El "Retablo", de Falla, en Polonia
Decir que en Polonia gusta de manera especial la m¨²sica espa?ola no constituye afirmaci¨®n convencional, y un tanto chauviniste. Se trata de una realidad comprobable. En el caso particular de Manuel de Falla, las obras principales del gran gaditano son interpretadas con frecuencia. De modo que, a la hora de celebrar el centenario, decidieron los rectores de la Opera de Varsovia intentar una versi¨®n, en polaco, del Retablo de maese Pedro. Por otra parte, en cuanto ala edici¨®n apareci¨®, un coro de la calidad de los Cantores Minores Wratislavienses, que dirige Edmund Kajdasz, registr¨® la Balada de Mallorca, sobre tema chopiniano. Ahora, la radio polaca se dispone a transmitir la suite del Fuego fatuo, en la versi¨®n espa?ola de la Orquesta RTVE, dirigida por Ros Marb¨¢.
Teatro Wielki
El retablo de maese Pedro de Falla. Directores: M. Foltyn y A. Straszynski. Solistas: Kossakowska, Goralski y Galechi.
Falla y Polonia
Circunstancias acaso fortuitas rodearon la vida de Falla de amigos polacos. Quiero decir, amigos entra?ables y colaboradores valiosos. Lo recordaba en Varsovia, a lo largo de una charla con m¨²sicos y music¨®logos, todos ellos muy enterados de la vida y la obra de don Manuel. Para empezar, fue un gran violinista varsoviano, Paul Kochanski -el mismo que realizar¨ªa la transcripci¨®n de las canciones con la aprobaci¨®n de Falla-, motor importante en la operaci¨®n Par¨ªs, que llev¨® a nuestro,compositor a la capital francesa el a?o 1907. Como con Kochanski, pero en mayor medida, colabor¨® Falla con Aga Lahowska, cantante polaca que, en su pa¨ªs, se distingui¨® al interpretar el papel protagonista de Halka, de Moniusko. Lahowskaras de recitales por las filarm¨®nicas y culturales espa?olas y mantuvieron siempre una amistad de singular cordialidad. El tercer amigo polaco del m¨²sico espa?ol (por orden cronol¨®gico) fue Arturo Rubinstein. La ¨²ltima vez que estuve con ¨¦l en Par¨ªs hablamos mucho de sus recuerdos de Manuel -como ¨¦l le llama siempre-. Resultaba emocionante escuchar unos ?ecos? de Falla tan directos, vivos, entusiastas. Rubinstein contribuy¨® mucho a la fama de Falla con sus interpretaciones de las danzas del Amor brujo y El sombrero de tres picos, y, al fin, con el encargo de la Fantas¨ªa b¨¦tica, obra tan pensada para el exicepcional pianista de Lodz que, seg¨²n el propio Falla, es la ¨²nica de las que escribiera para piano concebida desde un pensamiento instrumental y virtuosistico. En fin, la ¨²ltima gran amistad polaca a destacar en la vida de Falla es la de Wanda Landowska, artista fuera de serie, a la que don Manuel dedic¨® escritos y pentagramas. A Wanda se le debe el nacimiento del ?Concerto? y, antes, la parte de ?clave? del Retablo, con lo que el instrumento pret¨¦rito invitalidad en la m¨²sica contempor¨¢nea europea. Sin ese grado de amistad, cabr¨ªa citar como gran int¨¦rprete fallesco al director Arthur Rodzinski, cuya versi¨®n del Tricorne ha dado la vuelta al mundo.
El montaje de Mar¨ªa Foltyn
La premier del Retablo en versi¨®n polaca tuvo lugar el 14 de noviembre de 1976 y todav¨ªa se representa con ¨¦xito extraordinario en un programa que completa la operita de Salieri Primero la palabra, despu¨¦s la m¨²sica. Estas representaciones de ¨®pera de c¨¢mara se celebran en la sala Mlynarskiego, del Teatro Nacional de Varsovia. La adaptaci¨®n del texto la han realizado, con gran fidelidad musical, Mar¨ªa Dembowska-Alvarado y Krystyna Chudowolska. Tres cantantes del pa¨ªs (la ¨®pera varsoviana es totalmente aut¨¢rquica) cantan los personajes de don Quijote (FeHks Galecki), maese Pedro (Jan GoraIski) y Trujam¨¢n (Agnieszka Kossakowska).La f¨®rmula del montaje es extraordinariamente bella. La diferencia entre mu?ecos grandes(los personajes que asisten a la representaci¨®n del Retablo) y marionetas o t¨ªteres ha sido sustituida aqu¨ª por elementos humanos: hombres y mujeres para los personajes, ni?os para revivir, en forma m¨ªmica, la acci¨®n de la libertad de Melisendra. Todo ello, movido con gran fantas¨ªa y superior inteligencia por la regie de Mar¨ªa Foltyn. Apasionada de nuestra m¨²sica y enamorada de una invenci¨®n como la del Retablo (Kukielki Mistrza Piotra, se llama en polaco), el arte de la Folty, gran cantante oper¨ªstica y dotada de fuerte imaginaci¨®n, su capacidad como regista la pudimos comprobar en Madrid cuando el estreno de Halka en el Festival de la Opera. Al servicio de los conceptos de la Foltyn, mujer de extraordinaria simpat¨ªa y vital verbosidad, se pone el trabajo del escen¨®grafo Wojciech Zielezinski y la core¨®grafa Hanna Chojnacka. La parte musical est¨¢ defendida espl¨¦ndidamente por Andrzej Straszynski, temperamento casi meridional por Io vivaz y expresivo. Y es que los varsovianos, como dice Rubinstein en sus Memorias, son alegres y exuberantes. ?Nada les impedir¨¢ gozar de la vida?, concluye, y, en el caso de este admirable Retablo, los sorprendentes resultados podr¨ªan resumirse en eso: un continuo goce vital que si anima ya el pensamiento de Falla es recogido y evidenciado por todos cuantos intervienen en la realizaci¨®n del actual montaje varsoviano.
Coincidi¨¦ndo con las representaciones del Retablo, y como fin de la temporada, la radio polaca dedica a la m¨²sica espa?ola, durante el mes de junio, una emisi¨®n diaria. Desde las Cantigas de Alfonso X, El Sabio, hasta el Planto, de Crist¨®bal Halffier, el ciclo e st¨¢ seleccionado con criterio de significativa antolog¨ªa. El mismo criterio minucioso e investigador que han desplegado Bohdan Pociej y Przelozy E. Boy¨¦ en los ensayos sobre Falla y Cervantes que se incluyen en el programa de mano del Retablo. No son notas, sino largos y muy cultos trabajos ilustrados, con numerosas im¨¢genes de la vida de Falla.
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