Juventudes del Partido Liberal: "Rechazamos cualquier postura centrista"
El Ala Radical del Partido Liberal (ARPL), organizaci¨®n juvenil constituida por los militantes j¨®venes del Partido Liberal (PL), que preside Enrique Larroque, defiende una nueva postura, lo m¨¢s amplia posible, del liberalismo. Frente a la UCD, coalici¨®n de la que sali¨® el PL cuando dej¨® de ser Centro Democr¨¢tico, consideran positiva cualquier otra alternativa, seg¨²n dijeron Christian Garc¨ªa, Constantino Blanco y Susana Lozano, miembros del comit¨¦ pol¨ªtico y portavoces de la organizaci¨®n.
EL PAIS. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n org¨¢nica del ARPL respecto al partido?ARPL. Tenemos una autonom¨ªa total dentro del partido, lo que incluye nuestra propia organizaci¨®n y sistemas de propaganda, etc¨¦tera. El ARPL se cre¨® a ra¨ªz de la Convenci¨®n Liberal celebrada en Madrid la primavera pasada, por decisi¨®n de una serie de integrantes del PL, que no encaj¨¢bamos en el esquema de fuerzas juveniles existente en el liberalismo.
E.P. ?Qu¨¦ relaciones mantienen con otras fuerzas liberales integradas en la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD)?
ARPL. Hace varios meses tuvimos reuniones con integrantes del antiguo Centro Democr¨¢tico, de cara a llegar a una formaci¨®n juvenil unificada, pero desistimos del intento cuando se constituy¨® la UCD. No obstante, no est¨¢bamos de acuerdo, ya antes de que ocurriera lo de UCD, en que el PL estuviera en la coalici¨®n, aunque lo acept¨¢bamos por disciplina de partido. Ahora no hay ning¨²n tipo de relaciones.
E.P. ?Tampoco hay posibilidades de que existan en el futuro?
ARPL. Lo vemos muy dif¨ªcil. Nos hemos alejado totalmente de esa postura centrista.
E.P. Entonces, ?qu¨¦ camino piensan tomar?
ARPL. Nosotros intentamos introducir una postura al estilo de la Nueva Izquierda norteamericana, aunque a¨²n esto se mueve s¨®lo a nivel te¨®rico, en embri¨®n.
E.P. ?Cu¨¢les ser¨ªan las caracter¨ªsticas de esa Nueva Izquierda?
ARPL. Consistir¨ªan en darle una amplitud mucho mayor al liberalismo, una postura m¨¢s amplia, sintetizando las diversas actitudes ideol¨®gicas sin rechazar nada en principio, ni incluso ciertos planteamientos del marxismo, aunque nos declaramos totalmente no marxistas.
E.P. Aparte de los centristas, ?mantienen alg¨²n tipo de relaci¨®n o colaboraci¨®n con otras fuerzas pol¨ªticas juveniles?
ARPL. No existen, fundamentalmente porque a¨²n no hemos tenido tiempo de presentar una imagen muy concreta, lo que origina una falta de proyecci¨®n en la sociedad. No obstante, estamos totalmente a favor de llegar a la consecuci¨®n de un movimiento juvenil unitario, aunque lo vemos como un mal necesario, como el instrumento que posibilitar¨ªa el que no haga falta ning¨²n tipo de organizaci¨®n que englobe a nadie.
E. P. Ultimamente se habla, especialmente desde el PL, de reconstituir el liberalismo externo a la UCD. ?Cu¨¢l ser¨ªa la labor del ARPL en esa tarea?
ARPL. Todo lo que sea dar otra alternativa a la UCD, nos parece por principio absolutamente v¨¢lido. En ello, nuestra labor ser¨ªa la del mascar¨®n de proa, una postura de cr¨ªtica por la cr¨ªtica, para evitar -en palabras de Pablo Iglesias- aquello de que un partido que no tiene autocr¨ªtica. se convierte en dogm¨¢tico. Ser¨ªa, en suma, evitar el dogmatismo.
E.P. ?Por qu¨¦ el ARPL rechaza tan tajantemente a la UCD?
ARPL. La actitud del ARPL es de una total oposici¨®n a cualquier postura centrista, puesto que si nos consideramos de alguna manera revolucionarios, no podr¨ªamos estar en una coalici¨®n como la UCD, que tiene de todo menos de revolucionaria.
E.P. ?Son partidarios de la regulaci¨®n de los derechos del joven?
ARPL. Somos partidarios de regular lo menos posible. S¨®lo lo b¨¢sico: abrir puertas, pero no marcar caminos. La regulaci¨®n debe tener rango constitucional, y se podr¨ªa hacer mediante una consulta a la juventud que facilitar¨¢ su participaci¨®n. En ella se incluir¨ªa el voto a los dieciocho a?os, etc¨¦tera.
E.P. ?Qu¨¦ soluciones ofrecen a los problemas del joven trabajador?
ARPL. Habr¨ªa que suprimir completamente, en primer lugar, el contrato de aprendizaje. Es casi ca¨®tico que un joven tenga que entrar en una empresa aprendiendo, lo que implica una serie de trabas laborales, e incluso sociales. Se trata, en suma, de dignificar el trabajo del joven, equipar¨¢ndolo al del adulto,
E.P. ?C¨®mo se podr¨ªa atajar el numeroso paro juvenil?
ARPL. Ser¨ªa cuesti¨®n de hacer una revoluci¨®n total de todos los campos: laboral, social, econ¨®mico, etc¨¦tera, y s¨®lo dentro de ella se evitar¨ªa el paro. Somos poco partidarios de programas concretos que no se pueden realizar hoy d¨ªa, y preferimos el estudio de los problemas existentes para arbitrar soluciones a m¨¢s largo plazo, dada, adem¨¢s, la fuerza pol¨ªtica que tenemos en este momento.
E.P. ?Y en cuanto a la ense?anza qu¨¦ programa defienden?
ARPL. El de la ense?anza es un mundo a renovar absolutamente. El estudiante vive en una miseria cultural, y casi econ¨®mica, absoluta, est¨¢ enga?ado. La ense?anza media y la superior es s¨®lo una instituci¨®n de la ignorancia al servicio de un capitalismo que s¨®lo necesita t¨¦cnicos de grado medio que mantengan sus cadenas de producci¨®n, y no est¨¢ interesada en difundir la cultura, que fue la primera funci¨®n de la Universidad. Adem¨¢s, estamos totalmente a favor de unir trabajo y estudio; que el estudiante no sea s¨®lo estudiante y el trabajador s¨®lo trabajador.
E.P. ?Existe una nueva cultura juvenil?
ARPL. No existe como tal, aunque s¨ª estuvo a punto de existir. Su gran pecado fue ignorar los 2.000, a?os de civilizaci¨®n que tenemos encima, por lo que fue absorbida nuevamente por la sociedad de consumo, que la transform¨® en una cultura de blue jeans, de pelo largo, etc¨¦tera, sin sentido. En su momento fue muy v¨¢lida, muy po¨¦tica incluso, pero los tiempos que vivimos exigen una incorporaci¨®n paralela, pero competitiva, en la sociedad de consumo, ofreciendo alternativas al menos tan v¨¢lidas como las de esta sociedad.
E.P. ?C¨®mo se sit¨²an ante el fen¨®meno del feminismo?
ARPL. Igual que con la juventud, es la mujer la que debe decidir sus necesidades. El problema es ante todo cultural: a la mujer hay que darle la oportunidad de elegir sus propias alternativas. En el terreno concreto de la situaci¨®n actual espa?ola, pedimos una revisi¨®n total de la legislaci¨®n que ata?e a este problema, Pero todo esto, no desde una postura feminista, que ser¨ªa la r¨¦plica del machismo" sino en un sentido renovador, revisando totalmente los planteamientos del hombre y los de la mujer.
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