PARIS
Un endurecimiento general en las declaraciones de los l¨ªderes sindicales ha seguido al ambiente de fiesta y de seguridad en el futuro que presidi¨® la jornada del primero de mayo en toda Francia.A la cabeza del cortejo, de cerca de 100.000 personas, que desfil¨® en Par¨ªs, Georges Seguy, l¨ªder de la CGT, declaraba: ?Esta manifestaci¨®n prepara ya para 1978 un primero de mayo completamente distinto?; Edmond Maire, secretario general de la CFDT, asent¨ªa y completaba a su compa?ero: ?Esperamos que este primero de mayo sea el ¨²ltimo en el que la clase obrera se encuentre separada de la direcci¨®n del pa¨ªs. ?
Este ?¨²ltimo primero de mayo bajo Giscard? revisti¨® un ambiente familiar donde era frecuente ver a padres de familia con un peque?o a hombros y en el que los esl¨®ganes fueron prudentes, ir¨®nicos y apenas insolentes. Incluso la extrema izquierda, por vez primera desde 1968, ha manifestado tras una bandera unitaria: ?Para salir de la crisis: el socialismo?.
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