El academicismo burgu¨¦s
Po¨¦tica musical.Igor Strawinsky.
Editorial Taurus, Madrid, 1977
Las seis lecciones dictadas por Strawinsky en la Universidad de Harward y reunidas bajo el t¨ªtulo de Po¨¦tica musical, son una direct¨ªsima fuente de informaci¨®n para la est¨¦tica del compositor ruso y caracterizan, adem¨¢s, una postura t¨ªpica de la creaci¨®n art¨ªstica de nuestro siglo. Strawinsky declara repetidamente que ¨¦l- no es revolucionario, y coincide con Schoenberg en rechazar el vanguardismo a ultranza como impulso creador. Pero aqu¨ª terminan las coincidencias. Pues Strawinsky se declara, con buenas razones, partidario del academicismo: ?Podemos utilizar las formas acad¨¦micas sin correr el riesgo de volvernos acad¨¦micos... Yo las uso tan conscientemente como lo har¨ªa con el folklore. Son las materias primas de mi obra.?
Junto con el academicismo, Strawinsky revaloriza el trabajo artesanal. Muy justamente critica Strawinsky que los compositores, demasiado a menudo, ?se preocupan de la direcci¨®n que toma el soplo del esp¨ªritu, no de la correcci¨®n del trabajo del artesano?. Lo que los rom¨¢nticos llamaban ?inspiraci¨®n? existe, pero es un hecho posterior al enfrentarse del compositor con la obra por hacer. Es ¨¦sta una observaci¨®n muy aguda, pues en muchos casos -y desde luego Strawinsky habla por experiencia propia- el primer paso en la labor creativa es poner ?manos en la masa? para colocar en orden unos materiales; despu¨¦s, posiblemente, ese manejo de los materiales va cobrando formas y tomando cuerpo: la inspiraci¨®n, por decirlo as¨ª, llega entonces en forma de imaginaci¨®n creador a, pero siempre sobre la base previa de un,?ponerse a ordenar? anterior.
Son muy inteligentes los p¨¢rrafos que dedica Strawinsky al p¨²blico. Los ?snobs?, dice, ?se jactan de una vergonzosa familiaridad con el mundo de lo incomprensible?. Los ?snobs? no ayudan al arte contempor¨¢neo, ?porque est¨¢n al servicio del error tanto como al de la verdad... En el fondo, el ?snob? no es si no una especie de pompier un pompier de vanguardia... Puesto en la disyuntiva, prefiero a los pompiers que hablan de melod¨ªa; que reivindican, la mano en el coraz¨®n, los derechos imprescindibles del sentimiento.? En suma, Strawinsky prefiere la actitud del burgu¨¦s a la del vanguardista. Una de las lecciones est¨¢ dedicada a la revoluci¨®n rusa. Strawinsky, que muestra a menudo un claro aristocratismo y que se manifiesta muy contrario a todo nacionalismo consciente (por lo que prefiere, aunque parezca mentira, Glinka a Musorgsky), no puede comprender la historia de su propio pa¨ªs. Sin duda, habla el resentimiento cuando acusa a Rusia de ?haberse siempre traicionado a s¨ª misma, minando las bases de su propia cultura y profanando los valores de sus etapas anteriores?. La cr¨ªtica est¨¦tica que Strawinsky hace de la revoluci¨®n rusa es pueril y superficial, y su actitud tan cerrada, que no quiere reconocer incluso logros de cultura musical que son evidentes para el mundo entero, tales como la espl¨¦ndida recuperaci¨®n del folklore y la perfecci¨®n pedag¨®gica de los conservatorios sovi¨¦ticos.
Es un texto, como todos los de Strawinsky, apasionante, divertido y Pol¨¦mico.
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