El Gobierno vasco establece un secretariado permanente en Bilbao

Hasta tanto no se apruebe un estatuto de autonom¨ªa con rango constitucional, el Gobierno vasco mantendr¨¢ en Bilbao un secretariado permanente, cuya misi¨®n especifica ser¨¢ la de acelerar la negociaci¨®n auton¨®mica y contribuir a que se superen las diferencias de criterio que en torno a esta cuesti¨®n han puesto de manifiesto, los distintos partidos pol¨ªticos.

En la reuni¨®n celebrada ayer por el Gobierno vasco en su delegaci¨®n en Bayona, se acord¨® que este secretariado se encargue, asimismo, de profundizar en las relaciones de las organizaciones pol¨ªticas y, sindicales vascas de todas las tendencias, incluidas aquellas que no concurrieron a las elecciones.Con el establecimiento de este secretariado, el Gobierno vasco trata de potenciar las relaciones entre los partidos que durante muchos a?os se han visto dificultadas por la clandestinidad y el exilio. Adem¨¢s de esta funci¨®n, se le encomienda el asesoramiento a los vascos en cuestiones de repatriaci¨®n, emigraci¨®n, recuperaci¨®n de derechos, regularizaci¨®n de identidad, estudios y t¨ªtulos.

Puede afirmarse en cierto modo que a partir de este momento tan s¨®lo la presidencia del Gobierno vasco se mantendr¨¢ en el exilio, como s¨ªmbolo de un poder auton¨®mico todav¨ªa no recuperado. Las dem¨¢s misiones que se ven¨ªan ejerciendo desde las delegaciones instaladas en el extranjero se ejercer¨¢n ahora en el secretariado establecido en Bilbao. La vuelta del lendakari (presidente) Leizaola queda tan s¨®lo pendiente de que los vascos recuperen su capacidad de autogobierno.

No obstante, el Gobierno vasco, heredero de la legitimidad auton¨®mica de 1936, dif¨ªcilmente podr¨¢ protagonizar la negociaci¨®n auton¨®mica con la Administraci¨®n Central, tal como propon¨ªa el PSOE, ya que su representatividad est¨¢ limitada a Alava, Guip¨²zcoa y Vizcaya. Un excesivo protagonismo por parte del Gobierno vasco podr¨ªa llevar a que Navarra quedase marginada de la negociaci¨®n desde el primer momento, en contra de lo establecido en el compromiso suscrito por todos los parlamentarios vascos, con excepci¨®n de los seis navarros de UCD.

Para superar estas dificultades, el Partido Nacionalista Vasco propone que una vez reconocidos los derechos forales de las cuatro provincias hist¨®ricas vascas, se articule una organizaci¨®n confederal que se encargar¨ªa de elaborar el definitivo estatuto de autonom¨ªa.

Este camino de restauraci¨®n foral con paso previo al estatuto parece ser haber sido favorablemente acogido por los parlamentarios alaveses y vizca¨ªnos de UCD. A trav¨¦s de ellos, trata el PNV de establecer un puente de entendimieno con los parlamentarios centristas de Navarra. El primer contacto puede tener lugar en los pr¨®ximos d¨ªas, mientras el PSOE y UCD van tambi¨¦n a reunirse ma?ana para limar diferencias.

Con Navarra siempre al fondo cada vez que se habla de autonom¨ªa para Euskadi, todo hace prever que el Gobierno vasco seguir¨¢ funcionando en el mundo de los s¨ªmbolos con una escasa operatividad a la hora de negociar con Madrid. Incluso su propia composici¨®n, con representantes de partidos pr¨¢cticamente hoy inexistentes, es una prueba m¨¢s de languidez con que ha sobrevivido este Gobierno vasco durante los ¨²ltimos cuarenta a?os.