Aumenta el n¨²mero de mujeres terroristas en todo el mundo
UIrike Meinhof, Susanne Albrecht, Patty Hearst, Leila Chalid, Maire Drumm, Ingrid Schubet, Irene Goergens, Gudrum Ensslin, Ang¨¦lica Spertel, Sigrid Sternebeck, Silke Mair, Ingerborg Barz,... La lista, incluidos algunos nombres de espa?olas, podr¨ªa ocupar muchas l¨ªneas m¨¢s. Estos son, en todo caso, los nombres de las mujeres terroristas que han saltado a las primeras p¨¢ginas de los peri¨®dicos de medio mundo por dirigir o participar en asesinatos de pol¨ªticos e industriales, secuestros de aviones o de personas, asaltos a entidades bancarias o colocaci¨®n de todo tipo de explosivos.Fue una joven hermosa y atractiva de veintis¨¦is a?os, la hija de un amigo, la que asesin¨® hace semanas a un banquero alem¨¢n llamado Ponto. Se llamaba Susanne Albrecht. D¨ªas despu¨¦s era detenida su c¨®mplice, una mujer de veintitr¨¦s a?os. Hace unos d¨ªas fue atracado un banco en Essen. Dirig¨ªa el asalto una mujer.
Fusako Shigenobu, joven universitaria japonesa, dirigente del Ej¨¦rcito Rojo de su pa¨ªs, orden¨® fr¨ªamente la liquidaci¨®n de algunos de sus militantes. Leila Ch¨¢lid, l¨ªder palestina, secuestr¨® recientemente un avi¨®n en pleno vuelo... Patty Hearst, con el Ej¨¦rcito Simbi¨®tico de Liberaci¨®n, asalt¨® un banco, armada con una metralleta, en Estados Unidos. En Irlanda, Maire Drumm entr¨® disparando en un hospital.
Otras dos mujeres, Ingrid Schubet e Irene Goergens asaltaron el Instituto de Problemas Sociales Alem¨¢n. Ingrid Siepinan declar¨® a la polic¨ªa, tras ser detenida, que hab¨ªa participado en seis robos a mano armada a otros tantos bancos. Gudrum Ensslin, que lanz¨® una bomba que mat¨® a cuatro personas, particip¨® en 35 acciones armadas.
La lista de ejemplos ser¨ªa interminable. Numerosas mujeres han dirigido y acaudillado ataques terroristas. El tema preocupa de tal modo al Gobierno de la Rep¨²blica Federal de Alemania que dicho Gabinete ha iniciado una investigaci¨®n secreta sobre algo que califica un fen¨®meno extra?o: la guerrilla femenina. Desde hace siete a?os aumenta en Alemania Federal el n¨²mero de mujeres que, participan en asesinatos, robos, secuestros y asaltos a bancos.
Sic¨®logos y crimin¨®logos est¨¢n estudiando las causas que han motivado que mujeres inteligentes y cultivadas, en la mayor¨ªa de los casos, y de familias acomodadas, se conviertan en terroristas asesinas. Los resultados de la investigaci¨®n no se har¨¢n p¨²blicos, pero servir¨¢n para orientar las actividades de una nueva secci¨®n de la polic¨ªa fe deral alemana que se ocupar¨¢ de la represi¨®n antiterrorista femenina y que se conocer¨¢ en lo sucesivo como la Secci¨®n T.
?Estoy harta de comer caviar?
Una de las principales conclusiones a que han llegado un grupo de sic¨®logos americanos es que la mayor¨ªa de las mujeres revolucionarias y terroristas proceden de clases medias acomodadas, y sienten un complejo de culpa por su bienestar y su privilegio. La mayor¨ªa de las terroristas alemanas son de origen burgu¨¦s. Casi todas ellas han estudiado en universidades. Muchas se han educado en conventos o colegios de religiosas. Una de ellas declar¨® hace poco: ?Estoy harta de comer caviar.?Uno de los casos m¨¢s significativos -si descontamos el de Patty Hearst, la hija del millonar¨ªo norteamericano del mismo nombre, que tras ser secuestrada por el Ej¨¦rcito Simbi¨®tico de Liberaci¨®n, se uni¨® a la guerrilla de este grupo quiz¨¢ sea el de la alemana Susanne Albercht, hija de un conocido abogado de Hamburgo, a quien se le atribuye el asesinato del famoso banquero Ponto. De educaci¨®n burguesa, universitaria, comenz¨® a frecuentar hace meses, junto con Corina Ponto, hija del banquero asesinado, las fiestas de la alta sociedad germana. Nadie sospechaba que Susanne hab¨ªa ingresado en los c¨ªrculos anarquistas, aunque se cre¨ªa que profesaba opiniones izquierdistas. Semanas antes del asesinato hab¨ªa estrechado sus relaciones con los Ponto, as¨ª que ni el propio ch¨®fer del banquero se sorprendi¨® cuando asomaron a la puerta de la casa minutos antes de dispararle. Ponto s¨®lo pudo decir: ?Pero ?os hab¨¦is vuelto locas?? Asesinado por una amiga, declarar¨ªa la polic¨ªa.
Emancipaci¨®n y liberaci¨®n
El crimin¨®logo alem¨¢n Hans von Henting afirma que las mujeres revolucionarias superan a los hombres en decisi¨®n y coraje... El embajador ingl¨¦s Jackson, que estuvo prisionero d¨¦ los tupamaros, comprob¨® que las mujeres uruguayas que le vigilaban eran m¨¢s audaces y calculadoras que los hombres. Mientras los ataques a los bancos, por ejemplo, son definidos por los terroristas masculinos como actos de expropiaci¨®n, las mujeres hablan de ellos como actividades rutinarias.El grupo 2 de Junio estaba compuesto en su mayor¨ªa por mujeres anarquistas. Para los estudiosos del tema las mujeres-terroristas suelen caracterizarse por una fuerte personalidad y un alto grado de cultura y valor intelectual. Para una ilustre crimin¨®logo alemana, Helga Einsele, el origen del terrorismo femenino se halla en la ruptura de todo contacto con la realidad por parte de estas mujeres y en el hecho de vivir en un estrecho c¨ªrculo personal e ideol¨®gico.
Un conocido fascista alem¨¢n manifest¨® en una ocasi¨®n: ?Hay algo impulsivo e irracional en estas acciones femeninas.? Y agreg¨®: ?Es un exceso de la liberaci¨®n de la mujer.? La soci¨®logo y criminalista americana Freda Adler sostiene que a medida que la mujer posee los mismos derechos que el hombre, aumenta el n¨²mero de sus actividades criminales. Luego, seg¨²n la se?ora Adler, la criminalidad femenina es una consecuencia de la emancipaci¨®n de la mujer. Abundando en los motivos de la militancia revolucionaria femenina, algunos sicoanalistas insin¨²an que con un arma de fuego en la mano -s¨ªmbolo cl¨¢sico de virilidad- la mujer se siente completamente emancipada. Armand Mergen, de la Universidad de Maguncia, ha sugerido que el fen¨®meno de la guerrilla femenina es el resultado de esa emancipaci¨®n de la mujer, a la que ¨¦sta s¨®lo puede llegar a trav¨¦s de la violencia, y adem¨¢s, como procede de la clase media, se considera libre de toda norma moral.
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