La huelga de dos horas en Renfe se desarroll¨® sin nig¨²n incidente
A las ocho de la ma?ana del mi¨¦rcoles, con perfecta sincronizaci¨®n, se detuvieron los trenes del pais. Un espect¨¢culo sin precedentes en Espa?a, una huelga a la europea, se desarroll¨® durante dos horas en cientos de estaciones y oficinas de ferrocarriles.
A partir de las siete y media de la ma?ana en los hall de las estaciones de Chamart¨ªn, Atocha, Pr¨ªncipe P¨ªo, Le¨®n, Ciudad Real, Valencia ... en la mayor¨ªa de las estaciones en suma, ferroviarios fuera de servicio fueron reuni¨¦ndose con los comit¨¦s de huelga. A las ocho en punto el personal de servicio se sum¨® a las asambleas y a la huelga. Los trenes que sal¨ªan a esta hora quedaron en las estaciones, los que estaban en ruta se detuvieron en la estaci¨®n m¨¢s pr¨®xima.Con escasos minutos de diferencia se iniciaron en las estaciones y centros de trabajo asambleas donde se expon¨ªa, por parte de. los l¨ªderes m¨¢s significados, los motivos de la huelga y se informaba de la efectividad del paro en otras estaciones o provincias.
Fall¨® Asturias parcialmente
Cuatro miembros del Pleno General de Ferroviarios, en unas destartaladas dependencias de la estaci¨®n de Pr¨ªncipe P¨ªo, en Madrid, coordinaban mediante dos tel¨¦fonos el desarrollo del paro y recib¨ªan informaci¨®n de los comit¨¦s locales de huelga.All¨ª, interrumpidos por continuas llamadas, informaron a EL PAIS que el ¨¦xito de la huelga hab¨ªa sido absoluto. Tan s¨®lo en Oviedo y Gij¨®n los trenes no secundaron el paro, los dem¨¢s servicios (talleres, despachos de billetes, dependencias en general) se sumaron al resto de los compa?eros. La actitud de los maquinistas asturianos respondi¨® a la desconvocatoria del paro que, en d¨ªas precedentes, hicieron miembros de la UGT, en contradicci¨®n con los acuerdos de la ejecutiva del sindicato de esta central, que en el resto del pa¨ªs ha apoyado el Pleno General de Ferroviarios y la acci¨®n de protesta.
No se registr¨®, por lo dem¨¢s, el m¨¢s m¨ªnimo incidente serio. Hubo, s¨ª, peque?as an¨¦cdotas. Un aviso de bomba, a las seis y diez de la ma?ana, en el ferrob¨²s 2.701 Tortosa-Valencia, que oblig¨® a un infructuoso registro de la polic¨ªa. Aplausos de solidaridad de los viajeros de cinco trenes estacionados por la huelga en Villaverde Bajo. Concentraci¨®n de jubilados de Renfe en Le¨®n y Reus. Atasco de trenes en Ciudad Real, y movimiento de un Talgo por personal ajeno a la compa?ia, en Pueblo Nuevo (Barcelona).
Los trabajadores, ¨²nicos responsables del paro
Los trabajadores, seg¨²n informaron a este diario, solicitaron al director de asuntos sociales de Renfe, se?or Pinazo, colaboraci¨®n para organizar la cobertura de seguridad durante la huelga y la posibilidad de que trabajadores, durante el tiempo de paro, permanecieran en puestos de mando en previsi¨®n de cualquier incidente. Renfe, sin embargo, descarg¨® privada y p¨²blicamente toda la responsabilidad sobre los huelguistas, record¨¢ndoles la legislaci¨®n y expresando sospechosos temores sobre la seguridad de los pasajeros.A las once de la ma?ana, Pedro Cea, uno de los responsables del pleno, telefone¨® al se?or Pinazo:
-Habr¨¢ visto que no ha habido ning¨²n tipo de problemas, salvo que los trenes se han parado.
-No, no lo han organizado ustedes. Lo hemos organizado nosotros, los trabajadores.
-?Implicaciones? Usted puede tener sus opiniones, nosotros no cremos que haya otro tipo de implicaciones. Lo que s¨ª pensamos es que esta huelga va a tener trascendencia para las futuras reivindicaciones. Le recuerdo, por otra parte, que la seguridad desde la diez de la, ma?ana corre a cargo de ustedes, as¨ª que mucha atenci¨®n a ver si va a producirse ahora un accidente.
Ninguna interferencia de los militares
Durante el paro, los soldados que se encuentran en comisi¨®n de servicios en Renfe desaparecieron de las estaciones. Se incorporaron a sus puestos a las 7,30 vestidos de militar y a las ocho se fueron a tomar el bocadillo, reincorpor¨¢ndose de nuevo a las diez de la ma?ana, cuando todo hab¨ªa acabado.
Las asambleas de Chamart¨ªn y Atocha
Desde los mostradores del hall de Chamart¨ªn, Manuel Chac¨¢n, se dirigi¨® a unos quinientos trabajadores, y un centenar de pasajeros (sobre los 3.000 habituales) atrapados por el paro. Se refiri¨® el se?or Cach¨¢n a la intransigencia de la empresa ante las peticiones de los trabajadores referentes al deterioro de los salarios, a la situaci¨®n de los jubilados, a la valoraci¨®n de las hora s y a la amnist¨ªa laboral. Sobre las 2.000 pesetas m¨¢s que ofreci¨® la empresa a ¨²ltima hora, que supon¨ªan 8.000 por una sola vez frente a las 14.398 en que hab¨ªan calculado el deterioro de los sueldos de los trabajadores, el se?or Cach¨¢n afirm¨® que ?por 2.000 pesetas quer¨ªan comprar el paro de dos horas? y que por ello fue rechazada la oferta.En la estaci¨®n de Atocha habl¨® a la asamblea el se?or Alonso, ferroviario y senador electo por Madrid. En los despachos de billetes de la calle Alcal¨¢ se produjeron largas colas hasta despu¨¦s de las diez de la ma?ana en que comenzaron a expender los mismos.
Adem¨¢s de los trenes el paro se extendi¨® a la direcci¨®n comercial, a los talleres, a la secci¨®n de inform¨¢tica, material y transporte, economatos, centro de estudios especiales, edificio central de Renfe, laboratorio central y otros servicios.
El paro termin¨® a la hora fijada y durante alg¨²n tiempo se sucedieron las anormalidades en el servicio por el paulatino reajuste de horarios. A las dos de la tarde, seg¨²n fuentes de la empresa, qued¨® el servicio absolutamente normalizado.
El paro afect¨® a 189 trenes diurnos, sobre 564; a ochenta nocturnos, sobre 232; a 305 de cercan¨ªas, sobre 2.100; y a 232 de mercanc¨ªas, sobre 825. Es decir, pr¨¢cticamente, a la totalidad de los que se encontraban circulando. El retraso global por la huelga, seg¨²n c¨¢lculos de la empresa, ascendi¨® a 2.300 horas.
Al t¨¦rmino de la huelga, el secretariado de la permanente de los trabajadores, emiti¨® un comunicado dando cuenta del ¨¦xito de la convocatoria, por su seguimiento y falta de incidentes, al tiempo que consideraba que esta acci¨®n deb¨ªa sensibilizar las pr¨®ximas y futuras negociaciones entre trabajadores y empresa. Por ¨²ltimo afirman que es necesario un cambio en la direcci¨®n de la empresa, que ha sido elegida por el anterior sistema pol¨ªtico.
Renfe, por su parte, tras dar cuenta del paro, vuelve a exponer sus tesis -en un comunicado- sobre lo il¨®gico de la acci¨®n en base al convenio vigente, y afirma que las peticiones salariales de los trabajadores supondr¨ªan un desembolso de 1.700 millones de pesetas y que no tiene la menor posibilidad de acceder a tales reivindicaciones. Tras referirse a las otras reivindicaciones de los trabajadores, Renfe desmiente la imposibilidad de desconvocar el paro tras la ¨²ltima oferta, como afirmaron los representantes de la plantilla, cuando en el anterior convenio desconvocaron una huelga seis horas antes de su inicio.
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