Cinco d¨ªas para dejar de fumar / 3
Desde luego, las toses han disminuido. Aquel concierto del primer d¨ªa ha amainado. Cuando el m¨¦dico pregunta c¨®mo ha ido la fuerza de voluntad, cu¨¢ntos han prescindido absolutamente del tabaco, son muchas las manos que se levantan. Otros se explican: ?Yo fumaba hasta sesenta cigarrillos diarios ayer he fumado dos.? Los directores del curso insisten en que se puede. Que el ¨¦xito llegar¨¢ al 90% de los participantes. Pero que haya que seguir las instrucciones de forma absoluta. ?El plan de cinco d¨ªas para dejar de fumar est¨¢ probado en todas las partes del mundo, y todo tiene su por qu¨¦. El pasado a?o en Estados Unidos m¨¢s de un mill¨®n y medio de fumadores entraron en la legi¨®n de los ex.?La tercera sesi¨®n se inicia con una pel¨ªcula sobre las drogas: alcohol, marihuana, hero¨ªna. Quiz¨¢ para hacernos pensar que nosotros, que estamos all¨ª, somos realmente eso: toxic¨®manos.
?Est¨¢n ustedes en el peor momento. La nicotina se resiste a ser desalojada. El tercer d¨ªa suele ser cr¨ªtico. No abandonen las instrucciones: agua, mucho zumo de frutas, respiraci¨®n profunda, comidas ligeras, un paseo. Cuando llegue un momento de especial apetencia, donde la gana de fumar sea enorme, piense que la onda de ataque de la nicotina dura poco. Respiraci¨®n profunda. Mire el reloj. Un minuto m¨¢s s¨ª puede aguantar. Tome un vaso de agua. Si pudo un minuto, podr¨¢ aguantar dos. Aguante. Recuerde: he decidido dejar de fumar. A los dos minutos, la ansiedad habr¨¢ pasado.? El soci¨®logo insiste en un aspecto: ?No se olvide que estamos tratando una cuesti¨®n de vida o muerte y que cuando tenemos ganas de fumar, nos disimulamos a nosotros mismos.?
Por su parte, el doctor Valtue?a inicia su charla respondiendo a los ataques de que era objeto el plan de cinco d¨ªas. ?No se trata de un plan de terrorismo sicol¨®gico, como dicen algunos. No se trata de amedrentar a nadie, sino de ver con realismo la situaci¨®n del fumador. La estad¨ªstica es la estad¨ªstica.? El ¨²ltimo informe del Colegio de M¨¦dicos de Londres habla de que anualmente, y antes de los cuarenta a?os, mueren en el Reino Unido m¨¢s de 25.000 personas v¨ªctimas del tabaco. Otros fumadores dicen que la contaminaci¨®n es m¨¢s grave que el tabaco. Realmente es un argumento infantil, porque el fumador une los dos factores contaminantes. Se ha calculado que al cabo del d¨ªa un fumador de un paquete disminuye la capacidad de transporte de ox¨ªgeno de su hemoglobina en un porcentaje que se acerca al 10%.
Quiz¨¢ lo m¨¢s interesante de la sesi¨®n haya sido el di¨¢logo sobre s¨ªntomas de desintoxicaci¨®n que cada uno iba notando. Hay quien padece somnolencia, hay quien padece insomnio. ?En cualquier caso son s¨ªntomas pasajeros, que acaban antes de concluir el plan.? Un muchacho se?al¨® que desde que hab¨ªa dejado el tabaco notaba un defecto visual, como si desenfocara la vista. A ello respondi¨® el doctor con lo mismo, en principio nada tiene de anormal. ?Es la desintoxicaci¨®n.?
Consejos
Para el tercer d¨ªa, el plan sigue fundamentalmente el mismo. La comida abundante reduce la fuerza de voluntad. Mucha agua y mucha atenci¨®n, porque es el d¨ªa cr¨ªtico. La desintoxicaci¨®n nicot¨ªnica es una realidad que empieza a partir del cuarto d¨ªa y que llega hasta el decimosexto. Hoy debe redoblarse la vigilancia. Nada de caf¨¦, nada de alcohol, nada de excitantes. Hoy, el mejor amigo puede ser el peor enemigo. Hay como una reacci¨®n alrededor del que deja de fumar para incitarle a ello. Hoy debe ingerirse, adem¨¢s vitamina B1, Vitamina que se encuentra en el pan integral, en levadura de cerveza o germen de trigo. Puede adquirise en una farmacia. Y en la comida, verduras, frutas.
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