Encontrado el cad¨¢ver de Javier de Ybarra en el Alto de Barazar
El anuncio de la ejecuci¨®n de Javier de Ybarra, recibido el pasado lunes en la emisora Radio Popular, de Bilbao, tuvo ayer tr¨¢gica confirmaci¨®n. El cad¨¢ver de? se?or De Ybarra fue encontrado hacia las siete y media de la tarde en los bosques del alto de Bar¨¢zar, en las estribaciones del monte Gorbea, justamente en el lugar que describ¨ªa el mensaje recibido en la emisora bilba¨ªna. Hace tres d¨ªas, la nota se dio por falsa, tras la infructuosa batida efectuada en la zona por la Guardia Civil, pero ayer tarde se reanud¨® la b¨²squeda, al recibirse en San Sebasti¨¢n un segundo comunicado, en el que se ven¨ªa a decir que dicha zona no habla sido bien rastreada. En esta ocasi¨®n, los asesinos de? se?or De Ybarra, para autentificar su mensaje, inclu¨ªan una carta aut¨®grafa de la v¨ªctima.
El alto de Bar¨¢zar era a partir de las cinco de la tarde de ayer una repetici¨®n exacta del ambiente vivido en la tarde del lunes, cuando un comunicado de ETA puso en aviso a la familia y la Guardia Civil sobre el paradero de. Javier de Ybarra. La zona abandonada el mismo lunes era pues, tres d¨ªas m¨¢s tarde, rastreada minuciosamente con ayuda de monta?eros y conocedores de aquellos parajes.El cuerpo del financiero bilba¨ªno lo encontr¨® concretamente el monta?ero Antonio Navarro, a las siete menos cuarto de la tarde. En torno al lugar donde se encontr¨® el cad¨¢ver, la Guardia Civil -que subi¨® hasta. el lugar con m¨¢s de diez jeeps y un autob¨²s-organiz¨® un cerco de tres kil¨®metros de di¨¢metro, ¨²nicamente traspasable por la fuerza p¨²blica, juez, ambulancia o familia.
Se pensaba entonces que la Guardia Civil realizaba una operaci¨®n de rastrillo, tratando de hallar alg¨²n refugio o cueva donde pudieran haberse escondido los secuestradores del se?or De Ybarra.
El silencio policial en torno a las investigaciones fue durante toda la tarde total. Todav¨ªa a las nueve y media de la noche no se hab¨ªa confirmado oficialmente el ,asesinato, y nadie se atrev¨ªa a declarar en tanto no levantase el cad¨¢ver el juez de Durango, que lleg¨® a Bar¨¢zar a las nueve y media de la noche.
Poco antes hab¨ªan llegado al mismo paraje -previa y rigurosa identificaci¨®n en los controles
el director general adjunto de Seguridad, Jos¨¦ S¨¢ez Sainz, y Enrique de Ybarra, el ¨²nico de los hijos de la v¨ªctima que tuvo entereza para acercarse hasta Bar¨¢zar y reconocer el cuerpo de su padre. Enrique de Ybarra lleg¨® hasta el lugar a las nueve y media de la noche, tras una accidentada ascensi¨®n del peligroso puerto de Bar¨¢zar, cuyo recorrido realiz¨® -en compa?¨ªa de un amigo- a gran velocidad, mostrando un pa?uelo blanco y haciendo sonar insistentemente el claxon.
Poco despu¨¦s llegaba al lugar de los hechos el ch¨®fer que Javier de Ybarra ten¨ªa a su servicio en la empresa Babcock & Wilcox, Rogelio, quien declar¨®: ?La casa de los Ybarra es un drama. Ning¨²n hijo quiere ver a su padre muerto.? Rogelio fue tambi¨¦n protagonista del secuestro del financiero bilba¨ªno, puesto que lleg¨® a la casa cuando los secuestradores se encontraban todav¨ªa en su interior y fue esposado por aqu¨¦llos con los hijos de la v¨ªctima.
Hasta pasdas las diez y media de la noche no comenzaron a bajar del monte los primeros contingentes de la Guardia Civil y algunos veh¨ªculos. En uno de ellos, un inspector de la brigada pol¨ªtico-social confirmaba -a esa hora todav¨ªa no era oficial- que el cad¨¢ver encontrado pertenec¨ªa efectivamente, al se?or De Ybarra, y que el secuestrado hab¨ªa sido muerto por arma de fuego -sin confirmar si por uno o dos disparos-. ?Su cuerpo estaba oculto bajo un mont¨®n de ramas de pino, envuelto en un pl¨¢stico, a m¨¢s de trescientos metros del camino de Barro, tal como indicaban los secuestradores en el plano que hicieron p¨²blico.?
Desde el lugar en donde fue encontrado el cad¨¢ver baj¨® hasta la carretera principal -en donde esperaban los informadoresuna caravana de unos diez veh¨ªculos, entre los que pod¨ªa distinguirse una ambulancia que transportaba los restos del financiero bilba¨ªno. Detr¨¢s de ella ocupaban un coche el juez de Durango y el hijo de la v¨ªctima, Enrique, quienes a la altura de uno de los hostales de la carretera detuvieron el veh¨ªculo para improvisar all¨ª mismo una rueda de prensa.
?Mi padre, como sab¨¦is, ha sido muerto de disparo de pistola. Lo ¨²nico que, puedo deciros es que su rostro mostraba una gran serenidad y bondad. Es muy posible que no haya sufrido nada. Le he visto muy bien. Ten¨ªa junto a ¨¦l un libro de misa y su rosario.? Enrique de Ybarra llevaba estrujado entre sus dedos ese rosario, cuando con gran serenidad manifest¨® estas palabras a los informadores.
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El asesinato se produjo hace d¨ªas
(Viene de la primera p¨¢gina)
Enrique ley¨® un corto comunicado redactado por ¨¦l mismo en la cumbre, junto al cad¨¢ver de su padre: ?Ante la dolorosa muerte de mi padre quiero dar testimonio de la fe viva que mantuvo a lo largo de toda su vida. Que su ejemplo de hombre honesto y trabajador sirva para que de una vez por todas termine la violencia en todas sus formas. El esp¨ªritu de su fe nos mantiene viva la imagen de nuestro padre, hombre que tanto hizo por Euskal Herria y por Espa?a.?
El juez de primera instancia de Durango leer¨ªa despu¨¦s el acta del levantamiento del cad¨¢ver que, en lo referente a las causas de la muerte, dice: ?Tiene una herida por arma de fuego con entrada en parte posterior occipito-temporal izquierda con salida en la regi¨®n frontal derecha, en direcci¨®n oblicua de abajo a arriba e izquierda a derecha. El ¨®bito fue instant¨¢neo y data de unos tres d¨ªas aproximadamente.?
Mientras tanto, el cuerpo de Javier de Ybarra era trasladado al dep¨®sito d¨¦ cad¨¢veres del hospital de Basurto, de Bilbao, en donde hoy se espera que sea realizada la autopsia.
El anuncio recibido el pasado lunes, que ayer tuvo su desgraciada confirmaci¨®n, era el siguiente:
?Radio Popular de Bilbao. Javier de Ybarra fue ejecutado unas horas despu¨¦s de las tres de la tarde del 18 de junio de 1977. Situaci¨®n donde se encuentra: carretera de Ceanuri a Vitoria. En el alto de Bar¨¢zar, tomar la pista que comienza junto al bar-restaurante, a mano derecha, llegar hasta cerca de un local, especie de taller con tejado de uralita blanca, y junto a ¨¦sta, un refugio particular. Unos metros antes de llegar al refugio hay una pista forestal. Seguir este camino unos trescientos metros aproximadamente y entre unos pinos, a mano izquierda, se encuentra el cuerpo. Est¨¢ tapado con un pl¨¢stico de color gris oscuro y con unas ramas. Todo lo que la familia hasta ahora ha comunicado es falso, port¨¢ndose como tales. ?Gora Euskadi askatuta!, ?Gora Euskadi sozialista! iHerri harmatua inoz ez zampatua!. ETA (Euskadi ta askatasuna).?
El mensaje iba acompa?ado de un plano descriptivo del lugar donde se encontr¨® el cad¨¢ver.
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