En busca del beneficio inmediato
Director General de UrbanismoLas causas y las soluciones de los problemas de Madrid no pueden buscarse desde una ¨®ptica urban¨ªstica que se preocupe s¨®lo por aspectos formales o funcionales. No se puede plantear el futuro de Madrid, su ordenaci¨®n, su recuperaci¨®n para la vida ciudadana, sin plantearse asimismo la necesidad de cambios significativos en los procesos pol¨ªticos urbanos, en la estructura de grupos de poder, en las condiciones de protagonismo econ¨®mico de mercado y en el funcionamiento del proceso de creaci¨®n y utilizaci¨®n del medio urbano.
La poblaci¨®n y extensi¨®n superficial de Madrid aumentaron de forma espectacular mientras los recursos y las estructuras del pa¨ªs estaban al servicio de una r¨¢pida industrializaci¨®n y un fuerte crecimiento del producto nacional bruto, olvid¨¢ndose de los fuertes desequilibrios regionales que ¨¦sto provocaba, de los flujos de emigraci¨®n a que daba lugar, de sus efectos sobre la concentraci¨®n econ¨®mica y urbana y, en general, de la bater¨ªa de costos sociales, no computados en t¨¦rminos monetanos, que.el proceso de crecimiento impon¨ªa a la poblaci¨®n espa?ola.
Madrid ha crecido y ha crecido mal ha alterado y erradicado sus actividades deteriorando (y destruyendo muchas veces) la calidad del Madrid tradicional. Ha forzado desequilibrios funcionales entre sus distintas partes, apoy¨¢ndose en mias infrqestructuras de transporte vertidas hacia el autom¨®vil, deficitarias y cada vez ,m¨¢s congestionadas. Lascrecientes desigualdades entre su poblaci¨®n encontraron reflejo en una cada vez mayor segregaci¨®n espacial de grupos sociales y actividades urbanas y en la aparici¨®n de grupos ampliamente marginados de la vida urbana. Surgi¨® una periferia mon¨®tona, inconexa, deficiente y subequipada de servicios y puestos de trabajo.
Madrid ha crecido y ha crecido de prisa, creando, en la ola de ese crecimiento, conjuntos de vivien.das que no llegan a constituir barrios por carecer de urbanizaci¨®n, espacios abiertos, equipamiento, servicios y dem¨¢s elementos que hacen que un conjunto de viviendas sea de hecho un fragmento vivo, atractivo, de ciudad. Ha crecido de prisa, creando nuevos problemas sin haber resuelto a¨²n los anteriores, manteniendo como permanentes soluciones que, en su d¨ªa, se justificaron como urgentes y transitorias; sin volver la vista para examinar c¨®mo ese crecimiento coyuntural y limitado iba transformando gradualmente la,fisonom¨ªa de la ciudad, iba forzando la aparici¨®n de una metr¨®poli fundamentalmente distinta de la ciudad que le dio origen. Ha crecido de prisa, dejando una ciudad sin terminar, apoyando s¨®lo a lo que produc¨ªa un beneficio inmediato y dejando sin hacer el resto.
Madrid se ha expandido, ocu- pando un territorio cada vez m¨¢s extenso y sobreimponi¨¦ndose y absorbiendo con desarrollos de ciudades dormitorios o con concentraciones de f¨¢bricas, naves y parcelaciones industriales a los asentamientos rurales de su periferia. Los efectos de Madrid, prolongados por la utilizaci¨®n del autom¨®vil como veh¨ªculo de escapismo, han salpicado con innumerables urbanizaciones de temporada y de segunda vivienda ¨¢reas cada vez mayores y m¨¢s alejadas, agrediendo las zonas de mayor inter¨¦s ecol¨®gico o de mayor potencial como parques regionales o naturales, contribuyendo a p¨¦rdidas irreversibles del medio f¨ªsico y de la ar quitectura popular de su entorno.
En su crecimiento y en su expansi¨®n, Madrid distorsion¨® la estructura territorial de la Regi¨®n Centro, concentrando cada vez m¨¢s actividad, contribuyendo a la depresi¨®n de las provincias lim¨ªtrofes, al estancamiento de sus ciudades y a la reducci¨®n de su actividad, fen¨®meno que s¨®lo se ha visto modificado cuando el crecimiento material de la metr¨®poli ha desbordado, en una clara colonizaci¨®n urbana, al l¨ªmite provincial.
El crecimiento demogr¨¢fico y la expansi¨®n territorial de Madrid, que afecta e incluso desborda el ¨¢mbito provincial, favoreci¨® y ha sido favorecido por un fuerte proceso especulativo. El que los propietarios del suelo se beneficien directamente apropiando a su favor las plusval¨ªas (reales o esperadas), generadas por el proceso de crecimiento, y el que existan condiciones permanentemente deficitarias de vivienda y de.suelo urbanizado de todo tipo, ampar¨® una fort¨ªsima elevaci¨®n de los precios del suelo.
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