El miedo y la actitud de la prensa, entre las causas del escaso voto comunista
El caciquismo los fallos en el censo, las trabas al voto de los emigrantes, la marginaci¨®n de los, j¨®venes entre dieciocho y veinti¨²n a?os, el sistema D'Hont, la lentitud del proceso democratizador, la reciente legalizaci¨®n del PCE y el temor a que una alta votaci¨®n comunista sirviera de pretexto para un golpe de Estado, as¨ª como la actitud de la prensa, ser¨ªan las razones que explicar¨ªan el bajo rdsultado electoral obtenido por el PCE en las pasadas elecciones, seg¨²n inform¨® el secretario general del partido en la reuni¨®n que el comit¨¦ central de ¨¦ste celebr¨® en Madrid el pasado fin de semana.Al exponer. su informe sobre las elecciones, el se?or Carrillo constat¨® que los resultados electorales del PCE ?han causado decepci¨®n en no pocos de nuestros compa?eros?, pero juzg¨® que en esa decepci¨®n puede haber ?pesado m¨¢s que nuestra propia votaci¨®n el aluvi¨®n del PSOE, inesperado en sus proporciones?, y afirm¨® que los resultados del PCE han sido ?claramente positivos?. Asimismo, resalt¨® ?la contribuci¨®n tan extraordinaria de los comunistas a la lucha antifranquista?.
En cuanto a la actitud de la prensa, el secretario general del PCE dijo que tal posici¨®n ha contribuido a ?engrosar los efectos del miedo?, y a?adi¨® que ?en cuanto hemos sido legalizados la prensa de orientaci¨®n democr¨¢tica, salvo alguna rara excepci¨®n, ha procurado desmarcarse de nosotros, favoreciendo a otras fuerzas, y diarios tan importantes como EL PAIS han aconsejado claramente no votar comunista?.
Demasiados votos al PSOE
El informe de Santiago Carrillo dedic¨® una atenci¨®n especial al an¨¢lisis de los votos favorables al PSOE, de los que dijo que muchos de ellos debieron haber ido al PCE, aunque fueron ?a otras candidaturas, especialmente las socialistas?, por el miedo a la posguerra y a una reacci¨®n militar.
A juicio del se?or Carrillo, el del PSOE es un ?voto disponible, viajero, no militante?, compuesto de sufragios ?burgueses?, de quienes creen que el PSOE puede atraer a Espa?a cr¨¦ditos e inversiones extranjeras, como atrajo Soares a Portugal, y tambi¨¦n de ?votos de trabajadores que han juzgado que, en este momento, el PSOE estaba en mejores condiciones que el PCE para optar a puestos de Gobierno ?.
En este sentido, el secretario general del PCE razon¨® la conveniencia, a su juicio, de que el PSOE participe en el Gobierno. ?Cinco millones de votos han ido al PSOE -dijo- no para que ¨¦ste preserve su virginidad pol¨ªtica, sino para que gobierne.? M¨¢s adelante, el se?or Carrillo juzg¨® como maliciosa la interpretaci¨®n seg¨²n la cual sus consejos encierran el deseo de que el partido de Felipe Gonz¨¢lez se desgaste en el poder, y advirti¨® a los socialistas del peligro de desgastarse en la Oposici¨®n y de que el ?voto viajero? les abandonase parcialmente en las pr¨®ximas elecciones.
A?adi¨® sobre el tema que el PCE, de hallarse en la situaci¨®n del PSOE, ?hubiera ejercido presi¨®n pol¨ªtica para participar en el Gobierno?, y que incluso ahora se ofrece para integrar un ?Gobierno de concentraci¨®n democr¨¢tica nacional?, del que formar¨¢n parte desde la UCD hasta el PCE, aunque sabe que ni Adolfo Su¨¢rez ni Felipe Gonz¨¢lez aceptar¨¢n la propuesta. Santiago Carrillo expres¨® la voluntad del PCE, en cualquier caso, de mantener las mejores relaciones, en la base y en la c¨²spide, con el PSOE.
Durante la reuni¨®n del comit¨¦ central, Jos¨¦ Sandoval, que luch¨® durante la segunda guerra mundial en el ej¨¦rcito sovi¨¦tico, propuso que se formara una comisi¨®n para contestar al ataque de la revista sovi¨¦tica Tiempos Nuevos. Integraron la comisi¨®n Dolores Ib¨¢rruri, presidenta del partido, y antiguos combatientes contra el ej¨¦rcito alem¨¢n en Rusia. No obstante, la se?ora Ib¨¢rruri no, tuvo ninguna intervenci¨®n en el debate suscitado por el tema.
Al parecer, la primera versi¨®n de la r¨¦plica sosten¨ªa que los m¨¦todos de sustituir el an¨¢lisis cient¨ªfico por el anatema y la excomuni¨®n efan la causa de que la.URSS no pueda, presentarse comomodelo ideal de sociedad socialista. Esta versi¨®n fue corregida mediante la transformaci¨®n de ese singular en la expresi¨®n una de las causas. En cambio, no prosper¨® la propuesta del se?or Com¨ªn -rechazada por votaci¨®nde que se hiciera menci¨®n expresa en la r¨¦plica a la ausencia en la URSS de libertades democr¨¢ticas.
Sobre el tema objeto de pol¨¦mica estos d¨ªas, Santiago Carrillo insisti¨® en que la v¨ªa eurocomunista no es una t¨¢ctica coyuntural, y en que todas las organizaciones del PCE deben homogeneizarse en esa l¨ªnea de identificaci¨®n de socialismo y democracia.
Hizo tambi¨¦n una defensa de los dirigentes hist¨®ricos del partido y dej¨® bien claro que ?nadie nos impondr¨¢ los dirigentes desde fuera?. Asimismo, se mostr¨® esc¨¦ptico respecto a la conveniencia de estos cambios, y dijo que ?se trata de renovar concepciones pol¨ªticas y te¨®ricas?, y no de cambiar caras o ?abrir una lucha de generaciones?. En la discusi¨®n posterior sobre este punto, solamente Francisco Garc¨ªa Salve, candidato derrota o en Cuenca, defendi¨® esa renovaci¨®n, mientras varios miembros del comit¨¦ central que no vivieron la guerra apoyaron la tes¨ªs de Carrillo. Este, aludiendo al PSOE y a la DC -aunque sin citarlos expresamente- opin¨® que fuera del PCE no se advierten ?renovaciones substanciales?, sino ?la repetici¨®n de historias conocidas de otras ¨¦pocas, a cargo indistintamente de j¨®venes o veteranos?.
El l¨ªder del PCE inform¨® tambi¨¦n que tras el verano comenzar¨¢n los preparativos del congreso del partido ?que decepcionar¨¢ igualmente a los nost¨¢lgicos como a los que buscan la disgregaci¨®n del partido?.
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