Supersensibles instrumentos de observaci¨®n en 105 kilogramos

De los 810 kilos que constituyen la masa total del Voyager, la totalidad de sus instrumentos cient¨ªficos de observaci¨®n altamente sensibles representan 105 kilos. En esa masa se incluyen c¨¢maras de fotograf¨ªa que permitir¨¢n realizar obseprvaciones con gran detalle de los planetas y sat¨¦lites a estudiar. Se incluyen tambi¨¦n espect¨®metros de masas que van a permitir, analizando la radiaci¨®n emitida por esos objetos siderales, averiguar cu¨¢l es la naturaleza y composici¨®n de su materia.Para llevar a cabo sus detalladas investigaciones, cada Voyager tiene una sorprendente capacidad de registro y transmisi¨®n que Ie permitir¨¢ recoger, por lo menos, una buena decena de fotograf¨ªas de cada astro espiado. A pesar de la enorme distancia todo va a ser dirigido desde la Tierra. La memoria de los ordenadores har¨¢ cumplir paso a paso todas las etapas del viaje.

Las t¨¦cnicas empleadas en el proyecto Voyager son una mejora de las utilizadas en las anteriores misiones de investigaci¨®n espacial. Se ha logrado en total un objeto de 810 kilogramos. La mayor parte de su masa est¨¢ ocupada por el motor, el sistema de orientaci¨®n, las fuentes de energ¨ªa, el sistema radiotransmisor y el cerebro electr¨®nico. Los instrumentos cient¨ªficos suponen en total 105 kilogramos. Y es en estos cien kilos de material de investigaci¨®n donde se incluyen los m¨¢s complejos instrumentos.

El elemento principal es una antena de gran tama?o con un reflector parab¨®lico cuyo di¨¢metro alcanza los 3,66 metros.

Los sistemas de estabilizaci¨®n permiten que el viaje de los Voyager se lleva a cabo manteniendo una postura fija. Esto podr¨ªa haber planteado un problema de calentamiento en unas zonas del ingenio m¨¢s que en otras, pero las grandes distancias respecto al Sol en las que tendr¨¢ lugar el recorrido hacen desaparecer esa posibilidad. S¨®lo cada ochenta millones de kil¨®metros, los Voyager cambiar¨¢n de orientaci¨®n para fotografiar diversas perspectivas del universo.

La forma que estos sistemas de recepci¨®n de energ¨ªa y estabilizaci¨®n dan al conjunto del viajero es la de unajirafa.

El n¨²cleo del veh¨ªculo est¨¢ constitu¨ªdo por la estructura y, la antena. All¨ª hay tres generadores de energ¨ªa radio-isot¨®picos, portadores cada uno de seis kilos de plutonio-238. La constante desintegraci¨®n nuclear, transformada en energ¨ªa el¨¦ctrica, permitir¨¢ que durante cuatro a?os se disponga de una fuente casi continua de producci¨®n energ¨¦tica, apenas descender¨¢ un 10% durante ese per¨ªodo.

Para evitar que el calor de las desintegraciones nucleares afectase a los instrumentos cient¨ªficos de alta sensibilidad, por ejemplo las m¨¢quinas de fotografiar en infrarrojo, ¨¦stos se han colocado en el otro extremo de la jirafa.

Lo m¨¢s importante de los instrumentos cient¨ªficos lo constituyen, sin duda, los sensores tanto de energ¨ªa como de imagen. Se trata de detectar toda posible f¨®rma de radiaci¨®n de los planetas o sat¨¦lites a observar para, analizar, en funci¨®n de las radiaciones recibidas, la naturaleza de los objetos observados.

Pero uno de los m¨¢s sorprendentes progresos desarrollados en el proyecto Voyager es en el campo de la ¨®ptica, porque con una potencia comparable a la de los proyectos Mariner y Viking, Voyager va a observarlo todo con m¨¢s detalle. Se ha optado por la mejora en la sensibilidad de los aparatos de fotograf¨ªa en lugar de por un aumento de la potencia de transporte que hubiese permitido llevar m¨¢s instrumentos a bordo.

El equipo permitir¨¢ obtener fotograf¨ªas de tal poder de resolu.ci¨®n, que el rru¨ªsterioso Tit¨¢n, el gran sat¨¦lite de Saturno dotado de atm¨®sfera, ser¨¢ fotografiado en detalles de hasta veinte metros, mientras hoy los m¨¢s gigantescos observatorios de nuestro mundo no pueden detectar all¨ª detalle alguno de menos de cientos de kil¨®metros.