El esc¨¢ndalo bancario del Credit Suisse no desestabiliza a la banca suiza
Seg¨²n algunos expertos suizos, aunque no se ha fijado la magnitud exacta de la malversaci¨®n de fondos registrada en la sucursal de Chiasso del Cr¨¦dit Suisse, tercer banco en importancia de Suiza, ?tendr¨ªan que producirse cinco o seis hechos similares, para que realmente, m¨¢s all¨¢ del esc¨¢ndalo, se viera da?ado el sistema bancario?.Esta declaraci¨®n, una m¨¢s de las que se han escuchado en estas ¨²ltimas semanas, tiende como casi todas a minimizar el esc¨¢ndalo del Cr¨¦dit Suisse, en un pa¨ªs en que el ejercicio bancario, en base a dep¨®sitos provenientes de todo el mundo, constituye la principal actividad econ¨®mica nacional.
Sin embargo, no es este s¨®lo el problema de bancos, sino tambi¨¦n de imagen, elemento ¨ªntimamente ligado al factor seguridad que, a fin de cuentas, es lo que: busca todo inversionista o todo depositante.
Historia de la malversaci¨®n
El director principal de la sucursal de Chiasso y dos funcionarios adjuntos est¨¢n acusados de ?gesti¨®n dolosa y falsificaci¨®n de documentos?. Tras esta descripci¨®n de tipo jur¨ªdico est¨¢n en juego algo m¨¢s de 2.000 millones de francos (unos cuatrocientos millones de d¨®lares, equivalentes a 28.000 millones de pesetas), provenientes de un millar de clientes italianos a los que se estimul¨® durante a?os para que efectuaran dep¨®sitos.Los malversadores garantizaron estos dep¨®sitos con una suma de 250 millones de francos suizos, a espaldas de los ¨®rganos centrales de la instituci¨®n y sin contabilizarlos. Poco a poco estos fondos fueron invertidos en la sociedad financiera Texon, que opera en el principado de Liechtenstein. La financiera Texon, vali¨¦ndose de ese dinero, entr¨® a participar a su vez en otros grupos financieros, hecho sobre el que inform¨® en detalle el diario liberal de Ginebra Tribune de Geneve, bas¨¢ndose en datos proporcionados. por la propia instituci¨®n bancaria afectada.
Esas informaciones se?alan que el Cr¨¦dit Suisse debi¨® tomar el control de esos ?activos?, que actualmente figuran como ?capital social? de numerosas sociedades que forman los grupos financieros Winesfot, Albarella-Mare y Ampaglas.
El grupo Winesfol., seg¨²n estas informaciones, ?controla una parte importante de la producci¨®n vitivin¨ªcola de Italia?.
Albarella-Mare, una de las filiales de Albarella-Holding, posee un gran centro de vacaciones en los alrededores de Venecia. Entre sus operaciones figura la de haber dividido esos terrenos veraniegos en lotes y revenderlos a particulares, que deb¨ªan acudir cada vez a una nueva sociedad que aparece como propietaria del lote. De esta manera, el grupo posee hoy d¨ªa -se?ala la informaci¨®n- 1.200 sociedades que funcionan bajo el nombre de Albarella-Club, numeradas del uno al 1.200.
Asesores de todos estos manejos fueron tres abogados, cuya oficina funcionaba en Chiasso, interconectada con las oficinas de la sucursal del Cr¨¦dit Suisse de esa regi¨®n de Suiza. Seg¨²n se ha dicho, todos los documentos concernientes a las inversiones en Texon han estado ocultos en las oficinas de esos abogados, lo que explicar¨ªa que los ¨®rganos de control del banco hayan tardado tanto en descubrir la malversaci¨®n. El asunto se descubri¨® el pasado 14 de abril y ha conmocionado a la gran banca internacional.
En un comunicado de hace algunos d¨ªas, el Cr¨¦d¨ªt Suisse se declar¨® incapaz de determinar, por ahora, el monto que deber¨ªa poner de su fondo para cubrir las p¨¦rdidas. Esa cifra depender¨¢ de los activos de Texon. ?Estamos, sin embargo, en condiciones de confirmar -dec¨ªa el comunicado del bancoque las reservas t¨¢citas y las previsiones internas son muy superiores al m¨¢ximo de p¨¦rdidas eventuales.?
Veinticuatro horas antes de ese comunicado, los tres grandes bancos helv¨¦ticos, la Uni¨®n de Bancos Suizos (UBS), la Sociedad de Banca Suiza (SBS) y la Central del Cr¨¦dit Suisse, en un gesto de ?solidaridad bancaria? destinado a mantener la imagen de solvencia y responsabilidad del sistema bancario nacional, ofrecieron a la sucursal de Chiasso un cr¨¦dito por 3.000 millones de francos. La sucursal agradeci¨®, pero no lo acept¨®, declarando p¨²blicamente que ?no ten¨ªa necesidad?.
Las consecuencias del asunto se ir¨¢n conociendo con el transcurso de los d¨ªas y meses. Inicialmente, supone una conmoci¨®n en el mundo financiero suizo que ve debilitada su reputaci¨®n, ganada a lo largo de siglos. En segunto t¨¦rmino provocar¨¢ una polvareda pol¨ªtica en el pa¨ªs, con reclamaciones por parte de diversos grupos pol¨ªticos de un mayor control de las actividades de la gran banca helv¨¦tica. Posteriormente, repercutir¨¢, sin duda, sobre la actitud de los habituales depositantes en la banca suiza. Finalmente, afectar¨¢ al comportamiento de la gran banca internacional, que reforzar¨¢ el conservadurismo de sus inversiones y pol¨ªticas como medida preventiva de posibles esc¨¢ndalos como el de Chiasso.
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