoras a la hora del recuento final.
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