Los jugadores deben ampararse en un contrato formal

Uno de los temas esperados con m¨¢s inter¨¦s en la pasada asamblea era el de la retenci¨®n de los jugadores por-sus clubs. Hasta ahora ¨¦stos ten¨ªan total libertad para utilizar la de aqu¨¦llos. Ultimamente ha sido noticia el caso del barcelonista L¨®pez Abril, al cual el club le pidi¨® por su baja cinco millones de pesetas. Otro caso semejante, aunque menos conocido, es el del base del Hospitalet Creus, cuya cotizaci¨®n est¨¢ en un momento ¨¢lgido, pero su club se niega a dejarle en libertad.El ¨²ltimo d¨ªa de la asamblea, tras bastantes dilaciones, se aprob¨®, casi por unanimidad, la ponencia presentada por Julio Descart¨ªn, exmadridista y representante de los jugadores.

La ponencia de Descart¨ªn supone un gran paso al frente en lo que al actual sistema de retenci¨®n se refiere, aunque no lo sea todo ni mucho menos. Si un jugador entra con categor¨ªa junior en Un club cualquiera, ¨¦ste lo puede retener hasta los veinticuatro a?os y, si son inteligentes, a¨²n m¨¢s con la proposici¨®n de un contrato -m¨¢s duradero a los veintitr¨¦s a?os. Pero el jugador tambi¨¦n debe sopesar con mucho cuidado su tiempo de fichaje, porque nada tendr¨¢ seguro si no es con un contrato duradero. El que lo haga por un a?o y al siguiente se vaya con el mejor postor se la est¨¢ jugando a una carta. Losjugadores, a fin de, cuentas, est¨¢n expuestos a lesiones y bajas formas que pueden-dar al traste con su carrera deportiva.

Hay quien piensa que el sistema sigue favoreciendo al fuerte, que ahora tratar¨¢ de realizar el fichaje en el ¨²ltimo a?olpnior deljugador. Pero esto ya sucede ahora. Realmente de lo que se trata no es de perjudicar ni al fuerte ni al d¨¦bil, sino de tratar de que eljugador sea .libre de un due?o que no tiene y que le vende la libertad a cambio de explotarle. Por muchas ponencias que"se aprueben, el jugador tendr¨¢ la libertad absoluta que tiene cualquier trabajador hasta que no se profesionalice lo que ya est¨¢ profesionalizado desde hace mucho tiempo. Ocurre, sin embargo, que son muchos a los que no interesa que el contrato entre jugador y club sea escrito, firmado y f¨®rmal.